
Juguetes sexuales para hombres: tipos, beneficios y cómo usarlos sin tabúes
Los juguetes sexuales para hombres están dejando de ser un tema tabú para convertirse en una herramienta más del bienestar íntimo. Ya sea solo o en pareja, el placer masculino también merece explorarse con libertad.
Durante mucho tiempo, hablar de juguetes sexuales se ha centrado en los que están dirigidos a mujeres: vibradores, succionadores, bolas chinas… Pero lo cierto es que los juguetes sexuales para hombres han ganado protagonismo en los últimos años con un mundo de productos diseñados para potenciar el placer, aumentar la sensibilidad, mejorar la vida sexual en pareja o simplemente conocerse mejor.
Lejos de ser una “moda” o un “reemplazo” del sexo con otra persona, los juguetes sexuales masculinos pueden ser aliados del bienestar sexual. Ya sea por curiosidad, por ganas de probar algo nuevo o por razones de salud como la mejora del suelo pélvico o el control de la eyaculación, cada vez más hombres se abren a nuevas formas de explorar su cuerpo.
Un panorama más amplio de placer
Aunque todavía existe cierta incomodidad o desconocimiento en torno al uso de juguetes sexuales por parte de los hombres, especialmente cuando se trata de productos para la estimulación anal o de la próstata, el mercado ha evolucionado muchísimo. Ya no se trata solo de productos básicos. Hoy en día existe una variedad de dispositivos tecnológicos, ergonómicos y elegantes que apuntan a una vivencia sexual más completa.
Además, no se trata únicamente de un juego en solitario, muchos de estos juguetes pueden ser parte de la vida sexual en pareja, fomentando la comunicación, el consentimiento y el descubrimiento compartido del placer.


¿Qué tipos de juguetes existen y cómo funcionan?
Aquí te presentamos algunos de los más populares, con una breve explicación sobre cómo se utilizan y qué tipo de estimulación ofrecen:
1. Masturbadores masculinos
Son uno de los juguetes más comunes y versátiles. Simulan sensaciones similares al sexo oral, vaginal o anal, con texturas internas diseñadas para incrementar el placer.
- Fleshlight: tiene forma de linterna y un interior muy realista. Algunos modelos permiten regular la succión o añaden vibración.
- Tenga Egg: discreto y económico. Es un pequeño huevo de silicona elástica que se estira sobre el pene y tiene diferentes texturas interiores.
2. Masajeadores de próstata
La próstata es una zona muy sensible que, al estimularse correctamente, puede generar orgasmos más intensos. Estimularla no tiene relación con la orientación sexual: es una fuente más de placer.
- Aneros o Lelo Hugo: hay modelos sin vibración, que funcionan con los movimientos del cuerpo, y otros con control remoto, ideales para juegos en pareja.
- Son anatómicos, con una curva que permite alcanzar la próstata con seguridad.
3. Anillos para el pene
Conocidos también como cock rings, se colocan en la base del pene (a veces también rodeando los testículos) y ayudan a mantener la erección por más tiempo.
- De silicona básica o vibradores: algunos incorporan vibración para estimular también a la pareja durante el coito.
- Son útiles para quienes buscan mejorar su resistencia o prolongar la experiencia.
4. Vibradores para pene
Aunque tradicionalmente asociados al cuerpo femenino, los vibradores también tienen versiones adaptadas al pene y sus zonas más sensibles.
- Vibradores envolventes: estimulan el glande y el tronco simultáneamente.
- Dispositivos de pulsación o succión: como el Arcwave Ion, que utiliza tecnología de ondas de presión similares a los succionadores de clítoris, pero adaptado al glande.
5. Juguetes controlados por app
La tecnología también ha llegado al terreno erótico. Muchos juguetes modernos pueden conectarse con una app para personalizar ritmos, intensidades e incluso usarse a distancia.
- Ideales para relaciones a distancia o juegos en pareja.
- Algunos modelos permiten sincronizarse con contenido audiovisual o incluso con juguetes del otro miembro de la pareja.


Más allá del prejuicio: conocerse, disfrutarse, cuidarse
El uso de juguetes sexuales no debería entenderse como una señal de carencia, sino como una forma de bienestar. Así como hacemos ejercicio, comemos bien o meditamos, explorar el placer también es parte del autocuidado. El cuerpo masculino tiene muchas zonas erógenas que van más allá del pene, y muchas veces solo falta un poco de curiosidad y apertura para descubrirlas.
Además, muchos de estos juguetes tienen beneficios añadidos, algunos ayudan a entrenar los músculos del suelo pélvico, otros pueden mejorar la sensibilidad o incluso contribuir a tratar la disfunción eréctil o la eyaculación precoz.