Filtración de nudes y sextorsión: el peligro de la humillación sexual en la era digital

La controversia de la filtración de imágenes intimas señala un problema más amplio: buscar reconocimiento a través de la violencia contra las mujeres

mayo 26, 2023 Escrito por Ana Rojas

Investigación social y análisis de datos. En Bloom escribo sobre género, derechos y salud.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

“Ir a buscar clout (influencia) faltando el respeto y sexualizando a alguien es un tipo de violencia y da asco. Pero hacerlo por cuatro plays de más lo que da es una pena”. Con este tuit de Rosalía nos enterábamos la mayoría de que un individuo había manipulado con Inteligencia Artificial una de las fotos de la cantante catalana con el fin de que se la viera en topless. El objetivo del susodicho, en este caso, resultaba ser llamar la atención y aumentar su alcance como artista. “El próximo tema se llamará Rosalía”, decía entre risas en un directo de Instagram, horas antes de verse obligado a pedir perdón.

Aunque en este caso se trate de una foto íntima falsa, esta situación ejemplifica una de las motivaciones detrás de la filtración de nudes (fotos de desnudez): buscar el reconocimiento o la satisfacción a través de la humillación. Y no, no es casualidad que exponer el desnudo o sexualidad de las mujeres se entienda como una humillación. 

En este artículo pretendemos arrojar luz sobre aquello que implica la filtración de imágenes íntimas, qué tipos hay y qué hacer si te encuentras en esta situación.

La violencia basada en la imagen: del sextortion al revenge porn

Rosalía no es la única mujer reconocida que se ha visto envuelta en un caso de este tipo. Diversas artistas como Jennifer Lawrence, Kate Uptown, Kirsten Dunst, Ariana Grande, Scarlett Johanson o Kim Kardashian han vivido este tipo de ataques, donde su intimidad se ha visto vulnerada para siempre.

Y decimos para siempre porque, cuando una imagen se comparte en Internet, especialmente si luego es difundida de forma masiva, es realmente difícil eliminarla completamente. En el caso de redes sociales como Twitter, Instagram o Facebook, las fotos pueden ser eliminadas por sus autores, pero generalmente permanecen en los servidores de las empresas. Desafortunadamente, también existen casos donde los usuarios que publican tales imágenes ni siquiera están por la labor de borrarlas, como es el caso de la exactriz porno Mia Khalifa.

Esto es revenge porn (en castellano pornovenganza o pornografía no consentida), un tipo de violencia digital en el que se comparten fotos o vídeos de desnudez o manteniendo relaciones sexuales sin consentimiento de la persona o personas fotografiadas. Se acompaña del término “venganza” porque el ataque suele venir de una persona cercana a la víctima y su intención de atacar y abusar de la misma.

Sin embargo, también existe una motivación que tiene mucho que ver con la reivindicación personal: “A pesar de que la atención de los medios de comunicación se centra en la venganza contra una expareja como motivación principal, es más frecuente que esté relacionado con la gratificación sexual o con impresionar a los compañeros en internet”, explicaba la investigadora jurídica de la Universidad RMIT de Australia Nicola Henry a The Guardian.

También cabe diferenciar el llamado sextortion (sextorsión), el acto de extorsión a una persona con la amenaza de ver sus imágenes íntimas publicadas o difundidas sin consentimiento, pudiendo acarrear también chantaje y pérdidas financieras. De acuerdo con la UNODC, en la actualidad la sextorsión es uno de los delitos más extendidos y en mayor crecimiento, incentivado por varias causas: desde el el aumento del sexting y prácticas sexuales online a las crecientes posibilidades tecnológicas para grabar y difundir contenido y las vulneraciones de ciberseguridad. 

sextorsión

Este tipo de violencia acapara páginas y foros webs enteros. Uno de los más grandes, ‘AnonIB’, fue recientemente cerrado por la policía, pero llegó a acumular miles de vídeos de pornografía no consentida. 

“He visto los sitios y los foros y la misoginia casual, el lenguaje vil, es absolutamente escalofriante. Los perpetradores no perciben a las víctimas como seres humanos, sino únicamente como valores y acciones con los que se puede comerciar. Podría ser cualquiera y todo el mundo, y en sitios como AnonIB, que clasifican el contenido según la ubicación, podría ser la persona que está a tu lado en Sainsbury’s”, declaraba Sophie Compton, de la organización ‘My Image My Choice’ sobre el foro. 

Además, el caso de Rosalía también revela uno de los principales peligros de la Inteligencia Artificial generativa; el hecho de poder crear imágenes falsas sobre personas reales, que pueden ser difundidas a falta de una regulación que afronte estos nuevos riesgos presentes en la tecnología. Esto quiere decir que no solo corremos el peligro de que se difundan nuestras fotos íntimas existentes, sino que ahora también pueden ser creadas y manipuladas desde nuestra propia imagen.

Una realidad que afecta especialmente a mujeres

Aunque existe una falta generalizada de estudios amplios al respecto que nos ayuden a entender la dimensión real de la violencia basada en la filtración de imágenes íntimas online, diversos estudios nos muestran cómo esta realidad afecta a ambos géneros, pero especialmente a mujeres.

De acuerdo con un estudio de la Universidad de Exeter basado en la línea de asistencia a los delitos de pornovenganza (Revenge Porn Helpline), al menos 3 de cada 4 víctimas de filtración de imágenes íntimas eran mujeres y 9 de cada 10 la habrían sufrido. En cambio, la extorsión basada en la publicación de imágenes íntimas es más común entre hombres, según demuestran diversos reportes, especialmente los hombres no heterosexuales, que tienen más del doble de probabilidades de sufrir este tipo de abuso (el 10,9% de “no heterosexuales” frente al 4,5% de heterosexuales, según las categorías del estudio).

filtracion nudes

Sin embargo, en todos los casos de sextorsión, la participación de los hombres como victimarios es casi 4 veces mayor a la de las mujeres, según revela una encuesta nacional en Estados Unidos en 2018. Y, en un amplio número de casos, no se trata precisamente de ciberdelincuentes anónimos y desconocidos, sino que es una realidad mucho más cotidiana y cercana a la víctima, tal y como señala la profesora de Derecho en la Universidad de Durham Clare McGlynn: 

boobs-separator

“Las personas prefieren pensar que los perpetradores del abuso de fotos íntimas son pervertidos u ‘otro’ tipo de persona extremadamente maliciosa. La verdad es que se trata de hombres y menores de la vida cotidiana. Los grupos cerrados, los chats de muchachos, el establecimiento de vínculos a través de imágenes explícitas y las ‘bromas’ se han convertido en algo absolutamente generalizado“, indica la docente en el mencionado artículo de The Guardian.

Respecto a la situación en España, en el año 2022 ya se contabilizaban 400.000 casos de delitos digitales de índole sexual como la pornovenganza, siendo un 25% dirigidos a menores de edad. Unos ataques que ocurren recurrentemente en redes sociales como Instagram (25%), Facebook (35%), WhatsApp (15%) y otras páginas web. 

El impacto de la pornovenganza en las personas que la viven puede ser devastador. Los ciberdelitos sexuales contra las mujeres revelan la presencia de trastorno por estrés postraumático, ansiedad, depresión e ideación suicida, encontrando similitudes con el impacto de las agresiones sexuales con contacto físico. No olvidemos el caso de la trabajadora de IVECO que se suicidó tras la difusión de un vídeo íntimo en mayo de 2019, cuyo caso judicial fue archivado en 2020. 

La magnitud de la gravedad de este tipo de delitos -cuyas notificaciones han llegado a aumentar un 1.000% en pandemia  contra los menores- también choca con una falta de recursos efectivos públicos que atiendan la situación de manera adecuada y digna para las víctimas. 

Recursos: ¿qué hacer si filtran mis imágenes íntimas o amenazan con hacerlo?

Si tú o alguien de tu entorno está viviendo una situación de filtración de imágenes íntimas o extorsión, aquí te brindamos los recursos gratuitos a los que puedes acudir. Si estás bajo una situación de amenaza o intimidación, también hay medios a los que puedes recurrir por diversas vías sin dejar rastro: 

  • Tanto si quieres denunciar (has de saber que en España tanto la filtración de imágenes íntimas como la extorsión son delitos recogidos en el código penal, artículos 197.7 y 243, respectivamente, con penas de prisión y multas) como si no, te recomendamos ponerte en contacto con el teléfono gratuito de información y asesoramiento jurídico puesto en marcha por la Delegación de Violencia de Género, el 016. Funciona las 24h del día y no deja rastro en el registro de llamadas
  • Si no te sientes cómoda llamando, puedes comunicarte con el mencionado servicio de asesoramiento especializado por Whatsapp en el número 600 000 016 o escribiendo a través del correo electrónico: 016-online@igualdad.gob.es.
  • Si eres menor de edad y estás o crees que alguien puede estar sufriendo este tipo de violencia a tu alrededor, puedes llamar a ANAR al 900 20 20 10
  • El Ministerio de Igualdad ha creado un buscador donde puedes encontrar tu recurso asistencial más cercano, en la web de recursos de apoyo y prevención ante casos de violencia de género (WRAP).
  • Aquí el directorio de asociaciones especializadas a las que puedes recurrir si necesitas asistencia.

¿Te ha gustado este post?

¡Queremos saberlo!