La microbiota está en todas las conversaciones, pero ¿sabemos realmente qué es?

No es la última tendencia en moda ni un nuevo superalimento, pero tanto las revistas científicas como tus colegas no dejan de hablar de ella.

octubre 14, 2024 Escrito por Sara G. Pacho

Redactora de Bloom especializada en salud femenina, estilo de vida y feminismo. Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Máster en Comunicación como Agente Histórico-Social, especialidad en Lenguaje Audiovisual por la Universidad de Valladolid.

Revisado por Patricia Alonso Lovera, farmacéutica y nutricionista.

Es un término que hace algunos años solo manejaban las expertas, pero que últimamente ha ganado terreno en las conversaciones de salud y bienestar más terrenales. Ahora bien, ¿sabemos de qué hablamos cuando hablamos de la microbiota? Resulta que trillones de microorganismos que parecían haber pasado desapercibidos son mucho más importantes de lo que imaginábamos. Y es que, a pesar de su pequeño tamaño, influyen prácticamente en todo, desde la digestión y el sistema inmunológico hasta el estado de ánimo y el control de peso.

Es momento de saber bien lo que es y cómo podemos mantenerla feliz para sentirnos mejor tanto por dentro como por fuera, por lo que hemos recurrido a Patricia Alonso Lovera, farmacéutica y nutricionista especializada en disbiosis, para que nos ayude a entender mejor este tema. 

microbiota que es

¿Qué es la microbiota?

Comencemos por definir el término: la microbiota es el conjunto de microorganismos (bacterias, arqueas, virus, parásitos y hongos) que viven en diferentes partes del cuerpo humano, como la piel, la boca, y especialmente en el intestino. Es importante porque, entre otras funciones, regula la digestión, produce vitaminas y mantiene el equilibrio inmunológico e inflamatorio del cuerpo.

“Ya existen numerosos estudios científicos que nos enseñan cómo estos microorganismos impactan en nuestra salud de manera sorprendente”, explica Alonso Lovera, que añade que es por eso que cada vez son más los profesionales sanitarios especializados en este tema e interesados en dar a conocer cómo cuidar la microbiota mejora la calidad de vida de personas con diferentes problemas de salud. 

En pacientes con enfermedades autoinmunes lo primero que hago es buscar focos inflamatorios, y los busco en el intestino. Ya lo decía Hipócrates hace 2.000 años: «Todas las enfermedades nacen en el intestino». 

Patricia Alonso Lovera, farmacéutica y nutricionista

Estas son las funciones más relevantes que destaca la experta: 

Funciones de la microbiota

  • Digestión y absorción de nutrientes.

    La microbiota ayuda a descomponer compuestos en los alimentos que el intestino delgado no puede digerir, como es el caso de las fibras, y produce ácidos grasos de cadena corta, que son sustancias antiinflamatorias que actúan como fuente de energía para las células intestinales.

  • Regulación de la inflamación y detox.

    Una microbiota equilibrada ayuda a regular las respuestas inflamatorias, lo que reduce el riesgo de inflamación crónica, algo de lo que también hablamos mucho últimamente.

  • Comunicación con el cerebro.

    El eje intestino-cerebro influye en la producción de neurotransmisores y puede afectar al estado de ánimo y el comportamiento.

  • Metabolismo de fármacos.

    Influye en la manera de metabolizar ciertos medicamentos y compuestos dietéticos, lo que puede limitar a su eficacia y seguridad. Nos cuenta Alonso Lovera que en su consulta de A Coruña lo ve muy a menudo: “Pacientes con hipotiroidismo de Hashimoto, por ejemplo, han tenido que acudir de nuevo a su endocrino para disminuir la dosis de levotiroxina debido a que su intestino absorbía mejor el fármaco como consecuencia de disminuir la inflamación de las microvellosidades intestinales”.

  • Producción de vitaminas.

    Algunas de estas bacterias intestinales producen vitaminas esenciales, como la vitamina K y algunas del grupo B (como B12, biotina y ácido fólico).

  • Protección contra patógenos.

    Actúa como una barrera física e impide que  los microorganismos patógenos se establezcan y causen infecciones.

microbiota qué es

¿Qué es lo que daña la microbiota?

El estilo de vida actual está muy marcado por las dietas altas en alimentos ultraprocesados, el uso a veces indiscriminado de antibióticos, el estrés y la falta de sueño, un conjunto explosivo para nuestra microbiota. 

Vayamos por partes para analizar con la experta cada uno de estos potenciales destructores:

Qué es negativo para la microbiota

  • Los antibióticos.

    Sí, son necesarios para combatir infecciones bacterianas, pero no son inocuos: destruyen tanto las bacterias patógenas como las beneficiosas. Por eso es importante que siempre los paute un médico.

  • Alimentación.

    Consumir muchos alimentos ultraprocesados, grasas saturadas, azúcares, así como pocas fibras puede reducir la diversidad de la microbiota intestinal. “Si no alimentamos nuestras bacterias beneficiosas con verduras, frutas o fibra, se mueren de ‘hambre’”, señala la nutricionista.

  • Tóxicos.

    El alcohol, las drogas, los metales pesados, los pesticidas… alteran la composición de la microbiota e inflaman las microvellosidades intestinales.

  • Consumo de fármacos de manera crónica.

    Especialmente los que afectan al pH gástrico (los protectores de estómago, por ejemplo), pero también los corticoides o antiinflamatorios. Contribuyen a que los alimentos “se pudran” en el intestino, lo que da lugar a inflamación, intolerancias, etc.

  • Problemas en la mucosa oral.

    Sí, la microbiota oral también condiciona la salud intestinal, ya que la saliva llega al intestino “contaminada” con bacterias patógenas.

  • Estilo de vida.

    Tanto el sedentarismo (que reduce la diversidad microbiana y aumenta el crecimiento de bacterias proinflamatorias), como el estrés, no dormir bien, comer rápido o no hidratarse lo suficiente impactan negativamente en la salud de nuestra microbiota.

microbiota cuidar

Este listado es solo una guía divulgativa. El consejo de nuestra experta para saber si nuestra microbiota está dañada es acudir a un profesional actualizado y especializado en disbiosis intestinal. “Una vez que mejora la salud digestiva, los pacientes empiezan a notar mejoras en síntomas que quizá nunca hubieran relacionado con el intestino, como las migrañas, el insomnio, el cansancio, los dolores lumbares e incluso los brotes de enfermedades autoinmunes”, explica. 

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Una microbiota equilibrada ayuda a mantener la barrera intestinal intacta, impidiendo que bacterias patógenas y toxinas entren en el torrente sanguíneo y desencadenen respuestas inflamatorias.

Patricia Alonso Lovera, farmacéutica y nutricionista
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