¿Me puedo hacer un tatuaje estando embarazada?
¿Te quieres hacer un tatuaje estando embarazada? ¿Es peligroso o puede afectar a la epidural? Hemos hablado con una experta para que nos dé todas las claves sobre tatuaje, embarazo y parto
Según un estudio de Lutronic PBS, fabricante especialista en dispositivos láser médico-estéticos, publicado en 2023, el 42% de los españoles ya se ha realizado al menos un tattoo. Más que una moda, el arte de la tinta en la piel se ha convertido en algo habitual que ya no discrimina por edad, o género.
La cada vez más prolífica presencia de estudios de tatuajes (se calcula que solo en España ya existen más de 3.000 centros), el impacto de festivales y convenciones relacionados con ellos y la profesionalización del sector han llevado a la industria a rondar actualmente los 200 millones de euros de facturación solo en España.
El estigma que alguna vez existió hacia los tattoos está desapareciendo, aunque todavía hay muchas dudas sobre ellos, especialmente en materia de salud. En este sentido, y aunque algunos estudios han advertido de posibles riesgos que los tatuajes pueden generar en el sistema inmunológico por el “viaje” de la tinta a los ganglios linfáticos regionales, la Academia Española de Dermatología y Venereología pide calma y prudencia al aclarar que “hasta el momento no existen evidencias de que la presencia de estos pigmentos en los ganglios linfáticos ocasione algún tipo de patología”.
Aunque existe bastante información sobre el tema (por ejemplo, ya se sabe que los tatuajes en verano requieren de ciertos cuidados especiales), otro de los momentos vitales en los que hay más dudas es durante el embarazo. Para arrojar luz sobre este tema, hemos hablado con Almu Fernández, tatuadora en Inkside Tattoo, quien nos ha dado las claves básicas para comprender si se puede (o no) hacerse un tatuaje estando embarazada.
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Hacerse un tatuaje estando embarazada: es «posible, pero no ético»
En el caso de que una mujer embarazada llegase a un estudio de tatuajes, Almu Fernández tiene claro cuál debería ser el procedimiento: “La respuesta técnica sería que sí se puede hacer el tatuaje, pero la respuesta ética es que no debería hacerse. El hecho de tatuarse en sí no comporta ningún riesgo para el embarazo, siempre que se realice en un estudio profesional donde se cumplan todas las medidas higiénicas y sanitarias que se exigen, pero conlleva una serie de riesgos que sí pueden provocar un problema en esta etapa; por ello, un tatuador profesional nunca va a aconsejar (e incluso se va a negar) a tatuar a un mujer embarazada”.
Hemos hablado con Almu Fernández, tatuadora profesional, y nos explica que “el tatuaje es, al final y al cabo, una herida en la piel”
Entonces, ¿cuáles pueden ser los riesgos? La tatuadora nos explica que “el riesgo más común es la infección, aunque en la mayoría de los casos no dan más inconvenientes que cualquier herida». «El problema durante el embarazo radica en que el uso de cremas antibióticas o los antibióticos orales está contraindicado. Menos común es la alergia a la tinta, pero en este caso también tenemos el problema de que los medicamentos para tratarla entran en conflicto con el embarazo”, sostiene.
¿Tener un tatuaje en la espalda puede ser un problema a la hora de poner la epidural?
Pero, ¿qué ocurre si el tatuaje ya se ha realizado y la mujer se queda embarazada? Una de las dudas más frecuentes es si puede suponer un problema para ponerse la epidural. En este caso, la clave está en la zona donde se encuentre el tatuaje.
“La epidural es un procedimiento con cierta complicación, el anestesista debe ver bien la zona donde se inserta la aguja y un tatuaje puede dificultar esta visibilidad”, apunta la tatuadora. “Además, al ser una inyección que llega directamente a la médula, puede arrastrar consigo partículas de tinta que la afecten y provocar problemas en el sistema nervioso”.
Por lo tanto, lo más recomendable siempre va a ser esperar a que nazca el bebé y, en caso de que se desee un embarazo futuro, evitar el tatuaje en la zona donde se pone la epidural.