¿Qué es el cérvix? Deja el «espejito, espejito» y conoce tu cuello uterino

El cérvix es una de esas partes de tu cuerpo debes conocer sí o sí y si no sabes ubicar tu cuello uterino esta es tu ocasión para aprender.

noviembre 19, 2020 Escrito por Noelia

Redactora de Bloom especializada en salud femenina. Diplomada en Turismo por la UNED, Máster en Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa por la Universitat Jaume I y Posgrado en Periodismo Digital por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactora en medios de comunicación digitales desde 2011.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

¿Crees conocerte bien? ¡Ay, amiga, qué equivocadas estamos a veces! Todavía te queda muuucho de ti que descubrir. Y no hablamos de tu evolución como persona en la vida. Nos referimos a algo que ya está en ti (y en la mitad de la población) y que seguro que no conoces bien: el cérvix uterino.

Sí, sí, el cérvix uterino o cuello uterino es una parte super importante a la que no le prestamos atención porque está ahí escondidita, pero es crucial para entender muchas cosas.

cérvix uterino

¿Qué es el cérvix o cuello uterino?

El cérvix uterino es la porción fibromuscular que se encuentra en la parte inferior del útero y que se proyecta en el interior de la vagina. Es un canal y una barrera de entrada al útero. Anatómicamente, es una superficie brillante y lisa, pero, eso sí, diferente en mujeres que han dado a luz y en las que no.

Solo existe en el aparato reproductor femenino y tiene una función muy importante: conducir la sangre de la menstruación desde el útero hasta el exterior. Pero, además, también tiene otras funciones como permitir la entrada de los espermatozoides.

encuentra el cervix

El cérvix sirve para expulsar la sangre de la regla, permitir la entrada de espermatozoides y otras cosillas así de importantes…

Conoce tu cuello uterino: partes del cérvix

A pesar de ser algo bastante pequeñito, el cuello uterino se divide, a su vez, en seis partes. Toca clase de anatomía:

  • Exocérvix: Es la parte visible desde la vagina (utilizando una colposcopia) y está recubierto por un epitelio escamoso estratificado (capas de piel unidas) de color rosita.
  • Endocérvix: No es visible, se encuentra en la parte central y une el orificio cervical externo con la cavidad uterina. En este caso, tiene un color más rojizo.
  • Orificio cervical externo: Lo curioso de esta parte es que cada mujer puede tenerlo de una forma, según el número de partos (a más partos, más diámetro, por razones obvias, incluso con diferente dibujo según si ha habido desgarros).
  • Orificio cervical interno: Mide menos de 1 cm y tiene un papel muy importante en el embarazo. Delimita el canal endocervical y el útero.
  • Canal endocervical: Hablando de canal endocervical, es el que va desde el orificio externo al interior y tiene apenas 0.6 cm de diámetro. Se esconde tras el modo cervical y es el lugar en el que se forma el tapón del embarazo.
  • Unión escamoso-cilíndrica: Se localiza en el orificio cervical externo y también puede ser diferente según la mujer, su edad, el número de parto, si toma anticonceptivos orales o anticonceptivos no hormonales, etc.

¿Cómo cambia el cuello uterino en el embarazo?

Conocer las partes del cérvix está muy bien, así como dato curioso y por saber algo más de de nuestra anatomía, pero vamos al turrón, a lo que de verdad importa, a lo que te va a pasar, a la práctica… En fin, que lo más chulo de este tema es saber cómo cambiar el cuello uterino en momentos como el embarazo.

Durante el embarazo, el cuello uterino se borra y se dilata

Borramiento del cuello uterino

Cuando el feto va creciendo de tamaño, la cabeza del bebé empuja y desciende hacia la pelvis, haciendo presión sobre el cérvix. Esto provoca que el cuello uterino se relaje y finalmente se produzca eso que se conoce como “borrado”, que es simplemente que se hace más fino y por tanto parece como que se desdibuja.

Al borrarse el cuello uterino, el tapón mucoso queda más suelto y termina expulsándose por la vagina. El borrado va de 0% a 100% y el parto estará cerca.

Dilatación del cuello uterino

Cuando se empieza a borrar el cérvix también se inicia el proceso de dilatación del cuello uterino. La dilatación va de 0 a 10 centímetros y es el dato que más se toma en cuenta cuando la mujer está de parto. Para empezar a empujar es necesario llegar a una dilatación del cuello uterino de 10 centímetros.

Tengo lesiones en el cuello uterino: ¿podría ser cáncer?

Sí, por desgracia, existe el cáncer cervical. Es aquel que empieza en el cérvix y desemboca en la vagina. Es el tercer tipo de cáncer más común en las mujeres, pero lo cierto es que su proceso es muy lento y con revisiones rutinarias se puede diagnosticar en una etapa temprana y tratarlo. Con una simple citología se puede ver.

Debes saber que pasan años desde que una displasia llega a ser cáncer, por lo que es fundamental su diagnóstico precoz.

Sus síntomas más frecuentes son el flujo vaginal incesante, el sangrado entre el ciclo o tras las relaciones sexuales o los periodos menstruales más abundantes (en volumen y en días).

Enfermedades del cuello uterino: cuáles debes conocer

Además de este cáncer que es 100% tratable cuando se diagnostica a tiempo, hay que tener en cuenta que existen otras enfermedades y que se pueden detectar con margen.

Una de las más comunes es la cervicitis. Las causas del cuello uterino inflamado pueden ser variadas, pero lo más común es que se originen a raíz de una infección. Se suele manifestar con dolor en el cuello uterino o molestias en la zona.

La insuficiencia cervicouterina aparece en el embarazo y provoca un ensanchamiento del cuello uterino previo al nacimiento del bebé. Esto puede desembocar en un aborto espontáneo o en parto prematuro.

Por último, los pólipos y quistes también aparecen entre las enfermedades y se trata de crecimientos anormales que provocan dolor en el cuello uterino, sangrados irregulares y abundantes, entre otros.


Ahora que ya conoces un poquito mejor lo que se mueve en tu interior, recuerda la importancia de hacerte tus revisiones periódicas y salir de la consulta del ginecólogo con tu OK de que todo está bien.

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