El caso de Carla Galeote nos lleva a preguntarnos: ¿cómo debo actuar ante un exhibicionista? La guía ‘antimirones’ definitiva

El caso de Carla Galeote nos ha hecho preguntarnos: ¿qué debemos hacer si nos cruzamos con un exhibicionista o acosador callejero?

abril 9, 2024 Escrito por Sara G. Pacho

Redactora de Bloom especializada en salud femenina, estilo de vida y feminismo. Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Máster en Comunicación como Agente Histórico-Social, especialidad en Lenguaje Audiovisual por la Universidad de Valladolid.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

Tiene 23 años y cientos de miles de seguidores en sus redes sociales. Graduada en Derecho por la Universidad de Lleida, de donde es natural, Carla Galeote es creadora de contenido y comunicadora, reconocida especialmente por su activismo feminista, aunque también en derechos humanos, salud mental y diversidad. Ha colaborado en ‘La Futura Channel’, ‘GenPlayz’ y ‘La Base’, entre otros, además de participar en encuentros con políticas como Yolanda Díaz, Irene Montero o Ada Colau. También ha publicado su primer libro, ‘Hablemos de feminismos’, con prólogo de Inés Hernand, pero estos días su nombre está saliendo en los medios por otra razón: difundió un vídeo en sus redes para denunciar a un vecino que se masturbaba mientras la miraba que puede hacer que acabe en la cárcel. 

Los hechos

Son muchos, ¡muchísimos!, los casos de personas que se masturban o tienen relaciones sexuales a la vista de todos sus vecinos. También son muchos, ¡muchísimos!, los hombres que ejercen este tipo de conductas para intimidar a las mujeres. Esto es lo que le tocó vivir a Galeote la primera semana del mes de abril. Según explica la influencer, al salir al balcón de su casa un vecino de unos 70 años empezó a masturbarse y desnudarse mientras la miraba. Asqueada y rabiosa, decidió plantarle cara grabando un vídeo que hizo público a través de su perfil de TikTok, donde cuenta con más de 393.000 seguidores. La red ya ha ordenado su retirada. Y es que Galeote, en lugar de sentirse avergonzada o intimidada, decidió darle la vuelta a la tortilla y documentar lo que estaba pasando de cara a una posible denuncia. Sin embargo, cruzó la línea del derecho al honor y la intimidad de otra persona y, a pesar de lo desagradable de la situación, es ella quien se enfrenta a una posible sanción e incluso a una pena de cárcel. Esto nos ha hecho preguntarnos, ¿sabemos cómo actuar ante un caso así?

La legislación

Según el artículo 185 de nuestro Código Penal, “el que ejecutare o hiciere ejecutar a otra persona actos de exhibición obscena ante menores de edad o incapaces, será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de seis a doce meses”. Es decir, el delito de exhibicionismo solo se aplica en caso de involucrar a menores o personas con discapacidad para proteger la libertad sexual. 

La Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre, de garantía integral de la libertad sexual, también conocida como Ley del ‘solo sí es sí’, modificó algunos artículos contra la libertad sexual definidos en el Código Penal para tratar de hacer transversal la idea de que el consentimiento tiene que estar en el centro. Así, esta norma amplía el artículo 173 de las torturas y otros delitos contra la integridad moral para contemplar también las situaciones de acoso callejero, que se refiere “a quienes se dirijan a otra persona con expresiones, comportamientos o proposiciones de carácter sexual que creen a la víctima una situación objetivamente humillante, hostil o intimidatoria, sin llegar a constituir otros delitos de mayor gravedad”.

Cómo se supone que debemos actuar

Actuar ante el exhibicionismo

  1. Ni culpa, ni vergüenza.

    Es increíblemente desagradable enfrentarse a algo así, y seguramente la mayoría de nosotras lo sabemos porque nos ha pasado.

    A pesar de que cabría esperar que la vulnerabilidad la tiene quien se exhibe (eso nos pasa a nosotras), cuando un hombre se masturba delante de nosotras, o nos enseña sus genitales, o cualquier otra forma asquerosa de acoso que se les ocurra para intimidarnos, somos nosotras las que nos sentimos inseguras y frágiles.

    Este sentimiento a menudo se transforma en miedo y lo único que queremos es huir. Es normal, sobre todo si esto sucede en lugares solitarios, o de noche.

  2. Pide ayuda.

    Intentemos que estas conductas no queden impunes: si vives algo similar y te sientes con fuerzas para tolerar lo descrito anteriormente, llama inmediatamente a la policía. Denunciando estas agresiones vamos poniendo piedras para construir un muro que diga a los otros acosadores que no les va a salir gratis.

  3. Toma pruebas de lo que está pasando.

    No para lanzarlas a la red y convertirte en TT, sino para aportarlas a un posible procedimiento judicial. Según nos explica María García Romero, abogada especialista en Derecho Penal en Madrid y Valencia, sí podemos tomar pruebas -tanto de vídeo o imagen como de voz en el caso de estar recibiendo amenazas- para presentarlas de cara a una posible denuncia e identificación del acosador. Aquí nos advierte una vez más que Galeote hubiera hecho lo correcto si no hubiera difundido este vídeo a través de sus redes y lo hubiera utilizado como prueba. Aunque también indica que en este caso, al estar el agresor en su domicilio, sería difícil probar el acoso.

  4. Denuncia.

    Aunque creas que no servirá de nada. Hazlo por ti y por todas tus compañeras. Hazlo porque el castigo de uno es la lección para otros. Hazlo porque así señalas que es un hecho delictivo, que lo sabes, y que no lo toleras ni lo temes (aunque en tu fuero interno un poco de miedo sí sientas).

  5. Comparte tu experiencia.

    Eso sí, y aunque cueste, respetando la intimidad de quien te está acosando. Si algo hemos aprendido del feminismo en los últimos años es que, por desgracia, todas tenemos experiencias similares y que ayuda ponerlas en común, además de por el puro desahogo, porque nos hace sentir menos solas ante el peligro y ayuda a que, pasito a pasito, ciertos temas ocupen la conversación pública y, quizá, se conviertan en protocolos o leyes que frenen estos comportamientos.

Masturbarse en público es otra forma de acoso contra las mujeres

Según la última Macroencuesta de Violencia Contra la Mujer realizada por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género que se publicó en 2019, el 40,4% de las mujeres mayores de 16 años residentes en España ha sufrido acoso sexual en algún momento de su vida. Otros datos más actuales, del año pasado, proporcionados por el Ministerio del Interior, aseguran que casi el 90% de las víctimas de delitos sexuales contra la libertad sexual son mujeres y niñas. El 95% de los responsables de estos delitos son hombres. 

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