Así se ven las red flags en la familia: por qué tu núcleo de origen también puede ser tóxico
Porque las relaciones tóxicas no sólo se dan entre parejas o amigos, te ayudamos a detectar las red flags y gestionar relaciones en una familia tóxica.
Cuando hablamos de red flags o banderas rojas, solemos pensar en ese ligue que hemos conocido en Tinder o en nuestra ex tóxica. Incluso, pensamos en esa amiga que tiene comportamientos poco empáticos cada vez que comenzamos una relación. Pero estas actitudes cuestionables pueden estar en cualquier ámbito de nuestra vida: amor, amistad, trabajo… incluso podemos hablar de una familia tóxica.
Poco se habla de que también existe el maltrato intrafamiliar, es decir, cuando la familia no es refugio y nos lleva a situaciones límite, nos hace sentir mal o nos genera incomodidad.
Si has detectado comportamientos irregulares por parte de tus padres, tus hermanos, tus primos… recuerda que no hay que aguantarlo todo porque haya lazos de sangre.
¿Familia tóxica? La importancia de poner límites
Antes de arremangarnos y entrar de lleno en este tema, queremos poner sobre la mesa que no existe una verdad universal. En nada.
El primer paso para aprender a detectar actitudes tóxicas en nuestra vida es aceptar que todo el mundo puede actuar mal y equivocarse, incluso aquellos que más nos quieren. Un error puntual o un mal momento no indica per se que hablemos de una relación tóxica.
No hablamos de casos muy extremos, de maltrato físico o abandono. Incluso cuando tenemos la mejor madre o el mejor padre del mundo, también se pueden equivocar. Es habitual que la familia quiera lo mejor para nosotros, pero no tienen la verdad absoluta.
Ahora bien, ¿en qué casos podemos estar ante red flags y cómo poner límites?
6 red flags en una familia tóxica que son más habituales de lo que crees
Y aunque quizá estamos pecando de benévolas, nos gusta pensar que todos lo hacemos lo mejor que podemos, también cuando se trata de un familiar.
Sin embargo, si detectas alguna de estas red flags en la familia, es el momento de que te pongas seria y tengas una conversación con ellos para sacar el cartel de Stop.
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Derecho a opinar de todo y controlar tu vida
Esto es algo muy habitual en una familia tóxica, pero que no debemos permitir. Tu familia te puede aconsejar, darte un aviso si ven que estás yendo por un camino que no te beneficia y por supuesto querer lo mejor para ti. Pero cuando entran en tu vida hasta el último milímetro, opinando (¡imponiendo!) su opinión sobre tus parejas, juzgando si has cogido un par de kilos o incluso ridiculizando si les gusta o no tu ropa, entonces esto es una red flag.
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Cuando no se pide perdón
Por mucho que sea una o un familiar, no está exento de disculparse tras una pelea o un error.
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Cuando no te escuchan, ignoran tus logros o minimizan tus problemas
Otro caso que se da bastante es que haya una persona (tal vez un hermano, un primo…) que monopoliza todas las conversaciones y cuando quieres hablar tú nunca encuentras el momento de contar tus cosas. Esto es más grave cuando se resta importancia a tus problemas y a tus logros.
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Si te hacen sentir inferior a otro miembro de la familia
A veces existe una desigualdad notable entre hermanos o primos, decantando la balanza de favoritismos hacia uno u otro. Esa persona lo hace todo bien, tiene un trabajo estupendo, es guap@ e inteligente. Sin embargo, sobrevuela sobre ti esa idea de ¿por qué no se te pega nada de él o ella? Si te hacen sentir inferior, ha llegado el momento de reclamar tu valía.
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Cuando te piden favores continuamente
Solo por ser hija, hermana o madre no tienes que cargar con todo. Una cosa es hacer un favor (igual que se lo haríamos a una amiga) y otra sentirnos en la obligación de que la vida de los demás siempre tenga más peso que la nuestra propia. Es habitual que nos hagan cargar con roles que no nos corresponden o que no queremos asumir. Y tienes todo el derecho del mundo de decir que no.
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Cuando se tapa algún abuso para proteger a otro miembro de la familia
Es uno de los ejemplos más graves de red flags en la familia tóxica. El sentimiento de querer proteger a todos puede hacer que realmente haya una víctima a la que no se le está prestando atención. Si has sufrido un abuso dentro del núcleo familiar y el resto trata de taparlo, es algo muy grave. Busca ayuda fuera.
Todos tenemos una mochila
Hay que aceptar y comprender que todos somos personas diferentes y que incluso aunque nos una la sangre, podemos tener distintas formas de entender la vida. Nuestras propias vivencias explican muchas veces nuestros actos y comportamientos. Por eso, y en contextos de desencuentro, será importante comprender a cada uno, expresar lo que nos hace daño y, de forma asertiva, tratar de encontrar puntos de acuerdo.
El amor no es una obligación
Suena duro, pero el amor es un sentimiento que debe nacer de dentro y cultivarse día a día. Y esto no depende solo de ti.
Lo “normativo” es que la familia sea un punto de apoyo, un refugio y que tus padres sean personas que te apoyan y te comprenden (o, al menos, lo intentan).
Pero si algo hemos aprendido a estas alturas de la vida es que hay tantos tipos de relaciones como personas existen en el mundo, incluso en el ámbito familiar. Por eso, si por cualquier cosa este no es tu caso, si no te encuentras cómoda en tu núcleo, si tú sientes que ahí no puedes amar como la sociedad te exige, eso también es normal y válido.
El amor nunca puede ser una imposición ni debe obedecer a ninguna regla.