¿La lactancia materna es un “antibiótico natural” para los bebés?
La lactancia materna es una fuente de anticuerpos y puede actuar como antibiótico natural protegiendo al bebé ante algunas infecciones.
Siempre se habla acerca de los beneficios de la lactancia materna, pero es interesante ir un poco más allá para comprender realmente cuáles son sus ventajas concretas. En este sentido, están surgiendo interesantes hallazgos acerca de cómo puede mejorar la salud del bebé gracias a la leche de su madre. Recientes estudios y voces expertas apuntan a que la lactancia materna puede funcionar como un antibiótico natural para los bebés.
La divulgadora perinatal Andrea Ros (@madremente) apunta un dato muy interesante: solo el 45% de las madres están dando pecho después de los seis meses de vida de su bebé
La lactancia, una bomba de anticuerpos y nutrientes
Existen dos puntos interesantes a la hora de hablar de los efectos de la lactancia materna como antibiótico natural. Lo explica Andrea Ros (@madremente), divulgadora perinatal, en el capítulo 3×04 del ppdcast Escuela de Calor de Bloom: “La lactancia es una herramienta de salud pública tremenda que podría abaratar muchísimo los costes en Sanidad. Es una bomba de anticuerpos y de nutrientes”.
Además, según explica Ros, “la lactancia es algo que está vivo y se va modificando según las necesidades del bebé”. Cambia según su crecimiento, pero incluso también en los diferentes momentos del día (por ejemplo, por la noche tiene más melatonina para facilitar el sueño) o incluso si el bebé tiene alguna enfermedad. ¿Cómo lo hace? “El pezón lo detecta a través de la saliva y genera células inmunológicas específicas para ayudar al bebé a curarse”, explica.
Yendo un paso más allá, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Vanderbilt (EEUU), los azúcares presentes en algunas leches maternas pueden actuar como antibiótico natural ante ciertas infecciones producidas por estreptococos del grupo B. Algunas de las infecciones más comunes que pueden afectar a los recién nacidos y que están producidas por estas bacterias son la neumonía o la meningitis.
¿Es importante seguir con la lactancia materna más allá de los seis meses?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que durante los seis primeros meses de vida del bebé su alimentación sea exclusivamente con lactancia materna. A partir de ahí, se pueden ir introduciendo alimentos seguros y adecuados, pero lo más interesante sería que la lactancia también continuara hasta los dos años.
No sucede así en la mayoría de los casos, tal y como apunta Ros: “El 86% de las madres tienen intención de lactar, pero alrededor de los seis meses del bebé solo el 45% están dando teta”. ¿Los motivos? “Hay que volver al trabajo demasiado pronto y se hace incompatible, pero en gran medida también es porque muchas mujeres pierden la lactancia en estos primeros meses por falta de formación de los sanitarios”.
Al otro lado del charco, los datos no son muy diferentes. De hecho, en Estados Unidos solo el 22,7% de los niños toman pecho hasta el primer año de vida, según datos de la Bradley University.
Además, conviene mencionar un estudio de la Universidad de Helsinki y la Universidad de Turku, el cual localizó un hallazgo muy interesante relacionado con esto: los bebés amamantados durante más de seis meses tienen una menor resistencia a los antibióticos que aquellos que no han tenido lactancia o que han tomado teta durante menos tiempo.
En cualquier caso, es importante recordar que no siempre es posible aprovechar la lactancia natural y es necesario evitar los juicios sociales. Aunque la leche materna sea muy beneficiosa, lo que realmente necesita el bebé es que su madre esté bien.