Enfermedades autoinmunes en mujeres: ¿cómo afectan a la regla?

Algunas enfermedades autoinmunes como el lupus o el hipotiroidismo pueden causar irregularidades en el ciclo menstrual. Analizamos cómo se relacionan y cómo afecta a nuestra menstruación

noviembre 12, 2024 Escrito por Isabel Sauras

Redactora de Bloom especializada en salud femenina, cultura y estilo de vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid.

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Las enfermedades autoinmunes pueden llegar a ser un grave problema de salud para muchas mujeres. Hablamos de patologías como el lupus, la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple o el hipotiroidismo que afectan directamente al sistema inmunológico, causando que el propio cuerpo ataque células y tejidos sanos. 

Pero además de sus síntomas más comunes, estas enfermedades suelen tener un impacto directo en el ciclo menstrual de las mujeres, generando dolores, irregularidades y cambios en la duración y poniendo en peligro nuestra salud reproductiva.

Para ahondar en la relación entre las enfermedades autoinmunes y la regla, hemos hablado con el Dr. Eduardo de la Fuente, inmunólogo y miembro de la Sociedad Española de Inmunología y médico adjunto Servicio Inmunología Hospital Clínico San Carlos y el Hospital Ruber Internacional de Madrid.

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¿Las enfermedades autoinmunes nos afectan más a nosotras?  

Es un hecho que las enfermedades autoinmunes afectan mucho más a las mujeres que a hombres y, sin embargo, no existe una causa clara que lo justifique.

A este respecto, el De la Fuente, especialista en inmunología, explica que la relación entre género y autoinmunidad es muy compleja y depende de muchos factores: “Las células inmunológicas responden a las hormonas sexuales, lo que inicialmente hizo pensar que estas eran la causa de la mayor prevalencia en mujeres, pero eso no lo explica del todo. Aunque las hormonas sexuales tienen un papel en la actividad inmunitaria, la variabilidad de la autoinmunidad en distintas etapas de la vida, como la niñez o la postmenopausia, deja claro que hay otros muchos factores en juego”.

Entre estos factores, la genética parece jugar un papel fundamental. Las mujeres tienen dos cromosomas sexuales X, mientras que los hombres tienen un X y un Y. En el cromosoma X se encuentran genes esenciales para la activación del sistema inmunológico, y aunque uno de estos cromosomas X se «silencia» de forma natural en las mujeres, ese apagado no es completo: “Cerca de un 15% de los genes del cromosoma X que debería estar silenciado sigue activo, lo que puede aumentar el riesgo de autoinmunidad”, explica el inmunólogo.

Además, algunos estudios científicos también sugieren que el cromosoma Y, exclusivo en los hombres, podría ejercer un efecto protector contra estas enfermedades, aunque esta hipótesis aún requiere más investigación. Otros factores en estudio son las diferencias en la microbiota intestinal y el papel del microARN, unas pequeñas moléculas que regulan la expresión de genes y que podrían estar vinculadas a estas diferencias de género.

«En múltiples enfermedades autoinmunes hay descritas alteraciones del ciclo menstrual como irregularidades, cambios en la duración de este y dolor. Dada la naturaleza hormonal del ciclo menstrual, las enfermedades autoinmunes que causan alteraciones endocrinológicas son quizás las más llamativas».

Dr. Eduardo de la Fuente, inmunólogo.

La relación entre las enfermedades autoinmunes y la regla  

¿Sabías que una de las consecuencias menos conocidas de las enfermedades autoinmunes es su impacto en el ciclo menstrual? Por ejemplo, en las enfermedades autoinmunes que afectan a las glándulas endocrinas, como el hipotiroidismo de Hashimoto o la enfermedad de Graves, es muy común observar ciclos menstruales irregulares, cambios en la duración del sangrado o mayor dolor. Esto sucede porque estas enfermedades afectan directamente a la glándula tiroides, reguladora clave del metabolismo y, por ende, de procesos hormonales que se ven reflejados en la menstruación. 

Pero estos efectos no se limitan a las enfermedades endocrinas; otras patologías como el lupus, el síndrome de Sjögren o la esclerosis múltiple también pueden afectar el ciclo de algunas mujeres. «El tipo de alteración en la menstruación depende del tipo de enfermedad, su gravedad y el nivel de control que se tenga sobre esta», explica el Dr. de la Fuente. Estas alteraciones reflejan cómo el sistema inmunológico y el equilibrio hormonal están profundamente interconectados, y cómo una enfermedad autoinmune no solo afecta al órgano que da nombre a la enfermedad, sino a diversos sistemas del cuerpo.

En algunas mujeres, además, la actividad de la enfermedad autoinmune durante el ciclo menstrual puede desencadenar otros síntomas. Por ejemplo, las pacientes que padecen lupus suelen sufrir un aumento en la inflamación y mayor dolor articular durante la menstruación. Asimismo, en el caso del síndrome de Sjögren, la sequedad generalizada, que es un síntoma frecuente, puede empeorar en momentos del ciclo donde los niveles hormonales bajan, como en la fase premenstrual. 

Es importante tener en cuenta que estas alteraciones menstruales no siempre se manifiestan desde el inicio de la enfermedad, sino que pueden desarrollarse con el tiempo y fluctuar según el control de la patología y las características individuales de cada paciente, tal y como explica el especialista en inmunología.

enfermedad autoinmune afecta al ciclo menstrual

¿Se pueden reducir las alteraciones menstruales provocadas por una enfermedad autoinmune?  

En general, el diagnóstico de las enfermedades autoinmunes y su posible relación con las alteraciones menstruales suele implicar a un equipo multidisciplinario de especialistas, ya que los síntomas pueden variar muchísimo entre una mujer y otra, según el tipo de enfermedad y los órganos que han sido afectados. Por eso, reumatólogos, endocrinólogos, inmunólogos e incluso neurólogos suelen trabajan en conjunto para diagnosticar y gestionar estas patologías, 

“En muchos casos, las pruebas iniciales incluyen la historia clínica y la exploración física, complementadas por análisis específicos como marcadores de inflamación y pruebas de autoanticuerpos. Estos autoanticuerpos son proteínas que el sistema inmunológico produce y que, en vez de atacar agentes externos como bacterias o virus, se dirigen contra los propios tejidos de la persona, lo que resulta clave para el diagnóstico”, asegura el Dr. de la Fuente.

Una vez que se confirma el diagnóstico de una enfermedad autoinmune concreta, el enfoque terapéutico depende mucho de la patología y de cómo se manifiesta. De esta manera, en casos de hipotiroidismo o enfermedad de Graves, el tratamiento implica reponer las hormonas que la glándula tiroides no produce adecuadamente, y de esta forma, muchas veces se consigue una regulación del ciclo menstrual. Sin embargo, en la celiaquía el tratamiento se basa en retirar el gluten de la dieta, lo que normalmente alivia tanto los síntomas digestivos como algunas alteraciones hormonales secundarias.

Cuando las alteraciones menstruales persisten a pesar de tratar la enfermedad de base, se puede considerar la opción de un tratamiento hormonal, pero según Eduardo de la Fuente, “el tratamiento hormonal solo se recomienda en casos donde otros enfoques no han resultado efectivos, y siempre bajo supervisión médica».

En cualquier caso, además de los tratamientos específicos, lo recomendable siempre es adoptar un enfoque integral que incluya cambios en el estilo de vida, una alimentación equilibrada y antiinflamatoria y una buena gestión del estrés, porque esos factores contribuyen mucho a exacerbar los síntomas de muchas enfermedades autoinmunes y, por supuesto, influir en la regulación del ciclo menstrual. 

inmunología regla

¿Cómo saber si estoy desarrollando una enfermedad autoinmune?  

Cuando sufrimos una enfermedad autoinmune los síntomas suelen ser bastante difusos y por eso es difícil conseguir diagnósticos tempranos. Un cambio en la regla podría ser un síntoma, pero las alteraciones menstruales pueden responder a un montón de causas y además, en general, es muy complicado reconocer los síntomas de una posible enfermedad autoinmune partiendo de un desarreglo en el ciclo menstrual. 

Otras señales comunes de las enfermedades autoinmunes pueden ser fatiga crónica, fiebre sin causa aparente, dolores articulares y musculares, y síntomas específicos dependiendo de la patología. 

En casos de conectivopatías, como el lupus o la artritis reumatoide, también son frecuentes síntomas como los dolores articulares y la sequedad en ojos y boca. La enfermedad celíaca, que afecta al intestino, puede presentar síntomas como diarrea crónica o distensión abdominal, mientras que el hipotiroidismo suele provocar fatiga, intolerancia al frío y aumento de peso. La presencia de estos síntomas, junto con irregularidades menstruales, puede ser indicativo de una enfermedad autoinmune subyacente y debería ser motivo de consulta médica, explica el Dr. Eduardo de la Fuente. 

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