Ansiedad laboral: ¿cómo saber si el trabajo está condicionando nuestro bienestar emocional?
Si ir a la oficina te sitúa en un estado ansioso (con síntomas como taquicardias o sensación de falta de aire), es que algo no va bien. ¿Está nuestro cuerpo enviándonos señales para que cambiemos de rumbo?
Volver a la rutina tras el parón de unas vacaciones no suele ser el escenario soñado, pero cuando ese regreso al trabajo nos provoca malestar emocional, estrés y nerviosismo sostenido en el tiempo puede que estemos hablando de ansiedad laboral. Sabemos que la ansiedad tiene muchas caras y formas de manifestarse, pero ¿cómo se presenta cuándo el factor que la desencadena es el trabajo?
¿Y si esa ansiedad laboral es una señal que nos está enviando nuestro cuerpo para que cambiemos de rumbo y busquemos un nuevo reto profesional? Es hora de descifrar esos mensajes de SOS que nos envían nuestro body y nuestra mente, ¿nos acompañas?
Causas de la ansiedad laboral: del exceso de trabajo a una cuestión social
En psicología, las cosas no suelen ser tan simples como parecen a simple vista. De acuerdo, el solo hecho de pensar en ir a la oficina me provoca una oleada de ansiedad que no me deja respirar. Pero debemos preguntarnos: ¿qué es lo que está desecando esa ansiedad laboral?
“Pueden ser muchísimos factores. Por ejemplo, tener un trabajo donde haya un exceso de estrés porque haya mucha presión por los tiempos, prisa con los proyectos o mucha carga de trabajo… El aumento del nivel de cortisol (hormona del estrés) que produce el estrés sostenido en el tiempo lleva a estados de ansiedad”, nos cuenta Ascen Castillo, psicóloga que, desde la cuenta de Instagram Tu refugio psicología, hace una gran labor de divulgación de la salud mental.
“También puede ser porque haya una mala relación con el jefe o los compañeros. Quizá porque haya pequeños malentendidos con proyectos laborales o en temas del trabajo. O puede que se dé una situación de mobbing (acoso laboral)”, añade Ascen. Y nos cuenta también que la propia naturaleza del trabajo puede desencadenar ansiedad, si hablamos de una alta responsabilidad o mucha presión y exigencia.
Ansiedad laboral: síntomas que nos indican que algo no va bien
Las causas de esa ansiedad laboral solo las podemos averiguar nosotras, aunque puede que necesitemos la ayuda de una o un profesional de la psicología que nos acompañe en el camino de deshacernos de esa desagradable sensación que genera la ansiedad (es posible deshacerse de ella con mucho trabajo, palabra de bloomer). Ahora bien, ¿cómo identificarla? Ser capaz de poner nombre a la ansiedad laboral y reconocer sus síntomas es un primer paso importante.
La ansiedad incluye todo un universo de síntomas: una persona puede sentir que se va del trabajo con la cabeza a mil por hora, con miles de pensamientos catastróficos, miedo repentino… y otra puede tener taquicardias, sudoración o sensación de falta de aire
¿Lo importante? No hacer oídos sordos y escuchar lo que nos dice nuestro cuerpo, sea con insomnio, temblores o una presión en el pecho constante. Sí, eso también es ansiedad.
Ansiedad vs estrés laboral: ¿qué podemos hacer para mejorar nuestra gestión emocional?
Ya lo hemos dicho otras veces: ansiedad y estrés no son lo mismo. Y eso aplica también al mundo laboral. De forma breve, el estrés desaparece cuando el factor estresante (una reunión, por ejemplo) pasa. Pero la ansiedad no: continúa con nosotras cuando el “factor de peligro” ha desaparecido.
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Si esto es difícil de gestionar en cualquier escena de la vida, en la laboral, en la que sentimos que tenemos que dar la talla o que no podemos mostrarnos vulnerables, es doblemente complicado y depende mucho de nuestras circunstancias individuales. Ascen, de Tu refugio psicología, nos ayuda a alumbrar el camino.
“Imaginemos que alguien empieza a tener ansiedad en el trabajo cuando la ascienden. Al tener un puesto de mayor responsabilidad, empieza a ser muy exigente consigo misma, muy perfeccionista, a quedarse hasta las tantas en la oficina, a seguir trabajando en casa… El ascenso ha sido un precipitante, claro. Pero el ‘background’ de la persona también lo es. Probablemente, esta chica tendrá que trabajar la autoexigencia en profundidad y ver de dónde viene para poder dejar atrás la ansiedad”, resume. Conclusión, otra vez, en psicología hay que “rascar” para dar con el origen del problema.
Ahora bien, siempre hay consejos generales de los que todas podemos tomar nota. ¿Cuaderno y boli listos?
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Sé consciente de qué está provocando y manteniendo la ansiedad laboral para poder ir a la raíz. Si es una mala relación con un compi, trata de solucionarlo. Si es exceso de trabajo y haces más de lo que deberías, hay que ajustar el volumen.
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No temas a la ansiedad, pero tampoco la ignores. La ansiedad ha venido como una mensajera, pero no es peligrosa, no te va a hacer daño. Eso sí, hazle caso y revisa qué está pasando.
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Incluye rutinas de meditación y yoga en tu día a día, preferiblemente cuando no estés sintiéndote ansiosa. Te ayudará el simple hecho de sentarte unos minutos en silencio al día para respirar.
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Cuida tus hábitos. Hacer deporte, tener tiempo a solas, una buena alimentación e interacciones sociales son importantes. Intenta no tomar estimulantes, ni café, ni similares: aumentarán la activación de tu sistema nervioso y lo que queremos en una situación así es relajarnos.
¿Es la ansiedad una señal de que tengo que cambiar de empleo?
Todo esto puede llevarnos a pensar si esa ansiedad laboral es una señal de que, quizá, debemos cambiar de trabajo. “En ocasiones sí lo será, pero cada cual tiene que saber cuáles son sus posibilidades. Desde luego que, si el trabajo está produciéndote ansiedad y es algo intrínseco del empleo o la empresa (se trabaja bajo mucha presión, muchas horas, hay mal ambiente o muy competitivo), seguramente será una buena opción”, nos explica Ascen.
Pero quizá podamos encontrar un punto medio, una solución que nos ayude a rebajar esa ansiedad sin dar un vuelco a nuestra vida y carrera. “A veces, podemos solucionarlo de forma menos radical si nos compensa, por el motivo que sea, quedarnos. Por ejemplo, podemos pedir una reducción de jornada, hablar con el jefe o la jefa sobre aquello que no está bien, pedir que nos muevan a otro departamento…”, detalla la psicóloga.
Ansiedad laboral, ¿una enfermedad profesional?
La ansiedad -solo quien ha convivido con ella lo sabe- puede llegar a atenazarnos y ser incapacitante. Puede impedirnos desarrollar con normalidad nuestro día a día y nuestro trabajo. Y sí, podemos solicitar una baja laboral por ansiedad. Ahora bien, ¿en qué condiciones?
Tanto si esa ansiedad está causada por algo relacionado con el trabajo como si es por otros factores, puede ser causa de incapacidad temporal. Eso sí, deberemos tener un diagnóstico médico para poder solicitarla y tramitarla. Y el tiempo de duración de esa baja dependerá de nuestras circunstancias personales.
Un periodo de pausa puede ser justo lo que necesitamos para resetear y aprender, quizá con la ayuda de una o un terapeuta, a gestionar esa ansiedad laboral que nos impide ser nosotras mismas en el trabajo y en casa. Porque, si algo sabemos de la ansiedad, es que es capaz de permear todas las esferas de nuestra vida. Y que conviene adquirir herramientas para “domarla” cuanto antes: así no será ella la que domine nuestro día a día. ¡A por ello, bloomer!