Posturas sexuales en la menopausia: hablemos sin tapujos de cómo disfrutar en esta etapa
¿Quién dijo que cumplir años significaba dejar de sentir placer?
Escrito por Sara G. Pacho
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, estilo de vida y feminismo. Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Máster en Comunicación como Agente Histórico-Social, especialidad en Lenguaje Audiovisual por la Universidad de Valladolid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
Como mujeres estamos más que acostumbradas a que de una u otra manera la sociedad nos expulse de ciertos espacios según nos hacemos mayores. Es una demanda habitual de las actrices de cine y televisión, que reclaman que no hay papeles para mujeres de mediana edad. También sucede con algunos hobbies, con la ropa que queremos ponernos y, por supuesto, con la manera de vivir nuestra sexualidad.
Queremos destruir ese pensamiento tramposo de que no hay vida sexual en esta etapa asumiendo que nuestro cuerpo cambia, pero que podemos seguir disfrutando, adaptando, por ejemplo, las posturas sexuales en la menopausia.
Deseo sexual en la menopausia, ¿sigue ahí?
Como ya sabes, lo que sucede durante la menopausia es un fenómeno totalmente natural: nuestros ovarios van cesando su actividad de manera progresiva, se reducen nuestros niveles de hormonas y la menstruación acaba desapareciendo. Este proceso biológico -que nos afecta de manera diferente a cada una- tiene también unas consecuencias asociadas. Algunos de los síntomas más comunes son los sofocos, el insomnio o los cambios de humor. Si nos fijamos en la parte sexual, destaca la sequedad vaginal y, sí, una caída de la libido.
Más allá de poner en práctica diversas posturas sexuales en la menopausia, existen muchas opciones a nuestro alcance para recuperar el apetito sexual. Se trata, como siempre, de dedicar tiempo y ganas a encontrar la nuestra:
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Puede que la sequedad vaginal nos haga sentir molestias durante el sexo y, sin querer, eso repercuta en nuestras ganas de tener relaciones. Este es el momento de incluir un buen lubricante en nuestras vidas, idealmente que sea hidratante con base acuosa.
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Mueve tus músculos. Sí, los de “ahí abajo”. ¿Conoces los ejercicios de Kegel? Además de reducir el riesgo de incontinencia urinaria, fortalecer la musculatura aumenta la circulación sanguínea en la zona, lo que se traduce en mayor elasticidad, lubricación y aumento de las sensaciones.
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Dale una oportunidad a los juguetes sexuales. Si no los has utilizado hasta ahora, ¿a qué esperas? Pueden ser de gran ayuda para estimular el deseo sexual, tanto sola como en pareja y en distintas posturas sexuales en la menopausia.
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Acude a terapia. Hacer terapia nos da las herramientas necesarias para superar bloqueos y nos ayuda a entender mejor lo que nos pasa y, así, manejar la percepción de nuestro cuerpo y conectar con nuestra sexualidad de nuevo.
Posturas sexuales en la menopausia: lista de infalibles
Nuestra recomendación es que, pese a los síntomas, no renuncies a nada a lo que no quieras renunciar. Sin presiones, pero sin conformarse tampoco. En el caso de que quieras seguir disfrutando de la sexualidad a partir de los 50, aquí van algunas posturas sexuales en la menopausia para esquivar el dolor y recuperar el placer.
Eso sí, antes de nada, un pequeño disclaimer: ni todas las posturas tienen que ser con alguien, ni tiene que haber penetración ni tenemos que hacerlo “como siempre” dando la espalda a que nuestro cuerpo no es el mismo. En este momento seguramente sea aconsejable dedicar tiempo a los preliminares y, sobre todo, si estamos acompañadas, comunicarnos.
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La cucharita
La penetración de lado es cómoda para la pareja: es placentera y suave, lo justo para ir reconectando con nuestras terminaciones nerviosas y activando la libido. No olvides hacerte con un buen lubricante si es necesario: ¿por qué sentir dolor cuando todo puede ser delicado y agradable?
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La amazona
En esta postura, la mujer se coloca encima, con las piernas flexionadas y de espaldas, como si fuera a cabalgar sobre el hombre. Es una postura donde todo el poder lo ejerce quien está encima, por lo que tú misma eres quien decide el ritmo que te pide el cuerpo. Además, se puede estimular el clítoris a la vez para mayor placer.
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Sexo oral
Si el problema del dolor puede ser la falta de lubricación, con el sexo oral eso puede quedar resuelto. No obstante, se puede introducir un lubricante con base acuosa e incluso algún sabor para hacer más fluida y diferente la experiencia.
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De pie
Tanto para penetración como para estimular el clítoris con los dedos. Es una postura que quizá rompe un poco la rutina y que además elimina la presión de la zona de los hombros y los brazos.
Sexualidad femenina a los 50 o la importancia de seguir disfrutando
Hablar del sexo a partir de los 50 en lo que se refiere a nosotras siempre causa cierta controversia. Es como si ya no nos tocara disfrutar de ciertas cosas que quizá sea el mejor momento para vivir.
Por poner un ejemplo que quizá conozcas, quiero hacer referencia a la secuela de ‘Sexo en Nueva York’, ‘And just like that’. No sé si habrás tenido ocasión de ver la primera temporada o puede que tengas tus reservas con según que cosas, pero si algo ha conseguido es poner en el foco la sexualidad femenina “a cierta edad”. Podemos ver que sus problemas no distan tanto de los de hace 20 años: siguen enamorándose, siguen llorando rupturas, siguen conociendo gente nueva, siguen disfrutando de la vida. Eso sí, desde una posición más madura: esta es la clave.
La experiencia es un grado, también en el sexo. Atrás quedaron las inseguridades de los 20, la ansiedad de los 30, el vivir para cuidar de otros a los 40. Los 50 son una década maravillosa para dejar atrás las preocupaciones de las etapas anteriores y disfrutar del sexo, solas o en pareja.
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