¿No llegas al orgasmo? Descubre qué es la anorgasmia y cómo solucionarla
Hablamos de la anorgasmia, ese obstáculo que te aleja del placer, y cómo ponerle solución. ¡Tren destino clímax a punto de partir!
Todas más o menos conocemos los beneficios del orgasmo: aumento de la felicidad, reducción del estrés, mejora del sistema inmunitario… Ahora bien, ¿Hemos sentido esa sensación en nuestra piel? ¿Conseguimos alcanzar el orgasmo de manera regular? Si no es así, te presentamos a la anorgasmia.
Cuando no llegas al orgasmo de manera constante (o nunca) es normal frustrarse y acabar en un bucle de desesperación. No worries: vamos a ver qué es la anorgasmia, cuáles son sus principales causas y qué podemos hacer para superarla.
¿Qué es la anorgasmia?
Anorgasmia es el término con el que se conoce la dificultad para alcanzar el orgasmo tras la estimulación sexual. Puede afectar a las relaciones sexuales, a la masturbación (¿es bueno masturbarse? ¡por supuesto!) o ambas y ser puntual o recurrente. Aunque se da tanto en hombres como en mujeres, lo cierto es que es más frecuente entre nosotras.
¿Te suena la palabra frigidez? Durante años se utilizó este término, con todas sus connotaciones negativas, para culparnos directamente de no ser capaces de conseguir un orgasmo. Como habrás adivinado, esto no es tan sencillo. De hecho, nuestros órganos sexuales son un pelín más complejos que los masculinos. La estimulación sexual es más difícil incluso para nosotras mismas, que en teoría deberíamos conocer nuestro cuerpo mejor que nadie.
¿Qué tipos de anorgasmia hay?
La anorgasmia se suele dividir en diferentes tipos que tienen que ver con su frecuencia y posible causa. Probablemente, si no consigues llegar al clímax, te dé igual qué tipo de anorgasmia sufres, sin embargo, distinguir y conocer un poco a cuál perteneces puede ayudarte a ponerle solución con mayor facilidad.
- La anorgasmia primaria es aquella que siempre ha estado ahí: la sensación del orgasmo es totalmente desconocida.
- La anorgasmia secundaria o adquirida sucede cuando, de manera repentina, dejamos de alcanzar el orgasmo.
- Llamamos anorgasmia situacional cuando el orgasmo solo se alcanza en determinadas circunstancias (con una estimulación muy concreta, con una persona específica…)
- También existe la llamada anorgasmia coital, que hace referencia a la imposibilidad de llegar al orgasmo durante la penetración. Aunque lo incluyamos en este listado, lo cierto es apenas un 25% de nosotras consigue experimentar orgasmos durante esta práctica. Así que amiga, esto es una pena compartida, no te martirices.
¿Por qué no llego al orgasmo? Causas de la anorgasmia femenina
No hay una única causa para sufrir anorgasmia, sino que son múltiples factores los que pueden provocarla y estos son tanto físicos como psicológicos o culturales.
Factores físicos
Los factores físicos son en realidad los menos frecuentes. Pueden deberse a trastornos hormonales o lesiones en los genitales, pero también influye el efecto de algunas medicaciones, la edad y algunas enfermedades crónicas.
Factores psicológicos
La parte psicológica es muy amplia; igual que sucede en otras disfunciones sexuales, la ansiedad o la depresión pueden provocar que nos cueste llegar al orgasmo. Otras causas psicológicas, desgraciadamente muy frecuentes entre nosotras, son el temor a la intimidad, la imagen negativa de nuestro cuerpo e incluso el sentimiento de culpa. Además, tener problemas en la pareja o haber sufrido algún episodio traumático, como un abuso sexual, también son factores determinantes.
Factores culturales
Vivimos en una sociedad hipersexualizada donde además estamos muy acostumbradas a ver que el fin de una relación sexual tiene que ser necesariamente el orgasmo. Esta obsesión por alcanzar el máximo placer puede jugar en nuestra contra. Pero eso no es todo: durante décadas las mujeres nos hemos enfrentado al sexo condicionadas de manera negativa, bien por una educación sexual escasa o represiva, por un desconocimiento de nuestra propia anatomía o por la presencia de mitos como que solo podemos alcanzar el orgasmo coito mediante.
Anorgasmia femenina: ejercicios para ponerle fin
Una vez vista la parte más teórica, vamos a la práctica: ¿qué puedo hacer si me cuesta llegar al orgasmo?
Ejercicios de Kegel
Samantha Jones en Sexo en Nueva York ya nos avisó de la importancia de mantener nuestro suelo pélvico fuerte y flexible, como un músculo más. No solo nos ayudarán a evitar futuros problemas de pérdida de orina, sino que pueden mejorar nuestra vida sexual en general. Consisten, básicamente, en contraer y relajar el músculo pubocoxígeo. WHAT!? Lo primero es localizar ese músculo, para después aprender la técnica de los ejercicios Kegel y repetirlos tantas veces al día como quieras. Puedes hacerlos en cualquier momento y lugar ya que nadie lo notará (otra enseñanza de Samantha). También puedes utilizar alguna ayuda, como las bolas chinas.
Sensate Focus
¿Sabías que los sentidos también se trabajan? Este método propone un enfoque sensorial total. Se trata de olvidarnos por un momento de todo lo que pasa fuera y centrarnos en la relación sexual o masturbación. Fuera teléfonos, televisión, luces y sonidos fuertes. Es el momento de explorarse detenidamente e ir prestando toda la atención a lo que pasa en tu cuerpo.
Para eso, puedes recrear un ambiente que te resulte excitante: ponerte velitas, cambiar la cama por la bañera o poner tus sábanas favoritas. Lo que sea para evitar que tu atención se enfoque en algún aspecto negativo. Aquí solo importas tú y debes concentrarte solo en eso.
¿Cómo llegar al orgasmo? Otras soluciones para la anorgasmia femenina
Ya hemos visto algunas técnicas recomendadas para mejorar nuestra vida sexual, pero hay más formas de enfrentarse a la anorgasmia que van más allá de lo físico. Como hemos visto, muchas veces no se trata de una disfunción sexual per se, sino una respuesta (o mejor dicho, una no-respuesta) de nuestro cuerpo a algo que no va bien. Para ello, es fundamental que intentemos conocernos mejor tanto psicológica como físicamente: qué te gusta, qué te hace sentir bien, dónde te gusta que te toquen, cómo evitar situaciones que te resulten incómodas…
Si tenemos más o menos identificada la causa será más fácil encontrar la solución. Para ambas cosas la terapia resulta de gran ayuda, ya que nos señala qué es la parte que debemos tratar – de manera individual o en pareja – para iniciar el proceso y poder disfrutar plenamente de nuestra vida sexual.
Y si ya lo has probado todo y sigues sin poder alcanzar el clímax, debes perder la vergüenza y buscar una sexóloga o fisiosexóloga que te ayude a conseguirlo. Porque todas nos merecemos una alegría para el cuerpo de vez en cuando, y mejor si llega en forma de orgasmo.