
Foliculitis: causas, tratamiento y claves para evitar que vuelva
¿Te han salido alguna vez granitos rojos después de depilarte o tras un día de mucho calor? Pues ¡sorpresa! es foliculitis. Te contamos qué es exactamente, por qué aparece y cómo puedes decirle adiós
Nuestra piel está llena de pequeños poros y pelitos que, por diferentes razones, pueden irritarse o infectarse. Cuando eso pasa, aparece la foliculitis, una afección bastante común que, aunque por lo general no es grave, sí puede ser molesta, persistente e incluso necesitar tratamiento. Saber qué es, por qué aparece y cómo podemos tratarla (o evitar que vuelva) es clave para mantener la piel sana y sin complicaciones.
¿Qué es la foliculitis?
Existen diferentes tipos de foliculitis, pero los más comúnes son:
Foliculitis bacteriana: es causada por bacterias, sobre todo Staphylococcus aureus, que directamente infectan el folículo.
Foliculitis por hongos (foliculitis fúngica): es menos frecuente, pero ocurre cuando hay un crecimiento de hongos en la piel.
Pseudofoliculitis de la barba: es la más común en las personas que se afeitan frecuentemente. El vello se curva hacia dentro y causa inflamación.
Foliculitis por Pseudomonas: también llamada “foliculitis de jacuzzi”, se contrae por tener contacto con agua contaminada.
¿Cuáles son las causas?
Las causas de la foliculitis son variadas, y en muchos casos están relacionadas con hábitos cotidianos. Algunas de las más comunes incluyen:
- Afeitado frecuente o con técnicas inadecuadas.
- Uso de ropa ajustada que produce fricción constante.
- Sudor excesivo, sobre todo si no se cambia la ropa o se ducha después del ejercicio.
- Uso de piscinas, saunas o jacuzzis mal higienizados.
- Obstrucción de los folículos por aceites, cremas o productos cosméticos.
- Sistemas inmunitarios debilitados, lo que aumenta la vulnerabilidad a infecciones.
- Exposición a ambientes cálidos y húmedos durante tiempo prolongado.


¿Cómo se trata la foliculitis?
El tratamiento de la foliculitis va a depender de qué la esté causando y de lo intensa que sea. Si es algo leve, muchas veces se va sola en unos días con buenos hábitos de higiene. Pero si los granitos no mejoran o se extienden, ahí sí que toca ponerle un poco más de atención y seguir un tratamiento específico. Algunas de las opciones más comunes son:
Medidas generales:
- Mantener la piel limpia y seca.
- Evitar rascarse o apretar los granitos.
- Usar ropa holgada y de algodón para reducir la fricción.
- Cambiar el método de depilación si la foliculitis aparece tras el afeitado o la cera.
- Aplicar compresas tibias para aliviar la inflamación.
Tratamientos tópicos:
- Antisépticos como la clorhexidina o el peróxido de benzoilo.
- Cremas antibióticas como mupirocina o ácido fusídico.
- En el caso de hongos, antifúngicos como el ketoconazol.
Tratamientos orales:
- Antibióticos (en caso de infección bacteriana severa).
- Antifúngicos orales (en foliculitis fúngica persistente).
- En algunos casos, se puede usar isotretinoína si se asocia con acné grave.
Siempre es recomendable consultar con un dermatólogo si la foliculitis es recurrente, extensa o no mejora con medidas básicas.


¿Se puede prevenir?
Aunque no siempre es posible evitar completamente la foliculitis, hay varias recomendaciones que pueden ayudar a reducir el riesgo de aparición:
- Afeitarse con cuchillas limpias y afiladas, en la dirección del crecimiento del vello y usando crema o geles protectores.
- No compartir toallas, cuchillas ni productos de higiene personal.
- Ducharse después de hacer ejercicio y cambiar la ropa sudada rápidamente.
- Evitar el uso prolongado de ropa ajustada o sintética.
- Desinfectar correctamente jacuzzis, piscinas y saunas antes de usarlos.
- Exfoliar suavemente la piel para evitar la obstrucción de los poros.
- Usar productos no comedogénicos en la piel, especialmente si se tiene tendencia al acné.
¿Cuándo consultar al médico?
Es importante acudir al dermatólogo en los siguientes casos:
- Los granos se vuelven dolorosos, grandes o están llenos de pus.
- Hay fiebre o síntomas generales de infección.
- La foliculitis se extiende a varias partes del cuerpo.
- No mejora en unos días pese a los cuidados básicos.
- Hay antecedentes de infecciones cutáneas recurrentes.
Estar atentos a los signos, cuidar la higiene diaria y evitar factores de riesgo son claves para mantener una piel sana y libre de infecciones.