Universo topless: una mirada feminista sobre esta práctica y consejos de amiga para iniciarse
En la era del #freethenipple, tomar el sol sin la parte superior del bikini sigue siendo, en ciertos lugares y contextos, un acto de rebeldía y empoderamiento
Exponer nuestros cuerpos puede suponer un conflicto para muchas de nosotras. Aunque solo nos debería preocupar utilizar la protección solar adecuada para cuidar nuestra piel, lo cierto es que plantarse el biquini es muchas veces pasar a disposición del juez más tirano y machista. Y si quieres prescindir de la parte de arriba, más. Lo que en su día fue un movimiento más de liberación, hoy puede convertirse en un deporte de riesgo.
Topless: un poquito de historia
En los años 60 y 70, unas cuantas visionarias visibilizadas por iconos como Brigitte Bardot decidieron quitarse la parte de arriba del biquini en las playas y dejar de preguntarse por qué dan tanto miedo nuestras tetas. Lo que comenzó en Francia pronto llegó también a nuestras costas, coincidiendo con una época de destape y liberación posdictadura.
Quedaban atrás esas marcas del sol que para algunas pueden resultar antiestéticas, pero, sobre todo, se subía un nuevo escalón en cuanto a recuperar el control de nuestros cuerpos y de una zona que, depende del espacio y la mirada, pasa de ser erótica a algo que esconder.
Sabedoras del poder de una teta en un contexto incómodo, surgieron, por ejemplo, las activistas de Femen, que protestaron contra los mandatos de la Iglesia, el turismo sexual y el sexismo con proclamas escritas sobre su torso desnudo.
Sin embargo, parece que cada vez quedan más lejanas esas ansias free domingas. El topless es una tendencia a la baja y el miedo al acoso, para algunas mujeres, es mayor que las ganas de disfrutar del sol y el agua sin ataduras superiores.
Según un estudio de opinión de Ifop, el acoso y la falta de confianza encabezan la lista de razones por las que las mujeres de entre 18 y 25 años no se plantean liberarse de la parte de arriba del biquini. Y es que los mirones de décadas anteriores hoy van con un teléfono en la mano, por lo que el daño a la intimidad se amplía.
¿Es legal hacer topless en la playa y la piscina en España?
Con la aprobación de la Constitución en 1978, quedaron atrás aquellas normas amparadas en la moralidad y el escándalo público dejó de ser un delito. ¿Qué pasó entonces con el topless? Lo que estaba equiparado con, por ejemplo, los hombres que sacan a pasear su pene en lugares donde no procede con el simple propósito de intimidar pasó a estar en la esfera de la libertad personal de cada una de nosotras.
Porque, amigas, hacer topless no busca provocar ni tiene ninguna intención sexual, como tampoco la tiene, por ejemplo, volver a casa de noche con un par de copas de más. Ya sabes de lo que te hablo.
La red social Instagram es otro ejemplo más de la hipocresía que hay en torno a nuestras tetas. Tanto es así que existe un movimiento bajo el hashtag #freethenipple que reivindica nuestra libertad para enseñar las tetas en los mismos contextos que los hombres. Aparentemente son iguales, ¿por qué entonces un pezón masculino resulta inocuo y uno femenino es una provocación?
En España es totalmente legal hacer topless en cualquier playa, río o piscina, aunque conviene conocer las ordenanzas municipales, ya que algunos ayuntamientos sí pueden tener sus propias normas acerca de la desnudez en espacios públicos. Esto, además de ser poco habitual, en realidad sería rebatible: ¿por qué entonces los hombres pueden mostrar el torso?
¡Tetas fuera! Consejos para iniciarse en el topless
¿Estás decidida a hacer topless? Bien, pues aquí van algunas recomendaciones que debes tener en cuenta para disfrutar a tope de tu decisión.
- ¿Es tu primera vez y te da corte? Empieza boca abajo, desabrochando la parte de atrás del biquini y sintiendo tu espalda desnuda al sol.
- Ojo con las quemaduras. Utilizar protección solar es necesario en todo el cuerpo. El sol, que nos aporta muchos beneficios, también puede ser un gran enemigo si no protegemos la piel y nos exponemos en horas en las que la incidencia de sus rayos es más directa. Por eso, tenemos que estar muy pendientes de aplicar crema en todos los rincones y reaplicar cuando toque: también en las tetas, claro. La piel en esta zona no es muy distinta a la del resto del cuerpo, pero normalmente está menos acostumbrada al sol, por lo que tenemos que prestarle más atención.
- Cuida tus pezones. Aquí la piel sí es más delicada y tiene más peligro de acabar achicharrada, así que no olvides poner crema de un alto factor de protección solar.
- ¿Vas a hacer deporte? Esta es la única causa razonada para mantener sujetos los pechos en la playa, sobre todo si no son pequeños. Utilizar la parte de arriba o cualquier otro sujetador puede resultar más cómodo para jugar a las palas o correr por la playa, aunque eso también es una elección personal.
- Después de una jornada de sol, aplicar una loción hidratante o aftersun con aloe vera, por ejemplo, calmará la piel de todo el cuerpo, también la del pecho.
Para nosotras, hacer topless o no hacerlo debería ser una decisión personal. Las mujeres tenemos que luchar constantemente por reivindicar nuestros cuerpos como son, más allá de tallas, depilación, celulitis o lo que sea que pueda limitar nuestra libertad de elección y suponga un mecanismo de control.
Quitarse complejos no es fácil para nadie: sabemos que, estando totalmente concienciadas sobre la diversidad de los cuerpos y la importancia y derecho de mostrarlos todos, una puede elegir no quitarse la camiseta en la piscina mientras que otra no quiere ver ni en pintura la parte de arriba del biquini. Y ambas opciones están bien.