¿Por qué un 25 % de mujeres recibe un tratamiento inadecuado para la cistitis? Las pruebas diagnósticas son la respuesta
Un 25% de mujeres podría estar recibiendo un tratamiento inadecuado para la cistitis. ¿Cuál es la causa y qué está en nuestra mano hacer?
Escrito por Noelia
Redactora de Bloom especializada en salud femenina. Diplomada en Turismo por la UNED, Máster en Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa por la Universitat Jaume I y Posgrado en Periodismo Digital por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactora en medios de comunicación digitales desde 2011.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
La cistitis es una infección urinaria más habitual de lo que nos gustaría. Se calcula que un 80% de las mujeres la van a padecer al menos una vez en la vida. Es incómoda, puede ser dolorosa y, en algunos casos, podría derivar en complicaciones importantes para la salud. En nuestra mano tenemos algunas buenas prácticas con las que podemos prevenirla, pero en caso de que toque a nuestra puerta es importante tratarla correctamente.
Esto choca directamente con los últimos datos que apuntan a que un 25% de las mujeres podrían estar recibiendo un tratamiento inadecuado para la cistitis. ¿Por qué sucede esto? ¿Qué podemos hacer como pacientes?
Hemos hablado con la Dra. Islán, médico de familia, para que nos ayude a arrojar algo de luz sobre el tema.
¿Por qué podemos estar recibiendo un tratamiento inadecuado para la cistitis?
La clave está en las pruebas médicas que nos realicen. “En muchas ocasiones, cuando las pacientes nos comentan síntomas habituales de cistitis, se indica un tratamiento sin realizar pruebas complementarias tan sencillas como una tira de orina, con la que se podría comprobar si realmente existe una infección de orina o no”, apunta la Dra. Islán.
El tratamiento más habitual para estos casos pasa por la toma de antibióticos. La Dra. Islán nos explica por qué, en algunos casos, puede no ser el tratamiento más adecuado para la paciente. “Se tiende a prescribir antibióticos genéricos sin realización de cultivo. Para saber qué tipo de bacteria está provocando esta infección, sería conveniente realizar una analítica de orina con urocultivo para confirmarlo y así indicar la antibioterapia guiada según el resultado”, sostiene.
¿Qué podemos hacer como pacientes?
Es fundamental que, como pacientes, tengamos una buena comunicación con el profesional de la salud que lleve nuestro caso. Es muy importante que seamos capaces de explicar correctamente la sintomatología que tenemos para así evitar errores en los diagnósticos, además de aportar cualquier otro dato que pueda ser relevante.
Asimismo, “también podemos sugerirle a nuestro médico que nos realice una tira de orina para evitar la toma de antibióticos innecesarios”, indica la Dra. Islán.
Mejor prevenir que curar: qué podemos hacer nosotras para evitar la cistitis
Aunque la teoría ya la conocemos de sobra, cada año se vuelve a ver un pico de casos de cistitis en las consultas médicas llegado el verano. Sin embargo, no podemos olvidar que no es una infección exclusiva de la temporada estival, por lo que es importante que nos cuidemos todo el año y cumplamos con el refranero español: mejor prevenir que curar.
Muchas infecciones urinarias se podrían evitar con medidas higiénicas adecuadas.
La Dra. Islán nos da algunos consejos para evitar las infecciones urinarias. «El uso de ropa interior de algodón, la micción frecuente o el lavado íntimo antes y después de mantener relaciones sexuales» son, a su juicio, algunas buenas prácticas.
Además, para mantener alejadas estas infecciones, también debemos recordar la importancia de beber suficiente líquido (entre 1,5 y 2 litros de agua al día), no aguantar las ganas de orinar, limpiarse de delante hacia atrás, evitar los productos íntimos perfumados y no permanecer mucho tiempo con el bañador mojado.
Es cierto que también existe cierta predisposición genética a tener más probabilidades de sufrir infecciones urinarias como la cistitis (a.k.a cistitis de repetición). Si es tu caso y sueles padecerlas con cierta frecuencia, es el momento de aplicar estos cambios en tu día a día para, al menos, no ponérselo en bandeja a las bacterias.
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