Las mujeres no envejecen, las mujeres (también) maduran: te lo contamos en Escuela de Calor

No hemos firmado un pacto con el diablo, ni falta que nos hace. Nosotras también envejecemos. Y menos mal.

noviembre 16, 2023 Escrito por Sara G. Pacho

Redactora de Bloom especializada en salud femenina, estilo de vida y feminismo. Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Máster en Comunicación como Agente Histórico-Social, especialidad en Lenguaje Audiovisual por la Universidad de Valladolid.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

Teñirse las canas, utilizar cremas antiaging, pasar por el quirófano para «estirarnos» la cara e incluso reconstruirnos la vulva para que parezca que vivimos en una veintena eterna. ¿Por qué a las mujeres no nos dejan envejecer?

Es ley de vida: nuestro cuerpo cambia, así como nuestra mente o nuestra sexualidad, por ejemplo. Donde en el caso de los hombres a menudo se ve madurez o experiencia, en nuestro caso se ve deterioro. Nos pasamos toda nuestra vida luchando contra el paso del tiempo para que nadie note que los años pasan por nosotras en lugar de poner el foco en nuestra evolución o nuestro aprendizaje. Y cada vez empezamos antes: ahora mismo hay niñas de 12 años pensando cuál es la mejor rutina de skincare para que no les salgan arrugas. Es terrible, pero es verdad.

De esta ilusión de eterna juventud con la que tantas industrias se lucran y que sirve, oh sor-pre-sa, como forma de represión, hablamos con la actriz Cristina Medina en el último episodio de Escuela de Calor, el podcast de Bloom.

Tiranía estética: otra forma de violencia

No es nada nuevo que la sociedad a menudo equipara la juventud con un símbolo de belleza y valía. Esta premisa es aún más heavy si hablamos en femenino: desde bien pequeñas aprendemos que nuestra apariencia es determinante y sufrimos para encajar en los estándares de la época. La dismorfia corporal y los trastornos de alimentación son solo algunos ejemplos que nacen a raíz de estos imperativos sociales.

Aunque a menudo parezca un problema teenager, la presión por cumplir con esos ideales no solo nos persigue toda nuestra vida, sino que se intensifica con la edad. Y es que, según Lara Herrero, socióloga y sexóloga en Dialogasex, esta inconformidad no acaba con la edad porque se sustenta en el sexismo y la desigualdad de género. Por supuesto, también en el mercado, que se lucra a costa de crearnos complejos e inseguridades.

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¿Qué sucede cuando nuestro cuerpo, irremediablemente, cambia? Que nos sentimos rechazadas. Y no es para menos: solo hay que echar un vistazo al panorama audiovisual. Los hombres de mediana edad están en su mejor momento, mientras que las actrices reivindican a menudo que, a partir de cierta edad, desaparecen.

cristina medina actriz

50 y fabulosa en todos los sentidos, ¿por qué no?

Cristina Medina ya ha cumplido los 50. Además, ha pasado por dos cánceres que hicieron que entrara en la menopausia de golpe. Cuando hablamos de estos cambios a los que parece que nos tenemos que enfrentar con miedo, ella le quita hierro al asunto. Sí, menciona el insomnio, el cansancio y los sofocos, pero quiere creer que hemos dejado atrás esa visión de que a las mujeres, cuando se nos quita la regla, solo nos queda la bata negra y encerrarnos en casa.

¿Por qué enfocarnos en los cambios físicos, que son, por otra parte, normales, y no poner en valor la evolución en otros aspectos? “La madurez es eso: saberse, conocerse y ponerse el terreno para poder transitar por donde tú quieras”, reivindica la actriz. 

cristina medina actriz

Medina apunta a que no hay una única forma de vivir la menopausia, sino que influye mucho cómo hayas vivido el resto de tu vida. Es posible que si no has sido una persona especialmente sexual, explica, no vayas a serlo tampoco cuando entras en esta etapa. Por el contrario, si disfrutas del sexo, sola o en pareja, seguirás haciéndolo según vayas cumpliendo años y, además, conociendo mejor lo que te gusta y lo que no. 

Dale al play y escucha la charla completa. Te prometemos dos cosas: te vas a reír y te vas a sentir menos presionada. ¡Palabra de Bloom!

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