Alergia al látex y a los anticonceptivos, te contamos cómo detectarla y cuáles son tus alternativas
Las relaciones sexuales están para ser disfrutadas, por lo que cualquier síntoma no placentero tiene que hacer saltar nuestra señal de alarma
Los condones son el anticonceptivo de barrera más extendido y más recomendado para protegernos de las ITS. Podemos encontrarlos de sabores, con estrías, más finos y sí, sin látex. Esto se debe a que este material, el más utilizado en los preservativos, puede provocar reacciones alérgicas en algunas personas e impedir, por tanto, disfrutar de las relaciones sexuales al 100%.
A continuación te contamos cuáles son los síntomas de la alergia al látex y qué alternativas puedes encontrar para evitar este material.
Alergia al látex del condón
El látex procede de la savia de los árboles del caucho y está presente en multitud de objetos cotidianos: guantes, ruedas, suelas de zapatos y, sí, en los preservativos. Lo que ocurre cuando se tiene alergia a este material es que nuestro sistema inmune lo identifica como un agente nocivo del que se tiene que proteger. Esta defensa inmediata provoca que la zona que ha estado en contacto con el componente que ha etiquetado como dañino, sufra picor, enrojecimiento y molestias. Aunque estos son los síntomas más leves, la alergia al látex funciona igual que cualquier otro tipo de alergia: dependiendo del grado de sensibilidad o de la exposición a aquello que nos está provocando la alergia, los síntomas pueden empeorar.
También puede ser que, de repente, detectemos una reacción alérgica que hasta entonces no habíamos sentido. Y es que una alérgica nace, pero también se hace: como ocurre con otras reacciones de este tipo, es posible desarrollar un rechazo al látex de un día para otro y la causa no está clara. Puede ser genético o inmunológico y hay más posibilidad de desarrollar una alergia si ya la sufrimos a otros elementos.
Como ya sabes, la mayoría de los condones están fabricados con látex. Sin embargo, ante el crecimiento de la población alérgica o sensible a este material, es ya muy fácil encontrar opciones latex free.
¿Cuáles son los síntomas de la alergia al látex en mujeres?
Determinar si somos alérgicas al látex va a mejorar considerablemente nuestra vida sexual. Las señales pueden empezar siendo muy leves y por eso es posible que tendamos a no prestarles atención o a minimizar su impacto en nuestras relaciones.
Sin embargo, debemos permanecer alerta si después de utilizar preservativos de látex sentimos alguno de estos síntomas:
- Comezón o picor.
- Enrojecimiento de la zona.
- Erupciones genitales.
- Inflamación.
- Si la alergia es más grave estaríamos hablando de síntomas como estornudos, tos, dificultad respiratoria o conjuntivitis.
Ante estos síntomas lo mejor que podemos hacer es sustituir el anticonceptivo de barrera por uno sin látex y, sobre todo si estas señales son graves, pedir cita con una especialista en alergias.
¿Hay tratamiento para la alergia al látex?
Existen medicamentos para reducir los síntomas de las alergias, pero la alergia en sí no tiene cura. Las reacciones alérgicas se tratan normalmente de dos maneras: a modo de rescate cuando ya han aparecido los síntomas si estos son agudos, o a modo de prevención antes de la exposición a lo que nos produce rechazo.
En lo que respecta al uso de preservativos de látex, lo más aconsejable y respetuoso con nosotras mismas es evitar el contacto con este material. Hay un mundo de posibilidades que no dañan nuestros cuerpos con las que seguir disfrutando de relaciones sexuales seguras y placenteras.
Anticonceptivos hormonales y alergia
Los anticonceptivos hormonales están compuestos por hormonas que ya están presentes en nuestros cuerpos, por lo que es relativamente difícil sufrir una reacción alérgica, pero no imposible. Ante cualquier síntoma de alerta, como urticaria, hinchazón de la garganta o dificultad respiratoria, lo mejor es suspender el tratamiento y buscar atención médica.
Es más habitual, en este caso, que algunos efectos secundarios sean lo suficientemente graves como para plantearse otros métodos alternativos. En este caso, te recomendamos que lo hables con tu ginecóloga para encontrar la opción más adecuada para ti.