¿Reunirse con otras madres es un «coñazo»? La importancia de hablar con personas afines
Analizamos las recientes declaraciones de Pilar Rubio acerca de la maternidad y reflexionamos sobre la necesidad de compartir inquietudes con otras mamás
La presentadora Pilar Rubio comentó hace unos días en un podcast, el de la influencer y empresaria Laura Escanes, que le resultaba «un coñazo» juntarse con otras madres para hablar solo de niños. Al hilo de esas declaraciones, han surgido varias voces a favor y en contra de esta afirmación y en Bloom hemos decidido reflexionar sobre este tema ligado a la maternidad, las conversaciones entre madres.
“Eso de juntarte con madres y solo hablar de niños me parece un coñazo”
Pilar Rubio estuvo recientemente como invitada en el podcast de Laura Escanes y la charla entre las dos ha transcendido por el momento en que ambas hablaron de maternidad y de cómo afrontar la conciliación siendo madres trabajadoras. Laura Escanes tiene una niña pequeña y explicaba cómo se había sentido al ser madre, cómo su vida había dado un vuelco radical y la maternidad y el cuidado de su hija habían ocupado un hueco enorme en su vida, tanto que le impedían ser ella misma.
«Me daba cuenta -explicaba Escanes- que salía poco de casa y que, cuando lo hacía, hablar de mi hija monopolizaba todas mis conversaciones y yo me había abandonado por completo». En ese momento, Pilar Rubio, que es madre de cuatro hijos, comentaba que, para ella, «hablar con otras madres solo de hijos» le parecía «un coñazo». Estas declaraciones, sacadas de contexto, suenan francamente mal, pero lo cierto es que tienen su parte de verdad.
A algunos hombres, pero a muchísimas mujeres, la maternidad les absorbe por completo y tardan años en recuperar su vida. Y es que no es fácil separar la vida ¿propia? de la maternidad, sobre todo en el posparto y en el principio de la maternidad. Los niños son maravillosos, pero no vienen nunca con manual de instrucciones y tienen muchas necesidades y mucho apego con sus mamás, como es natural, lo que implica mucha dedicación y sacrificio.
De pronto, te ves metida en un túnel del que es muy complicado salir, especialmente si trabajas y tienes poca ayuda en casa, y es muy normal que caigamos en la trampa de convertirnos en «madres monotema».
El apoyo de otras madres como ser tabla de salvación
Es muy respetable que, como a Pilar Rubio, te aburra soberanamente hablar solo sobre tus hijas e hijos y que no sientas la necesidad de compartir tus inquietudes como madre con otras personas, o que solo te apetezca a veces. Si no lo necesitas, no eres una mala madre ni quieres menos a tus hijos, ni debes sentirte culpable por no tener esa inquietud.
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Podría ser negativo para nuestra salud mental (y también para la paciencia de los que nos rodean) no hablar de otra cosa que de nuestros hijos, pero lo cierto es que es fundamental sentir que no estás sola. Para eso, es muy positivo rodearse de gente que está en tu mismo momento vital, que tiene las mismas inquietudes, los mismos obstáculos que saltar, que sabe dónde está de oferta la marca de pañales que compras o la leche que toma tu bebé y que comprende que no te da la vida y que te sientes completamente desbordada con la situación, porque ella se siente exactamente igual.
Habla con otras madres, si te lo pide el cuerpo y te hace sentir mejor, pero intenta mantener activo y presente tu propio yo, aunque te cueste, para no dejarte arrastrar al abismo de las conversaciones monotema. El hecho de que tú te encuentres mejor contigo misma también es positivo para tu hijo o hija.
¿Se puede salir del túnel? Sí, se puede.
Partimos de la base de que hay madres que sobrellevan la maternidad con ligereza, que están deseando volver a trabajar después de dar a luz y que consiguen diferenciar muy bien su “yo de siempre” de su “yo madre”, pero, si no es tu caso, te prometemos que hay luz al final del túnel.
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Aquí van algunos tips para que tu vida de mamá no sea «un coñazo» (de las connotaciones que implica esta palabra… mejor hablamos otro día):
- Recuerda que solo estás atravesando una etapa
- Busca tiempo, aunque sea solo un poco, para hacer algo que te haga sentir bien
- Haz el esfuerzo de hablar, de vez en cuando, con tu entorno de algo más que de tus hijos, aunque no siempre sea fácil
- No te desesperes si no llegas a todo, haces lo que puedes
- Pide ayuda a tu entorno cuando te sientas desbordada