La dieta FODMAP está en todas partes… ¿funciona realmente para el intestino irritable?

El Síndrome de Intestino Irritable necesita de una alimentación específica y la respuesta está en una dieta baja en FODMAP

diciembre 16, 2025 Escrito por Noelia

Redactora especialista en Salud Femenina, con más de diez años de experiencia en esta temática. Posgrado en Periodismo Digital por la Universidad Rey Juan Carlos.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

En cuestión de alimentación, hay algo que deberíamos tener claro: no todos debemos comer lo mismo. Aunque en principio tenemos bastante claro cuáles son los alimentos aliados y cuáles los que nos perjudican más de lo que nos ayudan, también entran en juego las particularidades de cada uno de nosotros.

Hoy nos vamos a centrar en las personas que tienen intestino irritable y, para comprender mejor qué pueden comer y qué no, hemos hablado con la experta en nutrición, ciencia y deporte, Natalia Mayor, para que nos ayude a arrojar algo de luz sobre este importante tema.

Qué significa tener intestino irritable

La Clínica Universidad de Navarra define el Síndrome de Intestino Irritable como “un cuadro crónico y recidivante, caracterizado por la existencia de dolor abdominal y/o cambios en el ritmo intestinal”. Es decir, diarrea o estreñimiento frecuente.

Esto afecta a la calidad de vida de la persona que lo sufre, ya que, más allá de este dolor, también puede empeorar la vida en otras esferas, provocando absentismo laboral, limitaciones sociales, incluso afectando a la actividad física.

Los síntomas más habituales son, precisamente, el dolor abdominal, la distensión abdominal y la alteración del ritmo intestinal. Esto puede provocar que la persona sienta que “todo lo que come le sienta mal”. Pero en realidad no tiene por qué ser así. Lo importante es saber qué comer y cómo.

dieta baja en fodmap

Qué es una dieta baja en FODMAP

Aquí entran en juego las llamadas dietas bajas en FODMAP. La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición las define como las dietas que evitan los “oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables”. Se trata de hidratos de carbono de cadena corta que se absorben con dificultad en el intestino y que pueden llegar a ser fermentados por la flora intestinal.

FODMAP es un acrónimo de «oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables»

Esto hace que se liberen gases y agua, provocando el mencionado dolor, la hinchazón e incluso las flatulencias que a menudo sufren las personas con SII.

La adquisición de una dieta baja en FODMAPs debe realizarse junto a un profesional de la salud y de forma controlada. Normalmente, se divide en tres fases: en la primera etapa, que suele durar entre dos y seis semanas, se eliminan de una manera estricta todos estos alimentos; en la segunda etapa van incorporándose de nuevo de forma gradual para identificar cuáles son aquellos que aportar mayores problemas digestivos; finalmente, una vez identificados los datos, se personaliza la dieta en función del paciente, tanto en tipo de alimentos como en las cantidades.

Qué alimentos se recomiendan para personas intestino irritable

Natalia Mayor nos explica que “en personas con intestino irritable suele funcionar muy bien una alimentación basada en productos fáciles de digerir: verduras bajas en FODMAP como calabacín, zanahoria o espinacas; frutas como plátano maduro, uvas o fresas; proteínas magras como pollo, pavo, pescado blanco o huevos; y carbohidratos suaves como arroz, patata o avena fina”.

dieta para personas con intestino irritable

¿Y qué pasa con la grasa? “También recomiendo incluir pequeñas dosis de grasas saludables como AOVE o aguacate, y priorizar alimentos cocinados de forma simple”, apunta la nutricionista.

Tener intestino irritable no implica comer mal. De hecho, es lo último que deberíamos hacer, ya que, como el resto de las personas, tenemos unas necesidades. Así, Mayor nos indica que “en mis asesorías nutricionales suelo recalcar que, más que prohibir, se trata de seleccionar opciones que reduzcan la inflamación y mantengan la energía estable durante el día”.

Hábitos a la hora de comer

Más allá de los alimentos, también es importante tener en cuenta que el “cómo comemos” influye. Y mucho. Hemos querido preguntar también a Natalia Mayor por los hábitos que debemos evitar a la hora de comer, al margen de esos alimentos que pueden no sentarnos muy bien, y nos indica que, efectivamente, está confirmado que “más allá de qué comer, lo que más empeora los síntomas es cómo se come”.

Evita comer con prisas o distraído, no abuses del café en ayunas y no te saltes comidas

Así, si quieres unos consejos, apunta esto: “Conviene evitar comer con prisa, hacerlo distraído, grandes volúmenes en una sola comida, beber mucho líquido durante las comidas, abusar del café en ayunas o entrenar justo después de comer. También es importante no saltarse comidas, ya que los vacíos largos suelen irritar más el intestino. En consulta lo trabajamos mucho: respiración antes de comer, masticar despacio, y rutinas que ayuden a que el sistema digestivo esté en calma. Por supuesto, todo esto acompañado de un ejercicio físico bien pautado y buscando la mejor hora de entrenamiento. Estos hábitos, aunque parecen pequeños, marcan una diferencia enorme en la calidad de vida”, explica la experta.

Tener intestino irritable no significa que tengas que comer poco o privarte de todos los alimentos que te gustan. Lo importante es tener diagnosticado lo que te ocurre para, una vez identificado, comenzar a trabajar en ello con los consejos y pautas de los especialistas, con una alimentación adecuada a tus necesidades y un estilo de vida que te ayude a mantenerte enérgica, saludable y feliz, sobre todo feliz.

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