¿Se puede comer marisco en el embarazo?

Saber qué alimentos no son recomendables en esta etapa es fundamental para un buen desarrollo del embarazo

mayo 14, 2024 Escrito por Sara G. Pacho

Redactora de Bloom especializada en salud femenina, estilo de vida y feminismo. Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Máster en Comunicación como Agente Histórico-Social, especialidad en Lenguaje Audiovisual por la Universidad de Valladolid.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

El embarazo es una etapa de la vida en la que la alimentación adquiere una relevancia aún mayor: no solo impacta en nuestra salud, sino que también afecta al desarrollo del bebé. Es posible que surjan ciertas dudas sobre cuáles son esos alimentos a evitar para asegurarnos que todo evoluciona con total seguridad. Sabemos que los embutidos y el pescado crudo (sí, ¡el sushi!) están en la lista de prohibiciones, pero, ¿qué pasa con el marisco? ¿Tenemos que renunciar también a este alimento durante los meses de gestación?

marisco embarazo

¿Es seguro el marisco durante el embarazo?

El marisco es una fuente rica en proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales esenciales, como el yodo, el calcio, el selenio y las vitaminas A y D. Además, muchos tipos de mariscos contienen una buena cantidad de ácidos grasos omega-3, que son especialmente beneficiosos para el desarrollo del sistema nervioso del feto. 

Sin embargo y a pesar de sus potenciales beneficios nutricionales, el consumo de marisco durante el embarazo conlleva ciertos riesgos que deben ser tenidos en cuenta siempre y cuando este no esté bien cocinado:

Marisco y embarazo: lo que debes saber

  1. Salmonelosis

    Es una infección bacteriana que puede transmitirse a través del consumo de marisco crudo o poco cocinado contaminado con una bacteria llamada salmonella. La intoxicación alimentaria es, por lo general, grave, por lo que en el embarazo el peligro es mayor. Afecta al aparato intestinal provocando diarrea, vómitos, fiebre y cólicos estomacales, lo que, a su vez, puede desembocar en un problema de deshidratación.

  2. Anisakis

    Es un parásito nematodo presente en el sistema digestivo de algunos tipos de mariscos, el pescado y los cefalópodos que también provoca intoxicación alimentaria. Si una mujer embarazada consume marisco crudo o poco cocinado que esté infectado con larvas de anisakis, puede desarrollar una enfermedad llamada anisakiasis, que causa graves molestias gastrointestinales y reacciones alérgicas, lo que supone, a su vez, riesgo para la gestación. La recomendación general para evitar el anisakis es congelar siempre el marisco y el pescado antes de consumirlo durante al menos cinco días.

  3. Toxoplasmosis

    Es una infección causada por el parásito Toxoplasma gondii, que puede encontrarse en mariscos crudos contaminados. Durante el embarazo, esta infección puede resultar peligrosa, ya que puede transmitirse al feto y provocar problemas de salud graves, que van desde el aborto a malformaciones congénitas. A diferencia de los anteriores, sus síntomas son casi imperceptibles, si acaso puede sentirse como un resfriado leve.

  4. Listeriosis

    Causada por la bacteria Listeria monocytogenes, es especialmente preocupante durante el embarazo por las complicaciones tanto en la madre como en el feto.

marisco en el embarazo
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Con los mariscos ocurre lo mismo que con la carne o el pescado: para considerar su consumo como 100% seguro en estos meses es fundamental que hayan sido bien cocinados. Esta advertencia es esencial debido al riesgo de intoxicación alimentaria que conlleva su consumo si está crudo o no lo suficientemente cocido.

Mariscos seguros durante el embarazo

¿Esto significa que debamos evitar el consumo de marisco durante el embarazo? ¡En absoluto! Solo tenemos que extremar las precauciones, igual que nos recomiendan con la verdura cruda, por ejemplo, y evitar comerlo crudo o poco cocinado. Mariscos como mejillones, vieiras, cangrejo, gambas, langosta y ostras son seguros para consumir durante el embarazo, siempre y cuando se cocinen completamente y se sigan las indicaciones adecuadas.

El consumo de marisco durante el embarazo puede ser seguro siempre y cuando se sigan ciertas precauciones a rajatabla. Evitar el consumo de marisco crudo o poco cocinado es fundamental para prevenir el riesgo de intoxicación alimentaria y proteger la salud tanto de la madre como del feto en desarrollo.

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¿Se pueden comer zamburiñas en el embarazo?

Los mariscos en general tienen muchas proteínas, lo que es muy recomendable durante el embarazo ya que, además, son bajos en grasas. El caso de las zamburiñas, además de ser uno de los mariscos preferidos por muchas personas, son muy buenas a nivel nutricional, ya que aportan ácidos grasos omega 3, muy importantes para el desarrollo del sistema nervioso del bebé, ácido fólico, zinc y vitaminas del grupo B, las encargadas de formar los glóbulos rojos, por ejemplo.

La norma a seguir para consumir las zamburiñas es la misma que con otros mariscos: han de estar bien cocinadas para evitar la contaminación por bacterias.

Consejos para preparar y consumir marisco durante el embarazo

Ahora que ya sabes que no tienes que renunciar, sino extremar las precauciones, te vamos a mostrar las principales recomendaciones para garantizar la seguridad alimentaria y seguir disfrutando de este manjar que tanto aporte nutritivo puede tener para ti. 

Cocinar marisco en el embarazo

  • Cocinar adecuadamente:

    es fundamental asegurarse de que el marisco esté bien cocido antes de consumirlo para eliminar cualquier bacteria o parásito potencialmente dañino. La recomendación es hacerlo a una temperatura interna de 63 grados Celsius.

  • Comprar en fuentes confiables:

    adquirir mariscos en tiendas y mercados locales de confianza y calidad que nos aseguren la frescura y el buen tratamiento del producto.

  • Limitar el consumo de marisco con alto contenido de mercurio:

    en realidad, esto afecta más a algunos peces que al marisco, pero no está de más tenerlo en cuenta ya que, según la OMS, el metilmercurio es uno de los seis compuestos químicos más tóxicos que puede afectar de manera muy negativa a algunos órganos y sistemas, especialmente a la parte neuronal. En cualquier caso se recomienda evitar eso de chupar las cabezas de las gamas o la concha de los mejillones, por empleo, para evitar la ingesta de metales peligrosos.

  • La clave está en el equilibrio:

    incluir una variedad de mariscos en la dieta es estupendo para obtener diferentes nutrientes beneficiosos, pero siempre con moderación y en cantidades adecuadas.

  • Higiene alimentaria:

    lavarse bien las manos y limpiar los utensilios de cocina después de manipular mariscos crudos para evitar la contaminación cruzada.

  • Ante la duda…

    En caso de alergias alimentarias u otras preocupaciones, es importante buscar orientación médica para determinar qué alimentos son seguros durante el embarazo.

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No olvides que hay otras muchas fuentes para obtener nutrientes tan importantes como el omega-3, por ejemplo: semillas molidas, aceite de linaza, alimentos fortificados con este ácido graso como yogures, leche o huevos e, incluso si hiciera falta según consejo médico, suplementos.

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