Matrescencia o todo lo que cambia en tu cerebro cuando eres madre

Si vas a ser madre, esto te interesa. Matrescencia hace referencia al proceso físico y emocional intenso que una mujer al ser madre.

noviembre 10, 2023 Escrito por Isabel Sauras

Redactora de Bloom especializada en salud femenina, cultura y estilo de vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

Revisado por el equipo editorial de Bloom, plataforma especializada en salud femenina y por la psiquiatra Dra. Bianca Granados.

Aparte de los evidentes cambios físicos, los cambios psicológicos que se producen en una mujer cuando se convierte en madre no son subjetivos. Es un hecho que el cerebro de una mujer que acaba de dar a luz evoluciona para adaptarse a las nuevas circunstancias y esa adaptación no siempre es sencilla, especialmente cuando somos madres primerizas.

La matrescencia (o cambios en el cerebro al ser madre) es real y, por eso, con la ayuda de la Dra. Bianca Granados, médico especialista en psiquiatría. Te explicamos qué es, qué efectos tiene en nosotras y en qué podemos apoyarnos para salir airosas de esta etapa. 

cerebro madres

¿Qué es la matrescencia y por qué no habías oído hablar de ella?

La maternidad no te vuelve loca ni por ser madre te conviertes en una persona desequilibrada, desbordada por las responsabilidades y la emoción de haber traído a un hijo al mundo. Los profundos cambios hormonales y emocionales que se producen en una mujer después de dar a luz, y que se prolongan hasta los primeros seis años de vida del bebé, tienen una explicación científica y un nombre propio: matrescencia. 

El término matrescencia tiene su origen en un estudio publicado en 2008 por la psicóloga perinatal y reproductiva Aurelie Athan, centrado en los enormes cambios que se producen en una mujer asociados a la maternidad y la similitud de la transformación cerebral de las madres con la que ocurre durante la etapa de la adolescencia. 

Y es que el subidón hormonal que se produce durante la gestación y después del parto trae consigo una transformación de la corteza cerebral de la madre muy parecida a la que ocurre en el momento de la pubertad, cuando el cerebro se está adaptando para adentrarse en la edad adulta. 

Así queda demostrado que la susceptibilidad, los cambios de humor, la dificultad para amoldarse a algunas situaciones, la ira, el estrés, la ansiedad o incluso la depresión posparto, tienen un hilo claro del que tirar. 

Si la matrescencia es inevitable y todas las madres pasan por un proceso igual o similar después de dar a luz que afecta de verdad a su salud mental, ¿por qué nunca habíamos oído hablar de este concepto, y por qué la sociedad no es consciente de la necesidad de apoyo y comprensión de las mujeres que se enfrentan a esa etapa tan crucial de su vida?

“Desgraciadamente, el estudio de la mujer embarazada y los cambios que sufre durante el embarazo a nivel de sistema nervioso central son muy recientes. Así como lo es el interés en los procesos psicológicos que comprenden esta etapa. Afortunadamente, en la última década la ciencia ha ampliado su foco de atención y comienza a preocuparse por la salud mental de la mujer. Tenemos por delante una intensa labor de divulgación para que las mujeres se sientan comprendidas y atendidas en esta etapa”, nos asegura la Dra. Bianca Granados.

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Tenemos por delante una intensa labor de divulgación para que las mujeres se sientan comprendidas y atendidas en esta etapa.

Dra. Bianca Granados, médico especialista en psiquiatría
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cambios en el cerebro cuando eres madre

¿Qué cambios se producen en nuestro cerebro en la matrescencia?

Se ha demostrado científicamente que a lo largo del embarazo y durante los primeros seis años tras el parto se produce en la madre un aumento de la neuroplasticidad, lo que significa que su cerebro cambia sustancialmente y eso trae consigo consecuencias en su comportamiento emocional. 

Según explica la psiquiatra Bianca Granados, recientes estudios científicos ratifican mediante técnicas de imagen de alta resolución que el cerebro de la mujer se modifica durante el embarazo, fundamentalmente en la etapa final del mismo. De hecho, la estructura cerebral de las embarazadas emprende una poda sináptica adaptativa que conduce a una especialización por la que la madre priorizará el cuidado del recién nacido y lo protegerá indefinidamente. 

Objetivamente hablando, los cambios cerebrales que se producen en el cerebro durante la matrescencia son: reducción del volumen cerebral global, por disminución del volumen de las neuronas y no por disminución de estas, y un aumento de volumen de la glándula pituitaria. 

Estos cambios morfológicos están relacionados a nivel conductual de forma inevitable con una mayor sensibilidad de las madres.  

“Se ha comprobado que estos cambios cerebrales favorecen que las embarazadas tengan una mayor capacidad para leer las emociones de amenaza o daño en las caras de los demás (caras con miedo, enfado o disgusto) y emociones negativas (tristeza). (Pearson, Lightman, & Evans, 2009). Es decir: los estudios de imagen captan cómo las regiones implicadas en las relaciones sociales se activan cuando la madre ve una imagen de su hijo. El cerebro se especializa para encarar los retos de la maternidad. Podríamos decir que es un requisito para la supervivencia de la especie”.

Dra. Bianca Granados, médico especialista en psiquiatría
matrescencia ira

¿Qué puedes hacer para superar con éxito la matrescencia?

En primer lugar, es fundamental tener claro y asumir que ser madre no es solo alegría y emociones positivas. De hecho la maternidad hace estragos en muchas mujeres y de forma natural afecta a su entorno, por lo que no hay que sentirse avergonzada ni culpable ante una situación emocional difícil de manejar o si te cuesta un tiempo aprender a ser madre. 

Recomendaciones para afrontar la matrescencia de la mejor manera:

  • Asume que es imposible ser perfecta en todo. Puedes ser una madre estupenda, pero a veces fallarás y no pasa nada. 
  • Busca apoyo y comprensión en tu entorno para procesar la matrescencia con naturalidad y aprende a delegar. 
  • Cuídate, busca un momento para ti y haz algo que te aporte serenidad, bien sea una reunión con amigos, hacer deporte o cualquier actividad de autocuidado a nivel físico o mental. 
  • Es perfectamente normal que te cueste incorporarte a las actividades sociales y laborales que tenías antes del embarazo. Tómate tu tiempo y procura ser paciente contigo misma. 
  • Acude a un especialista si sientes que no puedes procesar tú sola los cambios que implica la matrescencia. 

¿Qué tipo de apoyo psicológico necesita una mujer en la matrescencia?

Casi todas las mujeres vivimos angustiadas por nuestra autoexigencia, la sociedad nos ha puesto el listón muy alto y pretendemos ser autosuficientes e impecables en todos los aspectos de nuestra vida, pero entonces llega la maternidad y la carga es demasiado heavy. Normalicemos que ser perfectas es imposible y que, a veces, hay que pedir ayuda. 

Además de la familia y los amigos, resulta muy liberador relacionarse con madres que están viviendo una situación parecida a la nuestra. Es fundamental que las mujeres que atraviesan una etapa de matrescencia cuenten con una buena red de apoyo personal en la que sostenerse, pero hay muchas ocasiones en las que la ayuda de las personas cercanas no es suficiente y es necesario recurrir a profesionales para poder sanar y disfrutar de la maternidad de forma plena. 

Como explica la Dra. Bianca Granados, el proceso de matrescencia es una adaptación evolutiva para preparar a las madres para las necesidades de protección y crianza de la maternidad, incrementándose su sensibilidad emocional y su vigilancia a signos de peligro o agresión. Pero los cambios morfológicos que se producen en el procesamiento emocional son muy similares a los que se dan en los estados de ansiedad y explican por qué pueden ser más frecuentes las preocupaciones desmedidas y el estado de alerta en los últimos meses de embarazo.

«Es por ello por lo que el embarazo es un momento de especial vulnerabilidad a nivel de salud mental. En los protocolos de seguimiento de embarazo habituales debería incluirse el cribado de enfermedades mentales”, concluye la experta.

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