Todo sobre la nefritis o por qué no es solo una infección de orina
La nefritis es una inflamación en los tejidos del riñón. Normalmente es pasajera, pero puede convertirse en crónica. Te contamos todo sobre ella.
Escrito por Noelia
Redactora de Bloom especializada en salud femenina. Diplomada en Turismo por la UNED, Máster en Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa por la Universitat Jaume I y Posgrado en Periodismo Digital por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactora en medios de comunicación digitales desde 2011.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
Los problemas de riñón son más frecuentes de lo que pensamos y, sin embargo, también son grandes desconocidos. Eso sí, es muy importante aclarar antes de entrar en materia que una inflamación en el riñón o una nefritis no es lo mismo que una infección de orina. Esta última, aunque muy molesta, en principio lo más habitual es que curse sin dejar complicaciones futuras, cosa que no siempre se puede asegurar cuando ocurre una nefritis.
Las infecciones del tracto urinario pueden afectarnos en cualquier momento, de hecho, en los últimos días ha saltado la noticia de que la Reina Doña Sofía tuvo que ser ingresada por una UTI, recibiendo el alta cinco días después.
Distinguir una nefritis de una infección de orina, como la cistitis, o incluso de una uretritis, es muy importante para evitar daños en nuestra salud. Por eso, hoy en Bloom queremos poner sobre la mesa todo lo que necesitas conocer sobre ella, para saber cuándo acudir al médico para conseguir un correcto diagnóstico.
Qué es la nefritis, causas y prevención
La nefritis es una inflamación en los tejidos del riñón que tiene como consecuencia la dificultad para filtrar los desechos de la sangre.
Sus causas pueden ser bastante variadas, desde la genética hasta el uso de determinados medicamentos, otras infecciones anteriores o, incluso afecciones inflamatorias como el lupus.
El mayor problemas de la nefritis es que es muy importante ponerle el tratamiento adecuado, ya que sin él puede complicarse y derivar en importantes daños en el riñon, como una insuficiencia renal.
Lamentablemente, en la mayoría de los casos la nefritis no se puede prevenir. Sí que puede resultar de ayuda identificar la posible causa para evitarla, por ejemplo, si ciertos medicamentos pueden provocar nefritis, se deberá reconsiderar disminuir la dosis o incluso dejar de tomarlos.
Si la causa de la nefritis está en los medicamentos, es muy importante reajustar la dosis o eliminarlos por completo para evitar que se repita o se cronifique esta enfermedad
Síntomas de la nefritis
La nefritis se suele manifestar principalmente mediante cambios en la orina: disminución en la cantidad, color rojizo o presencia de sangre suelen ser las señales más habituales de esta afección. Además, también puede ir acompañada de un aumento de la tensión, mayor sudoración e hinchazón de piernas.
Menos frecuentes (pero también probables) puede ser las náuseas, cansancio, vómitos, calambres, problemas para dormir y pérdida del apetito.
Tipos de nefritis: lúpica, intersticial, tubulointersticial, aguda…
En función del lugar en el que afecte se pueden distinguir varios tipos de nefritis.
Las caras de la nefritis
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Nefritis lúpica:
Afecta al glomérulo y está causada por el Lupus Eritematoso Sistémica. Esta enfermedad del sistema inmunológico ataca “por error” a los riñones. No se puede tener nefritis lúpica si la persona antes no está afectada por la enfermedad autoinmune del lupus.
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Nefritis intersticial o nefritis tubulointersticial:
En este caso, la nefritis afecta a los túbulos de los riñones y a los espacios que hay entre ellos y el glomérulo. Cuando esta inflamación es temporal se denomina nefritis intersticial aguda, pero cuando es muy prolongada se dice que se convierte en crónica.
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Glomerulonefritis:
La glomerulonefritis es el tipo de nefritis que afecta al glomérulo, es decir, la primera parte del sistema de filtración de los riñones. Al igual que el tipo anterior, también puede ser aguda o crónica.
Diagnóstico y tratamiento de la nefritis
El nefrólogo es el profesional más indicado para tratar los casos en los que se sospecha que puede haber una nefritis. Además de una entrevista con el o la paciente para que le explique sus síntomas, las pruebas más habituales incluyen toma de la presión arterial, exámenes de orina, biopsia renal, ultrasonidos del riñón y análisis de sangre.
Es muy importante que sepamos explicar con claridad los síntomas que tenemos y así el profesional de la salud pueda derivarnos al especialista oportuno, en este caso el nefrólogo.
En cuanto al tratamiento, depende mucho del tipo de nefritis que tenga cada persona. Lo más habitual es tratarla con medicamentos (que pueden ser antibióticos, antiinflamatorios, corticosteroides, entre otros, en función de las necesidades de cada caso). En algunos casos puede ser necesario recurrir a la diálisis durante un período corto de tiempo.
¿Es crónica la nefritis? ¿Puede afectar a la esperanza de vida?
La nefritis suele ser pasajera, pero en algunos casos puede derivar a una nefritis crónica. Por eso es tan importante diagnosticarla a tiempo y poner el tratamiento oportuno, ya que los daños que puede causar la nefritis crónica sí que pueden afectar a la esperanza de vida y a la calidad de nuestro día a día.
Debido a que es una enfermedad con difícil prevención, la clave está en un diagnóstico rápido y un tratamiento efectivo.
Referencias:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S021169952200159X
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0304541223001567
https://pesquisa.bvsalud.org/portal/resource/pt/ibc-98499
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