Mansplaining y manspreading, ¿qué significan? Ejemplos para detectarlo en cuestión de segundos

Hay dos conceptos que seguramente hayas escuchado últimamente. Ambos empiezan por man, pero, ¿sabes a qué hacen referencia?

mayo 29, 2023 Escrito por Sara G. Pacho

Redactora de Bloom especializada en salud femenina, estilo de vida y feminismo. Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Máster en Comunicación como Agente Histórico-Social, especialidad en Lenguaje Audiovisual por la Universidad de Valladolid.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

Te pongo en situación: estás en mitad de una discusión, compartiendo algunos datos e impresiones sobre un tema del que algo sabes. De repente, un rayo de luz se abre ante ti para iluminarte: es un hombre dispuesto a explicarte lo que tú misma estabas ilustrando. ¿Te suena? Seguramente hayas sido víctima de este condescendiente fenómeno, de igual manera que habrás tenido que hacerte pequeñita cuando viajabas en el metro para que el tío de tu lado se espatarrarse a gusto.

Pues bien, estas dos circunstancias que la mayoría de las mujeres hemos vivido con insultante asiduidad (en nuestro Instagram hicimos una encuesta y un 65 % nos respondisteis que habíais vivido mansplaining) tienen nombre. Eso sí, se los hemos cogido prestados al inglés: mansplaining y manspreading. Comparten la raíz (man, hombre) porque algo de enfoque de género tienen. Son una llamada de atención para reflexionar sobre las dinámicas de poder, los roles y los espacios que ocupamos en nuestras interacciones diarias. Te explicamos en qué consiste cada uno de ellos con ejemplos para que puedas identificarlos ipso facto

mansplaining que es

Mansplaining: qué es

A partir de dos términos, man (hombre) y explain (explicar), se acuñó la palabra mansplaining, vocablo que recoge el Cambridge Dictionary como “el acto de explicar algo a alguien de una manera que sugiere que es estúpido; utilizado especialmente cuando un hombre explica algo a una mujer que ella ya entiende”. La mismísima RAE también lo tiene en cuenta como neologismo, aunque propone la alternativa “machoexplicación” (mucho menos usada). 

Vamos con el caso práctico. Estás cenando con varios amigos y amigas. Alzas tu voz para hablar sobre un tema que dominas. Qué sé yo: el yacimiento de Atapuerca. De repente eres interrumpida por un hombre, que, vestido con una capa de superioridad y condescendencia, te explica a ti quién es Benjamina. Da igual si eres experta en evolución humana, antropóloga o Arsuaga con peluca: él no solo sabe más que tú, sino que te lo va a explicar nivel Barrio Sésamo. 

Esta actitud no es, ni mucho menos, un caso aislado. Se sabe que hay incluso señores que te explican a ti cómo es el dolor de la regla o, incluso tíos que le han explicado a una mujer embarazada cómo es estar embarazada. De locos. En esa encuesta en Instagram muchas nos contasteis situaciones en las que habéis vivido mansplaining: en el trabajo, aparcando (imagina aquí un emoji poniendo ojos en blanco) o incluso hablando sobre feminismo.

¿Necesitas más ejemplos? Te traigo uno reciente: Luisa Fernanda, la médica que acudió a First Dates en busca de un rollete y se encontró con un tío dispuesto a cuestionar sus estudios desde la atalaya del machismo

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Podríamos enumerar cientos de ejemplos. De hecho, el tema da para libro: Rebecca Solnit lo analiza en “Los hombres me explican cosas”, un conjunto de ensayos que ponen el foco en la desigualdad de género, la violencia y las dinámicas dañinas.

Según razona Solnit, el mansplaining nace de una autoridad que los hombres creen tener de manera innata y que nosotras, las mujeres, tenemos que aceptar mientras hacemos verdaderos esfuerzos por ser valoradas.

Como dato curioso, la autora menciona que, durante una cena, un desconocido incluso le quiso explicar a ella de qué iba el libro que había escrito cuando, además, únicamente se había leído una reseña del New York Times

mansplaining definición

Manspreading: qué es

Ahora que ya sabemos que cualquier hombre puede corregirnos y explicarnos lo que sea independientemente de su conocimiento al respecto, veamos qué pasa con el tema de los espacios. Pues resulta que, oh, sorpresa, también les corresponden. Cuando hablamos de manspreading hablamos de lo que en español normalmente hemos llamado “despatarre”. Despatarrarse no tiene género: todas y todos sabemos hacerlo fenomenal, sobre todo al final del día en el sofá, pero, ¿qué pasa cuando alguien se cree con el legítimo derecho a abrirse de patas en el transporte público aunque eso signifique invadir asientos aledaños? 

El manspreading es, según el Diccionario de Cambridge, “el hecho de que un hombre se siente, especialmente en el transporte público, con las piernas muy separadas, de forma que las personas que están a su lado tengan menos espacio”.

Basta con abrir un poco los ojos para verlo en todas partes: hombres que viajan sentados abiertos de patas como si se les fuera aplastar la entrepierna al cerrarlas. Los reconocerás porque, normalmente, a sus lados hay mujeres encogidas, haciéndose pequeñas para ceder parte de su espacio al señor de turno.

En España empezamos a hablar de esto en 2017, cuando el gobierno de la Comunidad de Madrid, a través de su portavoz Ángel Garrido, hizo un llamamiento a mantener las formas en el metro con un cartel específico.

Ahora que conoces los términos, seguro que no dejas de verte envuelta en situaciones como las que hemos descrito. No nos queda otra que seguir luchando por nuestro espacio, ya sea en las conversaciones o en el transporte público.

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