Síndrome de Rokitansky o agenesia vaginal: te contamos en qué consiste esta patología
Relaciones sexuales dolorosas o infertilidad son algunas de las consecuencias de la agenesia vaginal. Todo lo que necesitas saber sobre este síndrome.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
Síndrome de Rokitansky, agenesia vaginal, agenesia mulleriana, síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser o simplemente MRKHS. Estos son algunos de los nombres que recibe esta patología. Es raro, sí, afecta apenas a 1 de cada 5.000 mujeres en todo el mundo, pero no por eso hay que darle la espalda.
Nuestro equipo de expertas de Bloom se ha puesto manos a la obra para contarte todo lo que debes saber sobre el síndrome de Rokitansky. Vamos allá.
Todo sobre la agenesia mulleriana
Qué es el síndrome de Rokitansky
El MRKHS se trata de un trastorno congénito del aparato reproductor femenino. Las personas que lo padecen nacen sin útero, sin trompas de Falopio y, en algunos casos, también sin vagina. Normalmente, sí tienen ovarios funcionales.
No hay que confundirlo con otros problemas, como el vaginismo o la atrofia vaginal.
Síntomas del MRKHS
Aunque se trata de una patología de nacimiento, no es habitual detectarlo al momento de nacer y la persona puede crecer y llegar a la adolescencia sin percibir nada extraño. El principal síntoma del síndrome de Rokitansky es la ausencia de menstruación, es por ello que, al llegar a cierta edad sin haber tenido una primera regla, esto propicia una consulta al ginecólogo, donde se puede detectar este problema.
El dolor en las relaciones sexuales o la falta de una primera menstruación son los principales síntomas de la agenesia vaginal
La regla nunca llega, ya que al faltar el útero, las trompas de Falopio o incluso parte del tracto genital inferior la menstruación no puede producirse, incluso aunque la persona tenga óvulos funcionales.
Por otro lado, la agenesia vaginal puede provocar que la vagina no esté formada o sea más corta de lo habitual, lo que puede traducirse en dolor a la hora de tener relaciones sexuales y despertar la voz de alarma. Eso sí, ten en cuenta que el dolor durante o después del sexo puede deberse a otras causas, como una contractura vaginal o incluso sequedad vaginal. Cada problema tiene su diagnóstico y por supuesto su tratamiento y debemos evitar el autodiagnóstico para no llevarnos sustos innecesarios.
Consecuencias del síndrome de Mayer Rokitansky
Los síntomas de la agenesia vaginal son a su vez consecuencias, pero, además de la falta de menstruación o del dolor en las relaciones sexuales, también se refleja en la salud de quien lo padece de otro modo:
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Enfermedades óseas o renales:
El síndrome de MRKHS no solo afecta al aparato reproductor, también puede tener sus consecuencias en los huesos o en malformaciones renales (como el riñón pélvico o el riñón en herradura).
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Infertilidad:
A estas alturas ya habrás sospechado que la agenesia vaginal provoca también infertilidad en las mujeres que la padecen. Al no tener útero, se hace inviable la gestación.
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Problemas psicológicos:
Todo esto puede afectar en mayor o menor medida a la salud mental de una persona. La dificultad para tener relaciones sexuales, los problemas óseos o renales y la imposibilidad para gestar un hijo pueden acarrear ciertos problemas psicológicos: ansiedad, depresión, falta de autoestima…
Diagnóstico y pruebas de la agenesia mulleriana
Esta patología no da señales hasta cierta edad. Como este síndrome de Rokitansky no afecta a la producción normal de hormonas femeninas, la persona llega a la adolescencia habiéndose desarrollado plenamente y probablemente sin ningún síntoma.
Si a partir de los 15 años la menstruación no ha aparecido, es necesario acudir al ginecólogo para que realice las pruebas oportunas, más allá de una exploración básica, ya que, a simple vista y de forma externa, los genitales son totalmente normales.
Por eso, sería necesario para el diagnóstico del MRKHS realizar una resonancia magnética o una ecografía de ultrasonido. Con esto, se puede observar la vaginal, el útero y la matriz, por lo que se pueden encontrar estas anomalías.
Estas pruebas son indoloras, aunque en algunos casos pueden llegar a durar hasta una hora. Es importante que te mantengas quieta y tranquila mientras te la están realizando.
Tratamiento, ¿tiene cura el síndrome de Rokitansky?
Como tal el síndrome de Rokitansky no tiene tratamiento, pero sí que hay ciertas soluciones que pueden ayudar a las personas con esta patología a llevar una vida sexual lo más plena posible.
El tratamiento de este síndrome puede ser de dos tipos: intervención quirúrgica y o intervención no quirúrgica.
Estos tratamientos pueden empezar con las llamadas dilataciones vaginales, que solo son viables si la persona tiene vagina, aunque sea corta. El más conocido es el dilatador de Frank, que, mediante tubos de plástico y aplicando presión, puede ayudar a aumentar el tamaño de la vagina. Es un tratamiento bastante efectivo.
En el caso de que esto no funcione o que no se puedan usar dilatadores, se puede recurrir a una intervención quirúrgica con la cual se buscará “construir” una vagina. El tratamiento en este caso puede durar unos tres meses y se realiza colocando un injerto de piel sobre una prótesis de silicona, que posteriormente se fija al túnel vaginal mediante sutura.
Referencias académicas:
https://academic.oup.com/humrep/article/22/7/2020/2356701?login=false
https://link.springer.com/article/10.1186/1750-1172-2-13
https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/01674820802546204