Cómo me sentí cuando dejé a mis hijos en la guardería por primera vez (y los consejos de psicóloga que me habría gustado tener)
Sentimiento de culpabilidad, miedo, ansiedad, preocupación…. Consejos profesionales para afrontar bien las primeras semanas de escuela infantil o colegio
El momento de dejar a tu hijo en la guardería (escuela infantil) o en el colegio por primera vez es, sin duda, una experiencia cargada de emociones. Tanto los padres como los niños atravesamos en ese momento una etapa de ajuste emocional que genera, en muchos casos, ansiedad, miedo, inseguridad y un sentimiento de culpabilidad bastante evidente.
Hace ya bastantes años que tuve que dejar, primero a mi hija y después a mi hijo, en manos de las educadoras de la guardería para incorporarme al trabajo tras la baja por maternidad. Sin embargo, dudo que algún día pueda olvidar alguno de esos dos momentos que vivimos tan intensamente y esa mezcla de emociones difícil de explicar.
Analizamos cómo es ese momento en el que dejas a tus hijos en la guardería o el colegio por primera vez y atendemos los consejos de Silvia Maurel, psicóloga del Centro Médico Maurel para afrontar ese momento de la mejor manera posible.
¿Qué nos pasa en esos primeros días de separación?
No me considero una madre demasiado protectora, siempre he querido dar independencia a mis hijos y creía que iba a afrontar el primer día de colegio con bastante naturalidad, especialmente con mi segundo hijo porque ya me avalaba la experiencia. Pero resultó que no. Aunque hayas tenido tiempo de sobra para prepararte para ese momento y sepas que haces lo correcto, cuando llega el día en el que tienes que dejar a tu hijo en la guardería o en el colegio por primera vez se produce el drama. Salvo contadas excepciones en las que los padres y los niños superan sin ningún problema este hito, el resto de los mortales vivimos un momento complicado en la separación.
En lo que respecta a los niños, la forma de reaccionar puede cambiar mucho de unos a otros según su personalidad y sus circunstancias y, desde luego, depende mucho de la edad a la que se produzca la separación. En muchas ocasiones, los niños no son conscientes durante los primeros días de lo que está ocurriendo y es, al cabo de unos días, cuando asimilan la situación y empiezan a acusarla.
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Cuando los niños no se quedan a gusto en la escuela infantil y lloran o reclaman nuestra atención con manifestaciones en casa como pesadillas, rabietas o comportamientos anormales, el problema se suele agravar aún más. Según explica Unicef, “la ansiedad por separación es un fenómeno que se observa a menudo sobre todo entre los seis meses y los tres años. Los bebés y los niños y niñas pequeños pueden sentirse ansiosos cuando dejan de ver a sus padres o a su cuidador principal, ya que todavía están aprendiendo que estas separaciones son solo temporales”.
En cuanto a los padres, la mayoría de nosotros ( y casi siempre más las madres, por qué negarlo) tenemos sentimientos encontrados en este momento. Por un lado está el hecho consciente de que la separación tiene que llegar tarde o temprano y el convencimiento de que estás dejando a tu hijo en buenas manos, que va a aprender a relacionarse con otros niños y se va a divertir. Pero en el otro extremo están la preocupación, la incertidumbre, la pena y el sentimiento de culpa, que en mi caso pesaba demasiado.
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¿Por qué tenemos sentimiento de culpabilidad en esos momentos?
El sentimiento de culpa que muchas madres y padres experimentamos en el momento de dejar a nuestro hijo en la escuela infantil o en el colegio está relacionado con la percepción de que, al separarnos de nuestro hijo, estamos de alguna manera fallándole o abandonándolo. Este hecho responde a nuestra responsabilidad como cuidadoras y también a la enorme presión social que nos obliga a ser las madres perfectas en todo.
La experta en psicología Silvia Maurel comenta al respecto que el sentimiento de culpa que se genera en la separación entre padres e hijos cuando empieza el colegio o la guardería es algo completamente natural. Nos preocupa que el niño no esté bien cuidado, que no se adapte bien a la nueva rutina, que el centro educativo tome decisiones en las que no estemos de acuerdo y también que nuestro hijo se sienta abandonado en algún momento.
Nuestra naturaleza nos demanda seguir cuidando a nuestros hijos, proporcionarles todo lo que necesiten y cuidar el vínculo que existe entre nosotros desde antes de su nacimiento. Sin embargo, vivimos en sociedad y eso nos obliga a seguir las reglas del juego. “Tener esos sentimientos de culpabilidad es completamente normal porque la separación se produce en un momento de mucho apego, pero no deberíamos recrearnos en ese sentimiento. Hay que vivirlo con naturalidad y darnos el tiempo necesario para que la familia se adapte a las nuevas circunstancias de forma orgánica”, explica la psicóloga.
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Claves para afrontar las primeras semanas de guardería o colegio
Aunque es un proceso difícil, existen algunas estrategias que pueden ayudarnos a afrontar esta etapa de la mejor manera. Estos son los consejos de la psicóloga para afrontar este momento de la separación:
- Asegúrate de que conoces bien el centro: con antelación familiarízate con la guardería o el colegio al que vaya a asistir tu hijo. Haz las preguntas que sean necesarias y cerciórate de que es un lugar seguro del que te encajan los valores, el entorno, los horarios, las rutinas y el ambiente en el que lo vas a dejar. Cuantas menos incertidumbres tengas, menos ansiedad te provocará la separación.
- Elige una entrada gradual: siempre que sea posible, trata de que la adaptación al centro sea gradual. Muchas escuelas infantiles y colegios ofrecen un periodo de adaptación donde el niño pasa unas pocas horas los primeros días para luego aumentar el tiempo gradualmente e incluso permiten a los padres asistir un tiempo con él.
- Prepárate emocionalmente con anticipación: es importante aceptar los sentimientos de miedo, ansiedad o tristeza durante los primeros días. Reconocer estas emociones te ayudará a procesarlas mejor y a no dejar que interfieran en el proceso de adaptación de tu hijo.
- Habla con tu hijo o hija desde la positividad: hablarle positivamente a los niños sobre la escuela infantil o colegio y las nuevas actividades que vivirá allí le ayudará a ver el cambio como algo emocionante y no como algo negativo. Mantén esa actitud positiva en su presencia cuando vayas a llevarle al colegio y a recogerlo, aunque cueste.
- Fomenta la independencia de tu hijo: si el niño ya tiene uno o dos años puedes ayudarle a fomentar su independencia y autonomía animándole a hacer tareas sencillas. La autonomía le ayudará a sentirse más seguro cuando esté lejos de su familia.
- Dedicale tiempo a la despedida: es un error irse corriendo para evitar que los niños nos reclamen. La forma correcta de actuar es dedicarle un tiempo a la despedida pero siendo firme y sin alargarse demasiado. Usar palabras positivas y alegres y crear una rutina para ese momento, puede ayudar a padres e hijos a minimizar la ansiedad por la separación.
- Recuperar el tiempo: cuando las circunstancias nos obligan a pasar menos tiempo con nuestros hijos por el trabajo y la educación escolar, resulta muy positivo pasar tiempo de calidad con ellos. Haz lo posible para encontrar un tiempo para leer un libro, jugar o pasear juntos y sin distracciones.