¿Embarazada en verano? Así puedes lidiar mejor con el calor y la humedad
El embarazo no se vive igual en todas las épocas del año. Consejos útiles para soportar el calor extremo cuando estamos embarazadas en verano
Aire libre, sol y tiempo libre para descansar. El embarazo en verano puede tener algunas ventajas, pero desde luego tiene muchos inconvenientes, sobre todo si ya has entrado en el tercer trimestre de embarazo y estás en una zona en la que los termómetros marcan las máximas.
Deshidratación, retención de líquidos, manchas en la piel, mala circulación, tensión alta…. De la mano de la Dra. Cristina Torrijo, especialista en ginecología y obstetricia, repasamos consejos para sobrellevar las altas temperaturas mientras estás embarazada.
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Qué tener en cuenta cuando estamos embarazadas en verano
El embarazo y el calor extremo tienen una relación muy complicada. Si no tienes la suerte de poder huir allí donde el calor aprieta menos y las noches son más frescas y te enfrentas inevitablemente a un verano tórrido, debes tener en cuenta algunas precauciones para cuidar tu salud, sufrir menos y no correr riesgos para tu salud y la de tu bebé.
Riesgos a los que se enfrenta una mujer embarazada en verano:
- Deshidratación
- Retención de líquidos y edemas
- Hipertermia
- Diabetes gestacional
- Bajones de tensión y mareos
- Manchas en la piel y melasmas
- Infecciones
- Mayor riesgo de aborto
Consejos de tu gine para sobrellevar las altas temperaturas con un embarazo
Ya sabemos de sobra que evitar una sobreexposición al sol y al calor es clave para nuestro bienestar y que no debemos infravalorar los problemas que puede traer para nuestra salud un golpe de calor. Pero además, en el caso de las mujeres embarazadas, es todavía más importante tomar algunas precauciones en verano.
Lidiar con el calor estando embarazada
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Evita la deshidratación
El riesgo de sufrir deshidratación aumenta cuando estamos embarazadas. Para evitarlo, no queda más remedio que beber mucha agua y otros líquidos durante todo el día y también por la noche.
Evita dentro de lo posible las bebidas con cafeína, carbonatadas o que contengan mucho azúcar.
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Minimiza la exposición a las altas temperaturas
Obviamente, evita estar al aire libre en las horas centrales del día para protegerte de las altas temperaturas y busca la sombra siempre que puedas.
El aire acondicionado es un aliado perfecto en verano, pero evita exponerte demasiado para no enfermar.
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Cuidado con los mareos
Las embarazadas tienen tendencia a marearse e incluso perder la consciencia y eso es mucho más frecuente en temperaturas altas. «Si una embarazada está mareada, debe sentarse o tumbarse en un lugar lo más fresco posible y levantar sus piernas. Después deberá incorporarse poco a poco. Atención al levantarse de la cama por la mañana, es importante tomarse un par de minutos antes de ponerse de pie”, aconseja Cristina Torrijo.
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Usa protección solar
Proteger la piel es vital cuando estamos embarazadas para evitar la frecuente aparición de manchas. La peor versión de las manchas en el rostro es el melasma o cloasma, que se debe a la exposición solar y a los cambios hormonales. Sombra, sombrero o gorra y fotoprotector 50 reaplicado con frecuencia.
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Si vas a viajar…
Si te vas de vacaciones en avión, ten en cuenta que cada aerolínea tiene su propia normativa y a menudo no permiten viajar a mujeres que se encuentran en el tercer trimestre de gestación. Sea cual sea el vehículo en el que vayas a desplazarte, es aconsejable levantarse y caminar cada 2 horas. En viajes largos, usar medias de compresión para mejorar el retorno de la circulación es un buen tip.
Además, puntualiza la ginecóloga, “antes de programar el viaje es importante tener claro a dónde vamos a acudir en caso de que necesitemos asistencia médica urgente. Tener localizado el hospital o centro de salud de referencia y saber que llevamos el seguro adecuado para darnos soporte, sea público o privado”.
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Mantente activa
Sin hacer excesos, procura llevar una vida dinámica para evitar la diabetes gestacional, activar la circulación y mantener los huesos y músculos en orden. Elige la primera hora de la mañana o la última de la tarde para salir a hacer deporte al aire libre.
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Escoge bien tu ropa
Cuando haga mucho calor, elige ropa cómoda elaborada con tejidos que transpiren bien y que no te hagan sudar, como el algodón orgánico. Evita prendas que se ajusten en el cuello o que compriman la zona abdominal.
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Un chapuzón siempre que puedas
Refrescarse en la piscina o en el mar cuando hace mucho calor es lo más. Cuando estás embarazada, puedes bañarte sin problema, pero ten en cuenta algunas recomendaciones, como no permanecer mucho tiempo con el bañador mojado para evitar infecciones o no meterte de golpe en aguas demasiado frías.
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Cuida tu alimentación
Una buena alimentación es importantísima durante todo el embarazo para procurar un desarrollo óptimo del feto. Además, algunas claves en tu dieta de verano te ayudarán a encontrarte más ligera y evitar la deshidratación.
¿Tienes retención de líquidos?
De forma inevitable, el organismo de una mujer embarazada acumula líquidos a causa del aumento de peso, el incremento del volumen sanguíneo y los cambios hormonales. Cuando las temperaturas son altas, también aumenta el riesgo de sufrir retención de líquidos o edemas que empiezan en las piernas y en los pies, pero que pueden afectar a todo el cuerpo.
Tips para mejorar el problema de retención de líquidos en el embarazo:
- Intenta no estar demasiado tiempo de pie o sentada y coloca tus piernas en alto el mayor tiempo posible. Para dormir, puedes subir un poco (con 1 cm basta) las patas de la cama para que los pies están un poco más elevados y así retorne la sangre más fácilmente
- Los pies sufren mucho en verano. Lo mejor es elegir un calzado abierto y cómodo. Si hace mucho calor, es posible que llegues a necesitar más número del habitual durante un tiempo
- Bebe suficiente agua para favorecer la orina y no te aguantes las ganas de hacer pis
- Si estás en el tercer trimestre, quítate todos los anillos, o pronto te van a molestar y te costará sacarlos
- Haz ejercicio moderado todos los días para mejorar tu circulación
- Dentro de las recomendaciones dietéticas para una embarazada, trata de llevar una dieta antiinflamatoria en verano
- Los masajes linfáticos pueden ayudarte mucho a reducir mucho el edema
Dieta recomendada para una mujer embarazada en verano
La dieta de una mujer embarazada en verano debe enfocarse a ofrecer todos los nutrientes que exige un organismo que está gestando, mantener una buena hidratación y evitar la inflamación excesiva.
- No tienes que comer por dos, pero sí alimentarte bien. Lo mejor es repartir bien lo que comes, hacer 5 comidas al día y que no sean demasiado pesadas.
- Según el Instituto de Investigación Agua y Salud, es esencial que una mujer incremente su hidratación en el embarazo. Como mínimo, deberíamos beber 2,3 litros de agua al día. Las infusiones y el agua condimentada suman puntos.
- Las frutas antioxidantes y las verduras de hoja verde tienen que estar bien presentes en la dieta de una mujer embarazada en verano. ”Es el mejor momento para abusar de las ensaladas con cualquier combinación, son platos refrescantes que pueden incluir todos los grupos de alimentos necesarios para la dieta de una embarazada”, asegura la Dra. Cristina Torrijo.
- Apuesta fuerte por las grasas saludables y las proteínas magras.
- Leche, queso, yogures…los productos lácteos son fundamentales para el aporte necesario de calcio.
- Di no al exceso de sal para reducir la retención de líquidos. Estos son los quesos que puedes seguir tomando en el embarazo.
- Evita los alimentos ultra procesados o los que contengan mucho azúcar
- Mejor renuncia a las comidas picantes o demasiado pesadas para no provocar digestiones complicadas.
- No renuncies a tomarte de vez en cuando un helado o darte algún otro capricho veraniego, pero elige bien cuándo y cómo disfrutar de ese break.