Diabetes gestacional: ¿qué es y cuáles son sus síntomas en el embarazo?
Te contamos todo lo que necesitas saber sobre la diabetes gestacional. Qué es y cuáles son sus síntomas durante el embarazo.
Escrito por Isabel Sauras
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, cultura y estilo de vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
Durante el embarazo, tu cuerpo necesita que le prestes atención más que nunca. Crear una vida desde cero no es fácil, así que déjate cuidar y, sobre todo, cuídate mucho: come sano, haz ejercicio en lo posible, duerme lo necesario y lleva una dieta saludable. A partir de ahí, bloomer, si surge alguna complicación que no puedes controlar, sigue al pie de la letra las indicaciones de tu médico especialista.
La diabetes gestacional es un trastorno bastante más común de lo que a priori podamos pensar. Te contamos sus porqués, sus posibles riesgos a corto y largo plazo y cómo controlar los niveles de glucosa para que tu bebé crezca sano.
¿Qué es la diabetes gestacional?
La diabetes gestacional (DG) es un mal de muchas durante el embarazo. La revolución hormonal trae consigo a veces un exceso de glucosa en la sangre (hiperglucemia) provocado por una mala gestión de la insulina por parte del páncreas, bien porque no produce la cantidad suficiente de esta hormona para las exigencias del cuerpo de una mujer embarazada o bien porque no la gestiona correctamente.
Aunque hay mujeres que se sitúan en un grupo de riesgo para padecer esta complicación, lo cierto es que la diabetes gestacional puede ocurrirle a cualquiera, independientemente de que sus niveles de glucosa en sangre hayan sido siempre adecuados antes del embarazo. Actualmente, una de cada siete mujeres sufre diabetes gestacional, pero estas cifras aumentan sustancialmente en países como España.
Además, el número de mujeres que padecen esta enfermedad se ha incrementado mucho en los últimos años, probablemente, por el empeoramiento de la alimentación y el aumento de la vida sedentaria.
A grandes rasgos, se considera que una mujer padece diabetes gestacional cuando sus índices se sitúan notablemente por encima de los valores normales de glucosa en sangre (70 y 105 mg/dl.). Suele aparecer en el tercer trimestre del embarazo y, para detectarla, es necesario someterse a una analítica de sangre y a otras pruebas diagnósticas que te explicamos a continuación.
Aunque la DG no es una enfermedad grave, si no se corrige a tiempo el exceso de glucosa en sangre, el embarazo podría complicarse. Es importante controlarlo para evitar problemas en el parto y un impacto en la salud del bebé.
Diabetes gestacional: estas son sus causas más comunes
En principio, hay dos grandes factores de riesgo para sufrir diabetes gestacional: el exceso de peso y los antecedentes de diabetes. Sin embargo, como hemos comentado, cualquier mujer puede sufrir esta complicación en el embarazo sin pertenecer a priori a ningún grupo de riesgo. Estos son otros factores que pueden influir la DG:
- La edad: a partir de los 35 años aumenta el riesgo de sufrir DG
- Tensión alta
- Mala alimentación
- Vida sedentaria o falta de ejercicio físico
- Falta de sueño y descanso reparador
- Tener ovarios poliquísticos.
- Ser o haber sido fumadora
- Además, ten en cuenta que en verano aumenta el número de mujeres diagnosticadas de DG
Síntomas de la diabetes gestacional: toma nota y haz check
Se dice que la diabetes es una enfermedad invisible porque sus síntomas no suelen ser nada evidentes, pero sus consecuencias, en cambio, pueden ser graves. En el caso de la diabetes gestacional, la mayoría de las mujeres son asintomáticas y no son conscientes de que padecen este problema hasta que no se someten a un rutinario análisis de glucemia, que suele prescribirse entre las semanas 24 y 28 de embarazo.
En el caso de una mujer con antecedentes o factores de riesgo claros, deberían controlarse exhaustivamente sus niveles de glucosa en sangre desde el principio hasta el final del embarazo.
Aunque los síntomas no sean evidentes, observa tu cuerpo porque podría estar enviándote señales de un principio de DG:
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Sed fuera de lo normal
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Aumento de la necesidad de hacer pis
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Infecciones de orina u hongos vaginales
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Pérdida de peso
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Cansancio prolongado
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Náuseas y vómitos
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Ligera visión borrosa
¿Cómo se diagnostica la diabetes gestacional?
Entre las semanas 24 y 28 de embarazo, tu gine te pasar por una prueba para determinar cuáles son tus niveles de glucosa en sangre. La prueba en cuestión recibe el nombre de sobrecarga oral de glucosa o test de O´Sullivan y, aunque es poco agradable, es cero invasiva y muy efectiva.
Tendrás que acudir a una analítica de sangre en ayunas, después ingerirás un jarabe de glucosa de aproximadamente 50 gr. Esperarás en reposo y volverás a someterte a un análisis de sangre para hacer una comparativa de cómo asimila tu organismo esta ingesta de glucosa. Si el valor del resultado es menor de 140 mg/dl. en la segunda medición, podrás irte tranquila a desayunar porque el resultado es negativo.
Pero si es igual o mayor a 140 mg/dl., es probable que sea necesario realizar una prueba llamada curva de la glucosa, parecida a la anterior, pero consistente en ingerir en este caso 100gr. de glucosa tras la primera extracción de sangre y realizando varias analíticas seguidas en intervalos de una hora. De esta manera, tu médico podrá observar cuáles son tus valores de glucosa en sangre y diagnosticar o no una diabetes gestacional.
Hay pocas mujeres, pero las hay, que no podrían tratar su problema solo con una dieta adecuada, por lo que es necesario que tomen medicación antidiabética o incluso que necesiten inyecciones de insulina durante el embarazo. En cualquier caso, tu médico te indicará lo mejor para ti y tu bebé.
Posibles consecuencias de la diabetes gestacional
Aunque la diabetes gestacional suele durar lo que dura el embarazo y normalmente no tiene grandes consecuencias para la mujer después del parto, es necesario llevar un exhaustivo control de la cantidad de glucosa en sangre para evitar problemas de salud en la mujer y en el futuro bebé. Estas son las consecuencias que puede tener la DG:
- Mayor riesgo de sufrir diabetes tipo 2 en el futuro y DG en futuros embarazos
- Hipertensión durante el embarazo
- Crecimiento excesivo del bebé, lo que puede provocar riesgos en el parto e incluso parto prematuro
- Problemas respiratorios en el bebe e hipoglucemias
- Riesgo para el bebé de sufrir miocardiopatías al nacer
- Predisposición en el bebé para padecer diabetes tipo 2
Diabetes gestacional. Tu dieta, a examen
Si te han diagnosticado diabetes gestacional, el tratamiento más efectivo para mantenerla a raya es llevar un estilo de vida sano, con ejercicio moderado y una dieta equilibrada con algunos límites propios de esta enfermedad.
El mejor consejo bloomer que podemos darte es que tomes conciencia de que debes cuidarte, que elabores menús pensados con antelación para no comer lo primero que pilles y hagas todo el ejercicio que tu cuerpo y tu médico te permitan. Pero no te obsesiones con perder peso. Según la Federación Española de Diabetes, “no es recomendable tratar de perder peso durante el embarazo, pues esto también supone riesgos para el crecimiento normal del feto. Siguiendo una dieta adecuada se puede mantener bajo control el aumento de peso dentro de unos parámetros saludables para la madre y el feto”.
Para ajustarte a una dieta apta diabéticos, vas a tener que cambiar tus hábitos alimenticios sí o sí, aunque ya comieras sano antes. El primer paso es entender que todos los alimentos tienen un índice glucémico que indica la velocidad a la que aumentan los niveles de glucosa en sangre cuando los consumes. Documéntate, lee bien las etiquetas de todo lo que compres y trata de no consumir alimentos con un índice glucémico demasiado alto, que son los que contienen mucho azúcar.
Pautas que debería seguir una dieta para diabetes gestacional
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Haz 5 comidas ligeras al día. No dejes a tu cuerpo mucho tiempo sin comer para evitar hipoglucemias.
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Cuida bien lo que tomas en el desayuno porque es en las primeras horas del día cuando tiende a subir la glucosa.
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Olvídate de los azúcares libres presentes en la miel, la bollería, los refrescos azucarados, los helados…
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Ten en cuenta que los platos precocinados llevan cantidades ingentes de azúcar.
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Restringe el consumo de harina, arroz, pan y pasta. A cambio puedes tomar todo tipo de cereales integrales, patatas y legumbres, que son de absorción lenta.
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Frutas: mucho mejor los cítricos, como la mandarina, que tiene poco azúcar y mucha fibra. Casi prohibidos el melón, la sandía, el plátano y la uva, por sus altos índices glucémicos.
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Verduras: siempre mejor las de hoja verde.
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El tomate, tu mejor amigo y el aceite de oliva, también.
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Di sí a los frutos rojos.
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Yogur y leche, siempre desnatados.
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Come pescados azules cocinados al vapor o a la plancha.
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¿Frutos secos? Sobre todo, nueces, pero con moderación.
Con estos tips y las indicaciones de tu equipo médico, será más fácil hacer frente a la diabetes gestacional. Siempre sí a una vida sana y hábitos saludables, ¡antes, durante y después del embarazo!
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