#Entrevista Tu suelo pélvico debe ir al gym ¿Cómo ejercitarlo?
Por muchas razones que ahora te contamos, tu suelo pélvico debe ir al gym sí o sí. Hablamos con Juncal Alzugaray, especialista en suelo pélvico, para que nos cuente cómo y cuándo ejercitarlo para mantenerlo fuerte y sano a lo largo de toda nuestra vida.
Escrito por Isabel Sauras
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, cultura y estilo de vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
Muchas mujeres se olvidan de que tienen suelo pélvico hasta que este no da un grito de alarma en forma de dolores, inconteninencias urinarias o problemas a la hora de practicar sexo. Pero el suelo pélvico es un punto demasiado clave en el cuerpo de una mujer para abandonarlo a su suerte y mantenerlo firme y contento es necesario para tener una buena calidad de vida.
Hemos hablado con Juncal Alzugaray, fisioterapia especialista en suelo pélvico, que emprendió hace tiempo una particular cruzada consigo misma y con el mundo para sacar del armario la salud femenina con todo lo que eso conlleva y que es, además, autora del exitoso libro “Mi suelo pélvico”.
¿Qué es el suelo pélvico, cuál es su función y por qué se debilita?
El suelo pélvico es una estructura muscular fibrosa que tapiza el suelo de la pelvis. Antes se creía que tenía forma de cuenquito y la realidad es que tiene forma de carpa. Comunica nuestro interior con el exterior: facilita la salida de orina, de heces, de gases, es canal de la menstruación y del parto, tiene una función sexual y contiene los órganos pélvicos (vejiga, uretra, útero, trompas, ovarios, recto,…). En nosotras se debilita por múltiples razones, quizá la más conocida sean los partos, pero no solamente. El estrés, el estreñimiento crónico, la tos persistente, manipular pesos o pequeños detalles como las malas posturas pueden hacer que no esté en su tono adecuado.
¿Por qué es tan importante poner el foco en nuestro suelo pélvico para mejorar nuestra salud?
El suelo pélvico es el centro de energía más importante que tenemos en nuestro cuerpo. Para la medicina oriental, la energía vital surge de la pelvis y su movimiento. Tener conexión con nuestra musculatura pélvica hace que nos sintamos más seguras de nosotras mismas, que estemos más conscientes de nuestra sexualidad, de nuestro power. La verdad es que son todo ventajas.
¿Somos conscientes de la importancia del suelo pélvico en nuestro cuerpo?
Yo creo que no. Que solo le hacemos caso cuando sentimos dolor o cuando se nos escapa el pis, pero creo que es muy importante adelantarnos a nuestros problemas, que se puede.
Según tu experiencia, ¿hasta qué punto el autoconocimiento es la pieza clave para una vida sana?
El autoconocimiento es CLAVE. A veces, en la consulta de ginecología nos dicen que todo va bien y nos fiamos de lo que nos dicen, porque no tenemos herramientas para responder. Sin embargo, nosotras sabemos que algo no va bien en nuestro cuerpo. Hagamos caso a nuestra intuición y a nuestro cuerpo, a nuestras sensaciones porque, casi siempre, nos dan una información muy valiosa. Y si eso lo acompañamos de información, tenemos las riendas de nuestra salud. El autoconocimiento es empoderamiento.
Ojo, no estoy diciendo que no se haga caso al personal sanitario, ¿eh? La medicina es fundamental. Solo digo que, si tenemos claro que algo no va bien, es probable que sea así y debemos hacernos caso.
¿Por qué se hace especialmente importante la atención al suelo pélvico durante el embarazo?
Porque juega un papel clave. Y porque muchas mujeres se dan cuenta de que tienen suelo pélvico en el embarazo, cuando se hacen el masaje perineal, o cuando acuden a la fisio por dolor pélvico. Ya en el postparto, una no puede pasar por alto que su musculatura pélvica existe, porque suele ser el momento en el que empieza a dar problemas (si no los ha dado antes).
¿Cómo y cuánto debería ejercitarse el suelo pélvico en las diferentes etapas de la vida de una mujer?
Ser conscientes de que forma parte de nuestro cuerpo, como los brazos, o las piernas, debe ser fundamental desde pequeñas. Saber que existe, que está ahí, que puede doler, que puede debilitarse o contracturarse, como cualquier músculo del cuerpo. Esto es fundamental. Si fuera así, tendríamos mucha más consciencia de cómo cambia durante el ciclo menstrual, de si se está debilitando al hacer running, si despues de la episiotomía se sienten cosas que antes no o si está la vulva más lubricada o menos, por ejemplo. Si no tenemos consciencia, es muy difícil saber si algo nos está pasando.
¿Es posible reencontrarnos con el suelo pélvico que un día tuvimos?
O incluso ir a mejor. Claro que es posible. Y lo mejor de todo es que puede ser a cualquier edad. Es una musculatura muy agradecida, con poco trabajo se ven unos cambios alucinantes. Y eso anima mucho a las pacientes.
¿Es la gimnasia hipopresiva la mejor para desarrollar la musculatura del suelo pélvico? ¿Qué otros beneficios tiene esta práctica?
Para algunas sí y para otras no. Generalizar tiene un poco de peligro, porque cualquier técnica no va bien para todas. A mí, personalmente, los hipopresivos me gustan mucho y me van muy bien. Me centran, me ayudan mucho a tener una buena postura, me alivian las tensiones del diafragma y me gustan. Es cuestión de probar y ver si esta técnica es para ti (siempre y cuando en tu caso no esté contraindicada, claro). A veces, una buena valoración en tu fisio de suelo pélvico puede sacarnos de dudas y ver si los hipopresivos son para ti.
Las bolas chinas y otros artilugios. ¿Qué pueden hacer por nuestro suelo pélvico?
Son herramientas que funcionan muy bien cuando tenemos cierta consciencia de la musculatura y cuando no hay una debilidad excesiva, ni una contractura vaginal. Usar las bolas chinas es una manera genial de trabajar con pesos de manera amable y con la vibración que emite la bolita que llevan dentro, ponen a trabajar a las fibras musculares que están un poco vagas. Mi recomendación es que tu fisioterapeuta te paute la que mejor te vaya, porque las hay de diferentes pesos, dobles,etc. y no todas nos van a ir bien en ese momento. Y que te sientas cómoda a la hora de utilizarlas, eso también me parece muy importante.
¿Qué ejercicios consideras más fundamentales para mantener en forma el suelo pélvico?
Parece una perogrullada, pero la respiración diafragmática y la postura. Desde ahí se pone a trabajar todo lo demás de manera refleja. Si abrimos el diafragma, descongestionamos toda la zona pélvica y ponemos a trabajar el transverso del abdomen (que funciona en sinergia con el suelo pélvico). Empezar por ahí es un paso de gigante para trabajar el suelo pélvico.
Suelo pélvico e incontinencia urinaria, ¿Qué puedes contarnos sobre este tema que preocupa tanto a muchas mujeres?
Por desgracia, afecta a muchas más mujeres de las que pensamos. Y sí, se convierte en un problema grande, porque no solo es la pérdida de orina en sí, es que eso suele generar inseguridad y, en ocasiones, cierto aislamiento, por no querer quedar con otras personas, por si huelen mal, por si se dieran cuenta los demás. Es un temazo.
El suelo pélvico es el que se encarga de la evacuación de la orina: la musculatura profunda es la que recoge la información de que la vejiga está llena y la musculatura superficial es la que se encarga de la extrusión en sí. Es importante detectar dónde está el problema para dar una solución a medida, porque no todas las incontinencias son iguales, ni tienen la misma causa. Pero en la mayoría de los casos de incontinencia urinaria, la rehabilitación de suelo pélvico da muy buenos resultados.
Es importante detectar dónde está el problema para dar una solución a medida, porque no todas las incontinencias son iguales, ni tienen la misma causa. Pero en la mayoría de los casos de incontinencia urinaria, la rehabilitación de suelo pélvico da muy buenos resultados.
¿Podrías regalarnos algún tip para mantener en forma el suelo pélvico en el día a día?
Sí. Quiero animar a todas las bloomers a que se hagan con un vibrador. Da igual si es una bala vibradora, un colibrí, un huevito o uno para estimular el punto G, lo importante es que vibre y que nos guste y nos sintamos cómodas con él.
Una vez que lo tengamos, en casa, cuando podamos estar tranquilas (yo suelo recomendar, medio en serio, medio en broma, que echen de casa a la gente con la que viven), nos ponemos ropa cómoda, una musiquita que nos guste, que nos invite a movernos suavemente y, con el vibrador, recorrer toda la zona de la pelvis, dibujándola con vibración. Es una sensación maravillosa, que nos va a conectar con el cuerpo y el suelo pélvico en concreto. Si luego nos apeteciera bailar, genial, si nos lleva por otros derroteros también, de lujo. Démosle a nuestro cuerpo lo que nos pide.
A partir de ahí y de esas sensaciones seguro que nuestro suelo pélvico nos habla un poco más de lo que lo hacía antes. ¡Hagámonos caso!
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