
‘Edging’: así es llegar al límite del orgasmo… sin cruzar la línea
Descubre el ‘edging’ y aprende a prolongar el placer durante el sexo para alcanzar orgasmos más intensos y satisfactorios
A veces, dar un paso atrás es necesario para coger fuerza y que lo que viene por delante sea mucho mejor. Aplica en la vida, en las relaciones y en el trabajo, pero también incluso en el sexo. ¿Sabes qué es el edging? Si nunca has oído hablar de él, quédate que te contamos cómo puedes aprovecharlo para maximizar tu placer.
¿Qué es el edging?
El edging es una técnica que consiste en «frenar» justo antes de alcanzar el orgasmo. Al retrasarlo, se potencia el placer cuando este finalmente llega, aunque existe el riesgo de retroceder en exceso y regresar a un punto demasiado inicial, lo que podría derivar en una cierta frustración.


Esta forma de controlar el orgasmo tiene como principal beneficio hacerlo mucho más intenso cuando por fin alcanzamos el clímax. Retrasarlo un poquito cuando ya estamos al borde del límite es más sencillo de lo que parece… y puede ser muy placentero.
El ‘edging’ aumenta el flujo sanguíneo en la zona de excitación, lo que mejora el orgasmo
La clave está en el flujo sanguíneo, que se dispara cuando estamos a punto de alcanzar el orgasmo. Al frenarlo y volver un poquito más atrás, para un poco después tratar de regresar a él, este flujo se multiplica, lo que provoca una oleada de placer mayor.
Y, si te lo estabas preguntando, sí: existe el edging femenino y también el edging para hombres, así que todas y todos podemos disfrutar un extra gracias a estos ejercicios.
Ejercicios y trucos para retrasar el orgasmo
Lo primordial a la hora de buscar retrasar el orgasmo es pactarlo con tu pareja para que podáis ayudaros a esto. Al final los ejercicios se basan en disminuir la excitación para no caerse por el precipicio, por lo que, en cierto modo, es cosa de dos.
Un ejercicio para retrasar el orgasmo que suele funcionar bastante bien es hacer cambios de ritmo. Ya sea si estás en el momento de la penetración, con sexo oral u otro tipo de prácticas, relajar el ritmo es un buen camino para lograrlo.
Otra opción, si rebajando el ritmo no logras frenar el orgasmo, es parar unos segundos, abrir los ojos, mirar a tu alrededor para tomar contacto con el aquí y el ahora, y a continuación regresar de nuevo con la misma intensidad con la que estabas antes.
Todo es cuestión de probar y ver qué te funciona mejor a ti.
Edging en mujeres
El edging en mujeres puede tener excelentes beneficios sobre nuestra vida sexual, pero también influir positivamente en otros aspectos de nuestra vida, como nuestra autoestima, el autoconocimiento o la autoaceptación.


Los beneficios del orgasmo son ampliamente conocidos; incluso, esta técnica puede ayudar a llegar al orgasmo a aquellas mujeres a las que normalmente le cuesta más alcanzarlo mediante la penetración.
Un beneficio del edging en mujeres es que se eliminan las prisas y la presión “por llegar” y precisamente en lo que se centra es en el placer, en alargarlo lo máximo posible y en que explote cuando esté en su punto más álgido.
Asimismo, para las mujeres que nunca han tenido un squirt, el edging puede ser el primer paso para lograrlo.
Edging en hombres
En el caso de los hombres, el edging también puede tener muchos beneficios. El principal es el autocontrol, ser capaz de retrasar el culmen del placer es una buena forma de lograr orgasmos más intensos y sincronizados con la pareja.
Con el edging se mejora la concentración, pero también se descubren nuevos límites del placer.
Retrasar el orgasmo en la masturbación
En realidad, los ejercicios de edging son los mismos tanto si estamos en solitario como si no. En el caso de la masturbación tienes la ventaja de que todo el control lo tienes tú, por lo que puedes explorar más fácilmente tus límites, aprender más sobre tu cuerpo y saber cuándo es el mejor momento para frenar y volver adelante.
El edging en la masturbación tiene como objetivo lo mismo que durante las relaciones sexuales: alcanzar un mejor orgasmo.