Hemos vuelto a ver primera edición de OT: por qué no queremos revivir la gordofobia y homofobia persistentes

La primera edición de OT es un cúmulo de gordofobia, machismo, edadismo… Por suerte, la sociedad ha cambiado y la tele también.

febrero 2, 2024 Escrito por Noelia

Redactora de Bloom especializada en salud femenina. Diplomada en Turismo por la UNED, Máster en Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa por la Universitat Jaume I y Posgrado en Periodismo Digital por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactora en medios de comunicación digitales desde 2011.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

Lo confieso: he vuelto a ver la primera edición de OT. Uno de mis placeres culpables es revisionar series y programas de televisión que me engancharon en mi adolescencia. Física o química, Los Serrano, Compañeros… Esas viejas glorias que nos han marcado a toda una generación y que recordamos con tanto cariño, aunque ahora las miremos desde una óptica totalmente diferente.

El peso de Rosa se puso en punto de mira desde el primer momento. Frases como «cuidado con Rosa cuando vea el comedor» nos muestran cómo se apoyaba la gordofobia en prime time

El otro día descubrí que podía volver a ver las galas de OT1 al completo. Le di el play entre ilusionada y nostálgica, pero cuando terminé la Gala 0 tenía el cuerpo raro. Por un lado, me dio mucha ternura volver a ver a esos chavales que no tenían ni idea de cómo les iba a cambiar la vida. Bisbal, Busta, Chenoa… Qué inocentes eran. Pero también sentí vergüenza por los comportamientos que normalizábamos en aquel ya lejano año 2001. Y lo peor es que todos fuimos un poco partícipes de esas actitudes con las que hoy nos echamos las manos a la cabeza.

Desde entonces, la televisión ha cambiado mucho. Quizá porque nosotros también lo hemos hecho.

“Cuidado con Rosa cuando vea el comedor”: la gordofobia fue protagonista en la primera edición de OT

Las perlas que Carlos Lozano soltó por su boca en la Gala 0 no tienen desperdicio. Pero si hubo unas que me molestaron especialmente fueron las que hacían referencia al peso de Rosa

Parece que era “especial” ver un cuerpo como el suyo entre tanta chica normativa. Y, por si no nos habíamos dado cuenta, el presentador se encargó de recordárnoslo. Comentarios como “cuidado con Rosa cuando vea el comedor” o hacer referencia a su “gordura” en su entrevista de presentación me parece una auténtica barbaridad. Ella se callaba, asentía y aseguraba que quería adelgazar. 

Hoy en día, a nadie se le ocurriría hablar en el programa del peso de los nuevos triunfitos (sé que ahora los llaman “nómadas”, pero lo siento, yo vengo de la vieja escuela), ni convertirlo en un tema de actualidad. Los cuerpos de los concursantes de OT23 no son objeto de comentarios. Al menos, no en el programa, lo que pase en las redes es otro cantar. 

Me da miedo ver que mi generación creció con esos referentes, que normalizábamos esos comentarios en prime time, que en un programa de música fuera necesario mostrar a una persona llorando por su peso. En aquel entonces no lo vi, pero ahora me doy cuenta de lo valiente que fue Rosa por aguantar aquello, por preparar su carrera musical a la vez que la organización del programa se empeñaba en recordarle que debía perder peso. Lo consiguió, sí, pero me da que pensar si realmente fue una decisión suya o si vino impuesto por una sociedad que todavía tardaría muchos años en hablar del body positive

primera edicion de ot

El machismo también se coló en OT1

El paternalismo con el que se hablaba a las concursantes en esas galas de OT1 también me da mucho que pensar. No, no había igualdad. A Bisbal se le resaltaba lo bien que bailaba; a Verónica se le decía que subiera al escenario para ver ese cuerpo serrano. El primer plano al culo de Geno en la Gala 0 es otra demostración más de lo casposa que era la tele por aquel entonces. 

No sé si se me está escapando algo en este OT 2023 que también estoy siguiendo o si con el tiempo lo veré y me echaré de nuevo las manos a la cabeza, pero desde luego creo que la igualdad es mucho más real. 

Por ejemplo, a Denna y a Violeta les tocó un número muy sexy en la primera gala con su ya famoso “Padam, padam”, pero también Martín ha hecho lo propio con su “Alors on dance”, subido a una barra de pole dance. Y además se ha convertido en el favorito de la semana. En OT1 ninguna actuación de los chicos se igualó a ese mítico “Lady marmalade” de Gisela, Chenoa y Verónica.

“Go, lesbians!” El grito de guerra de OT 2023 que nos muestra cuánto hemos cambiado (para bien)

Por supuesto, por si tenías alguna duda a estas alturas, te diré que en OT1 no hubo ningún referente LTGBIQ+. Todos heteros, todos con sus roles de género bien identificados. Y aquí sí que encontramos un cambio radical en OT 2023. 

En OT 2023 la diversidad es uno de los protagonistas y se está tratando con una normalidad maravillosa

Hace unas semanas, los concursantes recibieron una charla sobre diversidad y realidades LGTBI y muchos de ellos hablaron abiertamente sobre su tendencia sexual. Violeta, Bea, Chiara, Álvaro Mayo, Juanjo o Salma son algunos de los concursantes que no han tenido ningún problema en hablar de ello. Me quedo con una frase que dijo Paul al finalizar esa charla, refieriéndose al grupo tan diverso: “Incluso hay algún hetero”.

Además, “go, lesbians!” se ha convertido en uno de los gritos de guerra del programa. Se ha escuchado en la Academia y también en el plató, tras la expulsión de Salma. En la primera edición de OT,  ni rastro de esto.

Todavía queda mucho por hacer: los sueños no solo se alcanzan con 20 años

Aunque Operación Triunfo se está esforzando mucho en ser un espacio seguro, tanto para los propios concursantes como para los espectadores y vemos una preciosa evolución desde aquella patriarcal primera edición de OT, hay algo que todavía me molesta muchísimo. ¿Por qué todos los concursantes son TAN jóvenes?

primera edicion ot gordofobia

Tirando de hemeroteca, he hecho un repaso a las edades de los concursantes a lo largo de las doce ediciones. De 198 triunfitos solo 2 han entrado a la Academia con más de 30 años: Chipper Cooke tenía 35 años cuando entró en OT 2008 y Ricky Merino tenía 31 años en OT 2017. Huele a edadismo que tira patrás.

Parece que para el casting de OT los sueños sí tienen fecha de caducidad. Me da mucha pena que el programa se centre solo en gente tan joven. Puedo comprender que se dirigen a un cierto público y que el sentimiento de identificación es importante para ganar audiencia. Pero este año la concursante más mayor es Naiara, con tan solo 26 años, y eso me hace cuestionarme a mí, que ya hace unos años que cumplí los 30, si ya se ha pasado el momento de cumplir mis sueños. Lo siento, pero me niego a que un programa de televisión me haga creer esto. 

Sí, ha sido bonito volver a ver la primera edición de OT, me ha despertado muchos recuerdos que estaban dormidos, pero no quiero que esto vuelva a emitirse en prime time

Imagen cortesía de RTVE

¿Te ha gustado este post?

¡Queremos saberlo!