Tu bebé está empezando a comer… y tú lo estás llevando fatal: cómo aprender a gestionar el miedo a que se atragante
Tu bebé está empezando a comer… y tú lo estás llevando fatal: cómo aprender a gestionar el miedo a que se atragante y qué hacer si esto pasara.
La llegada de un bebé a casa, especialmente cuando es el primero, genera muchísima felicidad. Pero también muchos miedos. Cosas que, hasta ahora, ni siquiera habías imaginado. ¿Te da pánico el simple hecho de ver a tu pequeñ@ comiendo un trocito minúsculo de manzana? Tranquila. No estás loca. Y tampoco eres la única a la que esto le sucede. Seguro que si tienes conversaciones entre madres ya te habrás dado cuenta de esto.
El miedo a no saber qué hacer si mi bebé se atraganta es bastante habitual. Y la ansiedad de madre no tiene límites.
Fagofobia: el miedo a que mi bebé se atragante
La fagofobia es el miedo irracional a atragantarse con alimentos o bebidas. Lo padecen algunos adultos en sus propias carnes, pero en otras ocasiones hay un desdoblamiento y se proyecta este temor a los más pequeños de la casa.
Si me permitís la anécdota, recuerdo cada Nochevieja a mi madre decir “¡cuidado con las uvas que te vas a atragantar!”, mientras sonaban las Campanadas. Y debo reconocerlo que todavía lo sigue diciendo, aunque yo ya haya pasado sobradamente los 30. Y aunque esto siempre me pareció una tontería, reconozco que ahora veo a los bebés de mis amigas y entiendo perfectamente este miedo cuando están empezando a comer.
La fagofobia infantil o el miedo a atragantarse en niños parece tener algo más de lógica. Como adultos, queremos velar por ellos. Y nadie nos ha enseñado a hacerlo.
Qué hacer si mi bebé se atraganta con la leche, con la fruta…
La duda sobre qué hacer si mi bebé se atraganta con la leche o el agua se resuelve de un modo muy similar a si lo hace con algún sólido, como la fruta o las galletas.
Si empiezas con el BLW, es muy habitual tener esta fobia a que tu bebé se atragante
Lo primero que tienes que hacer es mantener la calma. Si tú estás nerviosa, no resolverás nada. Dicho esto, coge a tu bebé y colócalo boca abajo en tu antebrazo o sobre tus rodillas. Dale golpecitos en la espalda, que sean suaves, pero a la vez firmes.
Con esto empezará a toser y expulsará lo que le esté provocando esta situación. En caso contrario, puedes tumbarlo y comprimir el centro del tórax varias veces seguidas, como si estuvieras practicando una reanimación.
Si este tema te preocupa, estaría muy bien que hicieras un cursillo de primeros auxilios. Tener la situación controlada es la mejor manera de vencer ciertos miedos.
Ansiedad de madre ante lo que pueda pasar a su bebé: no eres la única
¿Alguna vez has ido en mitad de la noche a la cuna para ver si tu bebé respiraba? ¿O evitas que se le acerque un perrito por si le muerde? ¿Tal vez corres al médico en cuanto le sale un granito? ¡Enhorabuena! Tienes el título de madre ansiosa.
Y, ojo, que esto es absolutamente normal (ya me gustaría a mí verme cuando esté en tu situación). Pero reconoce que es un sinvivir y que lo ideal sería disfrutar de esta etapa sin miedos.
Al igual que existe la ansiedad en el embarazo, también existe la ansiedad de madre. Y es normal. Libérate de culpas y acepta esta nueva etapa en la vida. Si hay cambios en la pareja después de tener hijos, ¿cómo no van a aparecer nuevos miedos relacionados con su crianza?
Nuestro consejo es que intentes ver en tercera persona estas situaciones que te dan pánico. ¿Lo verías taaan dramático si fuese el hijo de tu compañera de curro? Tranquila, poco a poco irás normalizando estas situaciones. Fórmate si quieres ganar algo de experiencia y afronta tus miedos. Todo va a ir bien.