Mucha crema solar y paciencia: así debes cuidar tus tatuajes en verano
¿Sabías que el sol es el gran enemigo de la tinta? Te contamos cómo mimar tus tatus durante los meses de verano
Es una de las estaciones más esperadas del año. La llegada del verano significa, para muchas de nosotras, coger vacaciones, hacer escapadas a la playa o la naturaleza, tardes de piscina, festivales de música, y, en definitiva, actividades al aire libre. Los días se alargan, las noches se vuelven más cálidas y las oportunidades para disfrutar y relajarse parecen infinitas. Sin embargo, mientras disfrutamos de todos estos planes, también debemos ser conscientes de los cuidados que nuestra piel necesita, especialmente si llevamos tatuajes.
Hemos recurrido a Cris (@_volaverunt), tatuadora en Estudio El Salado, en Madrid, para hacer una guía con recomendaciones básicas para cuidar tu piel y que los tatuajes mantengan sus colores y buen aspecto durante el mayor tiempo posible.
Cómo proteger tus tatuajes en verano
Lo primero que tenemos que tener claro es que un tatuaje, por muy bonito que sea, no deja de ser una cicatriz. Como tal, es importante evitar que le dé el sol de manera directa. “Esto no quiere decir que no puedas darte un chapuzón”, aclara Cris.
¿Cómo podemos asegurarnos de que los estamos protegiendo correctamente entonces? Utilizando prendas frescas que lo cubran e incluso, si es pequeño, con cualquier apósito opaco, como una tirita o una muñequera. “Una vez curado es obligatorio utilizar protección solar siempre”, añade. Aunque existen productos específicos por untuosidad que pueden ser más cómodos de aplicar sobre un tatuaje, lo importante es que el factor de protección sea 50+.
El sol siempre será el peor enemigo de tu tatuaje. Esté tierno o curado. Sea de color o en blanco y negro. Debemos protegerlos siempre y de la misma manera.
Así puedes cuidar tus tatuajes en verano
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Tras hacerte un tatuaje, mantenlo cubierto durante las primeras tres horas. Luego déjalo al aire.
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Lava el tatuaje con agua tibia y jabón neutro con las manos siempre limpias (no olvides que vas a tocar una herida), seca suavemente y aplica una capa fina de crema curativa. Hazlo dos o tres veces al día durante la primera semana.
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Pasado este tiempo, aplica crema hidratante un par de veces al día durante al menos tres semanas.
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Durante el primer mes, es mejor evitar baños largos, saunas y la exposición directa al sol.
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Aunque pueda picar, evita rascar el área del tatuaje. La costra es parte del proceso de cicatrización.
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Una vez curado, usa protector solar SPF50+ cada vez que expongas tu tatuaje al sol y no olvides reaplicar cada dos horas o después de bañarte.
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Mantén tu piel bien hidratada para que el tatuaje se conserve en mejor estado.
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Evita la depilación láser en las áreas tatuadas. En la mayoría de clínicas los tapan, pero no está de más recordarlo.
Tatuarse en verano, ¿sí o no?
Habrá quien piense que no es una buena idea tatuarse en estos meses porque te obliga a renunciar a los planes más habituales de la estación, sin embargo, según Cris no tiene tanto que ver con el momento del año sino con el ritmo de vida y los hábitos de quien se tatúa. “Aunque tatuarse en verano está más demonizado, puede ser mucho más cómodo, ya que la ropa es más ligera y solemos tener más tiempo libre para preocuparnos de sus cuidados”, explica. Lo importante es protegerlo bien de los rayos solares, tanto en verano, cuando inciden con más fuerza, como durante el resto del año. «Al final, el error más común a la hora de cuidar un tatuaje es la impaciencia o hacer actividades que pongan en riesgo su curación», añade la tatuadora.
Curar correctamente un tatuaje no debe requerir grandes esfuerzos: higiene durante la cicatrización e hidratación como cuidado a largo plazo. La protección solar es algo que deberíamos tener normalizado igualmente en nuestras rutinas.
Cómo cuidar un tatuaje recién hecho en verano
Los cuidados en verano son exactamente iguales que en cualquier otra estación: durante los primeros siete días se ha de lavar con agua y jabón neutro dos veces al día (¡siempre con las manos limpias!), secar a toquecitos con una toalla limpia y aplicar una fina capa de la crema específica para su curación. ¿Qué podemos añadir en verano a estos cuidados? “Los baños prolongados no son convenientes durante los primeros quince días, ya que la piel de la herida no ha adquirido su consistencia definitiva”, explica Cris. Es decir: nada de piscina ni mar hasta que la herida esté cerrada, lo que dependerá, en gran medida, del tipo de tatuaje y la zona.
Sucede lo mismo con cualquier otra actividad al aire libre, como hacer deporte: tendremos que prestar especial atención al cuidado de las zonas que quizá son más susceptibles a golpes o roces y, por supuesto, mantener la higiene.