Zoom al método Creighton, ¿realmente funciona como anticonceptivo «natural»?
El método Creighton se basa en observar el moco cervical para calcular las posibilidades de un embarazo. Pero, ¿qué dice la ciencia? Vamos a descubrirlo.
Los llamados métodos anticonceptivos «naturales» tienen sus defensores y también sus detractores. Desde el método Ogino, que consiste en tener en cuenta los días del ciclo para evitar aquellos en los que se supone que la probabilidad de embarazo es mayor, hasta el coitus interruptus (a.k.a marcha atrás), estos modos de enfocar las relaciones con penetración son tan antiguos como el propio mundo. Sumamos otro nombre que tal vez ni siquiera te suene: el método Creighton.
El método Creighton se basa en la observación de los cambios de nuestro cuerpo a lo largo del ciclo menstrual. Concretamente, en el moco cervical, ya que percibir sus cambios es relativamente sencillo.
¿Qué es el método Creighton?
El método Creighton es un método anticonceptivo natural (damos por entendidas todas las implicaciones del concepto «natural» cuando hablamos de anticoncepción) basado en el conocimiento de la fertilidad. Este método, concretamente, tiene en cuenta las observaciones del moco cervical de la mujer para identificar cuáles son los días más fértiles del ciclo. Con esta información se planifican las relaciones sexuales en función de si se desea concebir o no.
Y es que los llamados métodos anticonceptivos naturales también se pueden utilizar al contrario, es decir, como método de concepción, en caso de que se esté buscando el embarazo.
¿Qué información nos da el moco cervical?
El flujo o moco cervical se hace más elástico durante los días fértiles y también se presenta en mayor cantidad, es más transparente y actúa como lubricante natural. Estos cambios favorecen la movilidad de los espermatozoides para llegar hasta el óvulo.
Una ventaja del método Creighton es que los cambios en el flujo cervical se suelen observar a simple vista o mediante el tacto, por lo que la mujer no necesita ninguna prueba específica como tal (como sí ocurre, por ejemplo, en los métodos que se basan en la temperatura basal).
¿Es efectivo el método Creighton?
Según la organización FACTSaboutFertility, la clave para lograr una buena efectividad con el método Creighton es seguir las indicaciones de un profesional certificado. Entre sus beneficios, destacan que “es seguro, saludable y de bajo coste”. Además, es reversible y da libertad para cambiar las metas de planificación familiar en cualquier momento.
Pero, ¿qué dice la evidencia científica? Este estudio, que se realizó sobre 1.876 parejas, apunta una tasa de efectividad para evitar el embarazo del 99,5% con un uso perfecto y del 86.8% en uso típico, es decir, con los posibles errores y fallos que podemos tener a la hora de aplicarlo.
Si el embarazo no entra en tus planes, mejor que tomes otras precauciones
Elegir el anticonceptivo ideal es una decisión muy personal. Los hay de barrera y hormonales, sin embargo, hay que tener en cuenta que los métodos naturales tienen una relativa efectividad. No somos un reloj suizo. No existe un único día al mes en el que te puedas quedar embarazada.
El margen de fallo en estos casos es más amplio que en el caos de otros métodos que sí se apoyan más en la evidencia científica, como los preservativos, el DIU o la pastilla anticonceptiva, a los que se recomienda recurrir si no se busca un embarazo. Además, los métodos «naturales» no protegen de las infecciones de transmisión sexual (ITS), ya que solo lo hacen los anticonceptivos de barrera. ¡Importante tenerlo en cuenta!