Tipos de tetas y pezones femeninos ¿Son todos los pechos iguales?
El bodypositive nos enseña mil cosas pero una de las lecciones más valiosas es que la perfección estética no nos representa (ni existe). Entra y descubre que lo bonito está en las diferencias.
Si hay una zona del cuerpo femenino en la que más han pesado históricamente los cánones y presiones estéticas, esa es el pecho. “¿Cuántos tipos de tetas hay? ¿Estarán las mías en el equipo correcto?”, nos hemos preguntado todas alguna vez. Lo cierto es que hay tantos tipos de tetas como mujeres, pues los senos de cada una son diferentes y perfectos en su imperfección.
Dicho esto, sí hay rasgos compartidos en los senos de muchas de nosotras, lo que nos puede ayudar a dividirlos en diversos grupos, más allá de tetas grandes y tetas pequeñas. Se trata de una clasificación demasiado simplona, basada únicamente en el tamaño. Y nuestro cuerpo, desde luego, no es nada simple.
Partes de una teta: bienvenida a la clase de anatomía
Nunca está de más saber un poco de teoría antes de pasar a la práctica, es decir, antes de observar nuestros pechos y su forma. A veces, estamos tan acostumbradas a nuestro cuerpo que ni siquiera nos paramos a pensar cómo funciona, y eso que es una máquina fascinante.
Al lío: ¿cómo es la anatomía de nuestras tetas? Podemos hablar de la parte visible y la invisible, que están perfectamente conectadas. En su interior, las mamas están formadas por las glándulas mamarias y el tejido adiposo.
El tejido adiposo de las mamas -que no es otra cosa que grasa- es uno de los más propensos a aumentar o disminuir con las variaciones de peso. No, no es solo una sensación tuya: cuando adelgazamos o engordamos es más que probable que nuestras tetas cambien de tamaño, y el tejido adiposo es la razón.
Por su parte, la glándula mamaria está formada por lobulillos glandulares, de los que salen los llamados conductos galactóforos. Estos conectan en el seno galactóforo, que se comunica con la parte exterior del pecho a través del pezón.
¿Qué hay del exterior de las mamas? Aquí los nombres nos son mucho más similares -sin apellidos complejos de memorizar como galactóforos– y hablamos de la areola y el pezón. La areola es esa zona circular y sombreada que rodea al pezón, su piel es especialmente sensible y suele tener unos 4 centímetros de diámetro. Pocas presentaciones necesita el pezón, la pieza desde la que se expulsa la leche durante la lactancia.
Tipos de tetas: de las redondas a las tubulares
Antes de ahondar en los distintos tipos de senos (cuestión a tener en cuenta para elegir correctamente nuestra talla de sujetador), más allá de su tamaño, vaya por delante que tus tetas pueden encajar a la vez en dos grupos. Por ejemplo, pueden ser cilíndricas y asimétricas. ¿Cuál es cuál? Allá vamos.
- Tetas redondas. Son las más canónicas, con una forma redondeada -su nombre no engaña- y suelen estar alineadas.
- Tetas precipitadas. Su nombre nos puede confundir, pero no hablamos de las tetas caídas, sino de aquellas con una curvatura en la parte alta y con pezones que apuntan hacia arriba. Esta forma es muy común en la adolescencia, cuando el pecho comienza a formarse. ¡Sorpresa! Nuestras tetas evolucionan con nosotras a lo largo de la vida.
- Tetas caídas o saggy boobs. Hay quienes también las llaman “tetas en forma de gota”. En este caso, el pezón apunta hacia abajo y es una tipología mucho más asociada a los pechos grandes. De nuevo, es posible que tus senos cambien y, después de procesos como la lactancia o la menopausia, tiendan a “caerse”. La fuerza de la gravedad también tiene algo que ver en esto, amigas.
- Tetas cilíndricas o mamas tuberosas. En este caso, la forma del pecho no es redonda, sino que nos recuerda a un tubo. Además, sus areolas suelen ser más grandes y su base es más estrecha. ¿Para qué un sujetador a lo Madonna by Jean Paul Gaultier si tienes unas tetas tubulares? Bromas aparte, esta es una forma de pecho muy común.
- Tetas asimétricas. Hablamos de pechos que no son exactamente iguales: uno puede ser más grande que el otro o estar un poco más o menos caído, por ejemplo.
- Tetas este-oeste. Su nombre, de nuevo, es muy gráfico: en esta tipología, ambos pezones apuntan hacia afuera, es decir, cada uno señala hacia un lateral.
Tipos de pezones: planos, invertidos, supernumerarios…
Sí, también hay diversos tipos de pezones, aunque el movimiento “free the nipple” los incluye a todos, ¡faltaría más!
- Pezones comunes. De nuevo, los más canónicos. Aquellos con una proyección de 1 centímetro y un diámetro de medio centímetro, aproximadamente.
- Pezones planos o cortos. Sobresalen muy poquito de la areola, así que el proceso de lactancia puede ser algo más complicado. Pero, habitualmente, el bebé consigue adaptarse a él.
- Pezones invertidos. Hablamos en profundidad sobre ellos en este artículo. Son algo así como “pezones para adentro”, no se ve una protuberancia hacia el exterior. ¡Ah! Y puede que solo uno de los pezones esté invertido.
- Pezones supernumerarios. Cerramos el desfile de tipos de pezones con esta categoría: hay quienes tienen pezones de más, de hecho, es algo bastante común. Suelen estar colocados cerca de los pezones “oficiales”, y a veces cuesta reconocerlos porque son más pequeño o no están completamente formados.
Y, tras este análisis sobre los tipos de senos y de pezones, llega la pregunta del millón. ¿Cómo son unas tetas normales? ¿Y unas tetas naturales? Todas lo son, de las asimétricas a las este-oeste, redondas o tubulares. También si has pasado por una operación de pecho (por una cuestión estética o médica). Lo importante es que estén sanas, así que, ante cualquier problema o molestia, no dudes en acudir a tu ginecóloga para confirmar que todo está en orden.