Movimiento tradwives: un peligroso blanqueo al machismo y la sumisión femenina revestido de estética 50s
El movimiento tradwives es cada vez más popular. Analizamos esta ¿tendencia? basada en la sumisión de las mujeres y en la entrega a las tareas domésticas.
Escrito por Isabel Sauras
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, cultura y estilo de vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
Desde hace un tiempo, corre por las redes una tendencia peligrosa que aboga por la vuelta al estilo de vida de los 50, con mujeres sumisas entregadas a su vida en el hogar, encantadas con su papel de amas de casa, sin otro objetivo que ser la esposa y madre perfecta al más puro estilo ‘Mad Men’ o ‘Criadas y señoras’. Pero, ¿qué locura es esta? ¿De dónde viene este movimiento? ¿Qué encanto puede tener esa renuncia a la realidad para que tantas mujeres se sumen al movimiento? Analizamos todo lo que concierne a la tendencia tradwives.
¿Qué es una tradwife?
Como su propio nombre indica, una tradwife es una esposa tradicional, ni más ni menos. El movimiento, que surgió en Estados Unidos y que ha corrido como la espuma en todo el mundo gracias a las redes sociales, reivindica el estilo de vida americano de los años 50, cuando las mujeres no trabajaban sino que cuidaban con entrega y devoción de su hogar y de su esposo.
Pero esta vuelta al pasado y esta sumisión en el hogar viene acompañada de un ingrediente que realza mucho su atractivo, un movimiento estético inspirado en la américa de mitad del siglo XX, ropa que marca la cintura, maquillaje y peinado fifties, limpieza a todas horas y una cocina impoluta donde preparar suculentos manjares al macho alfa cuando acude a casa tras una “durísima” jornada laboral. ¿Te recuerda a Betty Draper? Pues eso.
Así «debe ser» una esposa tradwife
Son varias las influencers que cuentan en redes sociales (sobre todo en Tik Tok y en Instagram) su día a día como esposa tradicional, ensalzando los beneficios que tiene apartarse de una agenda a rebosar, con una vida laboral y social demasiado ajetreada, para vivir intensamente los quehaceres del hogar.
Modo ironía ON: cómo ser la tradwife ideal
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Siempre perfecta
Aunque no vayas a salir de tu hogar, debes estar impecable, la comodidad ya no es importante, lo único importante es que tu marido pueda verte guapa.
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Entrega total
Sus deseos son órdenes. A todos los niveles, incluido el sexual.
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Sumisión en cualquier situación
Puedes decidir qué comprar o qué cocinar, pero las decisiones importantes las toma él, como es obvio.
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Un mundo reducido
Ni amistades ni inquietudes ni planes. Hogar, hijos y esposo, ¿qué más le puedes pedir a la vida?
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Servir con una sonrisa
Da igual si has tenido un mal día, tu marido se merece siempre tu mejor versión. Sírvele con una gran sonrisa y tu vida marital estará exenta de contratiempos. Será coser y cantar.
¿Cómo se explica que se extienda hoy en día el movimiento tradwives?
Partimos de la base de que cada mujer es libre de hacer con su vida lo que quiera, pero actitudes como las del movimiento tradwives esconden muchísimo más que lo que se ve a simple vista y es interesante analizarlas.
Las mujeres que practican esta tendencia aseguran que ya han tenido suficiente feminismo y que eso les ha traído consecuencias negativas, que ser amas de casa entregadas es la clave de su felicidad y la de sus hogares y que la vida profesional para las mujeres no es más que un invento del diablo.
Aseguran que la carga a la que nos vemos sometidas las mujeres de este tiempo es contra natura y que trabajar fuera de casa no permite la posibilidad de que un hogar funcione en armonía (sí, lees bien). Para que todo funcione adecuadamente, proclaman, lo ideal es que seamos dependientes a todos lo niveles: que ellos solo se preocupen de trabajar y aportar dinero al hogar, mientras que nosotras nos ocupemos de cuidar de todo lo demás y de hacerlos felices.
La gran pregunta es, ¿cómo consigue el movimiento tradwives enganchar a las nuevas generaciones? Es una contradicción que las nuevas generaciones de mujeres, que conocen el feminismo, la libertad y la igualdad bastante de cerca se dejen seducir por esta tendencia tan retrógrada, pero el hecho es que lo hacen. El origen parece estar basado en una gran reivindicación contra la vida moderna, irremediablemente vinculada para las mujeres con la carga mental, el estrés, la ansiedad, la brecha laboral, el feminismo mal entendido y los problemas para crear una familia.
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La realidad es que muchas mujeres simpatizan con esta tendencia aunque no se atrevan (o no puedan hacerlo) a romper con todo para seguir al pie de la letra sus consignas, no cambien su vestuario o abandonen para siempre sus trabajos. Porque la sangrante falta de conciliación que se vive hoy en día hace que todos los días una legión de mujeres se plantee muy seriamente si les compensa, económica y personalmente, ir a trabajar dejando a sus hijos a cargo de otra persona.
El problema es que, como era de esperar, detrás del movimiento tradwives parece que hay un lado (todavía) más oscuro y es que el club de las esposas perfectas no solo tiene un componente sexista muy rancio de dependencia y sumisión absoluta. También se puede leer entre líneas un evidente rechazo al colectivo LGTBIQ+ y a cualquier forma de familia que no sea la tradicional (familia nuclear), un tufo político ultraderechista ligado a lo radical, una ideología religiosa muy retrógrada, e incluso se ha hablado de un guiño claro al racismo. ¡Mucho cuidado!
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