Si nosotras sufrimos la cistitis, ellos lidian con la prostatitis: estos son sus síntomas
Conocer sus causas es la mejor arma de prevención. ¿Está relacionada con las relaciones sexuales? ¿Es una infección bacteriana?
Escrito por Noelia
Redactora de Bloom especializada en salud femenina. Diplomada en Turismo por la UNED, Máster en Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa por la Universitat Jaume I y Posgrado en Periodismo Digital por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactora en medios de comunicación digitales desde 2011.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
En verano, aumentan las relaciones sexuales, como dejó claro el Observatorio Bloom de ITS en mujeres en España. Y esto puede tener sus derivadas en cuestiones de salud. En nosotras, la cistitis está a la orden del día durante la temporada estival; en ellos, la prostatitis puede estar más presente.
Prostatitis y relaciones sexuales, ¿están relacionadas?
Empecemos por lo básico: ¿qué es la prostatitis?
La prostatitis es un trastorno que provoca la inflamación de la glándula prostática. Está ubicada debajo de la vejiga de los hombres y es una de las encargadas de producir el líquido seminal.
Este trastorno suele ser más habitual en personas mayores de 35 años, aunque puede presentarse a cualquier edad.
Tipos de prostatitis
Generalmente, los tipos de prostatitis se clasifican en cuatro grupos:
Estos son los tipos de prostatitis
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Prostatitis bacteriana aguda
Es la más común y está provocada por una infección bacteriana. Los síntomas aparecen rápidamente y pueden ser algo alarmantes.
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Prostatitis bacteriana crónica
Es aquella infección bacteriana que aparece de forma recurrente, con síntomas más ligeros.
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Prostatitis crónica
Es el dolor pélvico recurrente con síntomas en las vías urinarias, pero que no tiene signos de estar provocado por una infección.
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Prostatitis inflamatoria asintomática
Es la inflamación de la próstata sin otros síntomas.
Estas son sus causas más habituales
La prostatitis por relaciones sexuales es una de las más habituales. Cuando ellos contraen una ITS, como clamidia o gonorrea, puede derivar en una prostatitis. Algunos factores de riesgo de la prostatitis por relaciones sexuales puede ser practicar sexo sin protección con diversas parejas o tener sexo anal sin condón.
Una infección urinaria bacteriana puede desembocar también en una prostatitis, que en la mayoría de los casos puede estar causada por la Enterococcus faecalis, la Staphylococcus spp o la Escherichia coli, tal y como apunta este estudio de la Sociedad Española de Quimioterapia.
Otras causas pueden ser la fimosis, una lesión en el perineo, la presencia de hemorroides u otros problemas relacionados con la uretra o la próstata.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de la prostatitis pueden comenzar con los síntomas habituales de una infección de orina: dolor o ardor al orinar, necesidad urgente y dificultad para hacerlo, entre otros.
También puede aparecer sangre en la orina, dolor en el abdomen, el pene, los testículos o el perineo, incluso algunos hombres experimentan una eyaculación dolorosa.
Además, también pueden aparecer episodios similares a los de una gripe, como fiebre y escalofríos.
En busca del diagnóstico y tratamiento de la prostatitis
Existen varios modos de diagnosticar la prostatitis. Un cultivo de la orina y del semen son dos pruebas básicas en este trastorno. Además, también puede ser necesario realizar un tacto rectal o un análisis de sangre para ampliar la información y, con ello, emitir el diagnóstico correcto.
El tratamiento más habitual pasa por tomar antibióticos prescritos por el doctor. Normalmente, la duración del tratamiento es de entre 2 y 6 semanas.
Así se puede prevenir la prostatitis
Aunque hay ocasiones en las que no se puede evitar la prostatitis, al igual que con las cistitis de repetición de las mujeres también existen algunos tips para minimizar la probabilidad de aparición de infecciones de orina y prostatitis:
- Beber mucha agua
- Hacer pis con frecuencia y especialmente después de las relaciones sexuales
- Utilizar métodos de barrera durante las relaciones sexuales
- Mantener una buena higiene íntima
- Lavarse las manos siempre después de ir al baño
- Tomar frutos rojos (especialmente arándanos) por su alto contenido en proantocianidinas (PAC), que ayudan a expulsar posibles bacterias para que no se adhieran a las paredes de la vejiga
¿Se puede evitar la prostatitis por relaciones sexuales?
El uso de preservativo durante las relaciones sexuales puede ser un buen método para evitar la prostatitis. Aplican también los consejos anteriores, como mantener una buena higiene íntima y hacer pis siempre después de los encuentros.
¿Se puede tener sexo con prostatitis?
La prostatitis no impide tener relaciones sexuales y estas no tienen por qué empeorar el diagnóstico. Sin embargo, puede ser incómodo o incluso doloroso en caso de que se presente como síntoma la dificultad para eyacular.
Si apetece, en principio no hay ninguna contraindicación para mantener relaciones sexuales, sin embargo hay que tener en cuenta que puede ser incómodo o doloroso.
¿Cómo afecta la prostatitis a la fertilidad?
La prostatitis puede afectar a la fertilidad masculina debido a que se puede alterar la producción de esperma y del líquido preseminal. Además, se puede producir también una azoospermia obstructiva, que es la ausencia de espermatozoides debido a una obstrucción de los conductos seminales.
Según apunta esta revisión de la prostatitis, elaborada por el Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquía, un 15% de los casos de infertilidad masculina está relacionada con infecciones del tracto genital masculino, principalmente por el impacto que los microorganismos que las originan pueden tener sobre la calidad seminal y, por tanto, sobre la infertilidad masculina.
¿Cuándo acudir al médico?
Ante la sospecha de prostatitis, es necesario acudir al médico para iniciar el tratamiento con antibióticos si así lo estima oportuno. La prostatitis suele tener un pronóstico positivo, pero una intervención temprana es importante para evitar posibles complicaciones, como disfunción sexual, dolor crónico, propagación de las bacterias al torrente sanguíneo, entre otros.
Especialmente, síntomas como la fiebre o la presencia de sangre en la orina demandan una atención médica más rápida.
Referencias:
https://www.goldjournal.net/article/S0090-4295(97)00643-2/abstract
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