La mujer y la niña en la ciencia: ¿un universo conquistado o por conquistar? 3 directivas responden
Las niñas son de letras y los niños son de ciencias. Este prejuicio cada vez está cayendo más en el olvido. Y menos mal.
El 11 de febrero es el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Un momento necesario para reivindicar que las mujeres también trabajan en tecnología, laboratorios e investigación. Eso de que las niñas son de letras y los niños son de ciencias ya está quedando atrás (afortunadamente) y, por fin, parece que aquellos que siguen nuestros pasos son más libres de elegir su propio camino.
Pero, ¿es necesario seguir celebrando este día? Mientras continúen las desigualdades, sí. Y las hay. Todavía las hay.
Para tener una visión más global de la situación, hemos hablado con mujeres de bandera, ejemplos en su profesión, con carreras profesionales intachables y todas con un mismo denominador común: la ciencia y la tecnología. Nos han prestado su voz Nausica Trías, Directora General de AIS Group (Inteligencia Artificial), Irene Maluenda, Responsable del área de Propiedad Industrial de Certest (Biotecnología) y Marta Panera, directora de Marketing y Comunicación para Europa Occidental de la firma de beauty tech Foreo.
Solo el 16% de quienes cursan estudios STEM en España son mujeres
Según datos de la Fundación La Caixa, solo el 16% de las personas matriculadas en estudios STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) son mujeres son mujeres. Eso sí, la tasa de abandono es inferior en mujeres que en hombres. A nivel mundial, las cifras son un poco más alentadoras, pero siguen sin lograr la paridad: según datos de la UNESCO, solo el 35% de las plazas en las carreras STEM están ocupadas por mujeres.
Irene Maluenda nos explica que “depende bastante de la rama. Cuando yo estudiaba, ya éramos más chicas en química, pero en ingenierías la presencia masculina es mucho mayor”. Afirma también que “a día de hoy ya se ha igualado bastante, pero los puestos de visibilidad son más masculinos”.
Nausica Trías nos brinda una reflexión muy interesante: “En mi opinión, es una cuestión educativa. Aunque van perdiendo peso progresivamente, aún existen los estereotipos de género. Creemos que educamos a nuestros hijos e hijas de manera indistinta, pero en la sociedad sigue vigente la tendencia a pensar que las carreras STEM se adaptan más al perfil masculino”.
Entonces, ¿tenemos la solución en nuestras manos? En parte, sí, pero también necesitamos “hacer políticas educativas imaginativas desde los gobiernos para que desde pequeñas a las niñas les entre el gusanillo de estudiar una carrera científica. Se trata de combatir el sesgo desde edades tempranas”, apunta Trías, quien concluye con la importancia de “dar visibilidad a referentes femeninos: es necesario para contribuir a este cambio de visión”.
En esa misma línea se sitúa la opinión de Marta Panera: «Soy miembro de WomenInTech y reciente mentora en el programa STEM Talent Girl y este es un problema que hemos detectado. La cuestión es que nos faltan referentes femeninos visibles en esos ámbitos, y los pocos que hay tenemos que visibilizarlos más«.
«Cuando una niña piensa qué quiere ser de mayor, influye muchísimo su entorno: a qué se dedican su madre, sus tías, sus hermanas mayores, los roles de las mujeres que aparecen en las series de Netflix o en los libros que lee, los vídeos que consume en Tik Tok, etc. Necesitamos más Martas Ortega, más Anas Botín en el sector empresarial y más Salomés Valero, más Saras García, más Marías Pe Pereira, más Claras Grima, etc. en ciencias. Y para eso hay que enseñar a las niñas que esas trayectorias existen y están a su alcance. Lo que no se ve no existe».
Insertad aquí sonido de aplausos: no podemos estar más de acuerdo.
Las desigualdades en las empresas…
No solo tenemos menos presencia en las profesiones STEM, también en los puestos directivos. De hecho, en España solo el 30% de las mujeres ocupan cargos en consejos de administración de empresas del IBEX35.
En el caso particular de las tres mujeres a las que hemos entrevistado, no se han encontrado con grandes desigualdades o discriminaciones… aunque siempre hay matices.
Por ejemplo, Trías recuerda a una compañera de ingeniería que, cuando comenzó a trabajar en su empresa, no tenía a su disposición lavabos para mujeres, mientras que Maluenda apunta a que las mujeres que trabajan en laboratorios deben salir de él al quedarse embarazadas por el peligro que puede suponer para el feto.
Solo el 30% de las mujeres ocupan cargos en consejos de administración de empresas del IBEX 35.
«A lo largo de mi carrera me he encontrado con jefes (en masculino en su mayoría) con los que que he crecido porque han confiado en mí para darme responsabilidades que me han permitido expandir mi red de competencias, y me he encontrado con compañeros -especialmente en el sector e-commerce, que hace 10 años era una industria eminentemente masculina- que me abrieron la puerta para que yo accediera a determinados ámbitos«, valora positivamente Panera.
«Pero también me han preguntado en una reunión con un headhunter si tenía hijos o pensaba tenerlos y, aunque en mi caso no tengo hijos por decisión propia, sé que este aspecto pesa aún para muchas mujeres en las entrevistas«, agrega la directiva.
…y también en casa
Trías nos indica que su carrera no se ha visto perjudicada por el hecho de ser madre. “Tengo suerte de tener una pareja con dedicación de 50% en todo y esto me ha favorecido mucho, pero no suele ser lo habitual”. La crianza de los hijos debe ser cosa de dos y ahí el cambio comienza en el hogar.
Nos quedamos también con su reflexión sobre la conciliación y la legislación actual: “El hecho de que hasta hace unos años las mujeres tuvieran una baja por maternidad más larga que los hombres favorecía a la discriminación. La regulación actual en España lo ha resuelto”.
Pero también apunta que “la conciliación efectiva sigue siendo una asignatura en la que hay que trabajar, pues, pese a los avances que vamos alcanzando, el peso del cuidado de la familia y del hogar sigue recayendo principalmente en las mujeres. En España, los horarios son extensos y a veces difícilmente compatibles con cuidar una familia. Esto sin duda perjudica profesionalmente a muchas mujeres, tanto las que se dedican a campos STEM como las que no”.
«Es difícil avanzar a nivel profesional si no hay paridad en casa y cada vez que el niño se pone enfermo quien va a recogerlo a la guardería es la mujer; si cada vez que hay muestra de teatro en el colegio es ella la única que pide permiso en la empresa para ir esa tarde. Nuestras empresas son reflejo de nuestra sociedad y, aunque ahora mismo varias empresas estén apostando por la paridad, si luego no hay paridad en casa, el camino de las mujeres hacia puestos de dirección seguirá estando sembrado de obstáculos«, concluye Marta Panera.
¿Existe cierta tendencia a la masculinización de la mujer en este tipo de trabajos?
Por último, hemos querido despejar una curiosidad que nos surgió a la hora de preparar este reportaje y es la “masculinización de la mujer” en ciertos ambientes. Hablamos de ropa, actitudes…
Y aquí hay opiniones dispares. Maluenda apunta que “no cree que las mujeres en puestos elevados sean más masculinas”, pero Trías ha vivido otra situación “algunas mujeres adoptan la forma de gestionar ‘más agresiva’, históricamente más típica masculina, para poder competir al mismo nivel que los hombres”.
Y no se trata de competir. Hay sitio, cada vez más, para todos.