Todo sobre los picores vaginales y anales: causas, soluciones y prevención

¡Rompe tabúes! Deja de sufrir los picores en silencio.

julio 23, 2020 Escrito por Noelia

Redactora de Bloom especializada en salud femenina. Diplomada en Turismo por la UNED, Máster en Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa por la Universitat Jaume I y Posgrado en Periodismo Digital por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactora en medios de comunicación digitales desde 2011.

Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.

Amiga, no eres la única que se esconde detrás del bolso para rascarse cuando le pica. El picor vaginal o genital femenino o picor vaginal y anal no es nada agradable, pero es que encima puede ser un síntoma de algún tipo de problema de salud. 

Los picores vaginales y anales pueden tener causas muy diversas, pero lo importante es que sepamos cómo aliviarlos si ya han aparecido o que aprendamos a prevenirlos si todavía no los hemos experimentado. 

Empecemos por el principio, ¿qué es el prurito vaginal o anal o picor vulva y ano?

Ese picor vaginal y anal que sentimos o picazón vaginal y anal, que parece que tengamos un erizo abrazándonos las zonas íntimas o que hayamos pasamos el día sentadas sobre un cactus… ¿Te suena? Pues no es otra cosa que el prurito vaginal o anal, el nombre técnico para el picor genital femenino o picazón en labios genitales y ano.

Es una sensación de quemazón e irritación en estas zonas íntimas. El hormigueo que se experimenta invita a rascarse, por lo que la zona se puede irritar aún más. ¡STOP! En lugar de rascarte, prueba a calmar y refrescar la zona con agua o un gel hidratante.

Síntomas de los picores vaginales y anales o picor vulva y ano

A todos nos ha picado alguna vez un brazo, la nariz o la cabeza, ¿verdad? Pues hay que gritarle al mundo que también todos hemos tenido alguna vez picor genital o picor vaginal y anal y que no pasa nada, no debe ser un tabú. Hablar de ello es el primer paso para buscar una solución y saber cómo prevenir esta afección tan molesta.

La Academia Española de Dermatología y Venereología habla sobre sus síntomas y sus causas, diferenciando entre el anal y el vaginal. Pero también explica sus síntomas. 

En el caso del prurito anal, el principal síntoma es la sensación de picor e irritación en la piel que rodea el ano. Se puede extender también hacia la vulva.

Si se habla de prurito vaginal, la molestia es similar (picazón, comezón, irritación…), pero se produce principalmente en la vulva.

Picor e irritación son los síntomas principales

¿Y por qué tengo picores… ahí? Por qué me pica el ano y la vulva

La principal causa suele ser una higiene deficiente. Esto no quiere decir que no te laves con toda la frecuencia que deberías, pero sí que tus rutinas no son las adecuadas. Por ejemplo, limpiarse en la dirección incorrecta después de ir al baño (de atrás hacia adelante,), utilizar jabones agresivos o no aclarar bien la zona pueden provocar estos fallos de higiene. Ojo, porque también ocurre en el lado contrario: lavarse demasiado puede ser malo.

picores vaginales

También hay ciertos irritantes químicos, como los detergentes o incluso los perfumes del papel higiénico que pueden provocar picor y sequedad vaginal, prurito anal o picazon vaginal y anal.

Estas causas son fácilmente solucionables. Pero, ¿pueden los picores ser síntoma de un reflejo de salud? Sí. 

En el caso del prurito vaginal, estas son algunas de las causas:

Por otro lado, el prurito anal puede puede estar causado por:

  • Enfermedades del ano y del recto (fístulas, hemorroides, fisuras…)
  • Parásitos
  • Enfermedades de la piel, como psoriasis
  • Diabetes
  • Reacción a ciertos antibióticos
  • Estrés y otras causas psicológicas

El prurito anal puede deberse a estrés, parásitos, fístulas…

Cómo aliviar el picor vaginal y anal: tratamiento

Para saber cuál es el mejor tratamiento, primero hay que identificar las causas. Lo más habitual es comenzar con remedios caseros para el picor vaginal y anal o picazón en labios genitales y ano si creemos que se puede tratar de unos hábitos incorrectos, pero es muy importante consultar con un médico para que descarte posibilidad relacionadas con la salud. Una candidiasis, por ejemplo, no se va a solucionar cambiando de jabón y podría empeorar. 

Por tanto, siempre deberá ser un médico quien ponga el tratamiento oportuno. ¡Spoiler!: el primer paso suele ser cambiar los hábitos de higiene, como usar ropa interior de algodón, evitar ciertos químicos (detergentes o jabones muy perfumados, por ejemplo) y darse baños de agua caliente para relajar la zona. 

En algunos casos puede ser necesario tomar antibióticos o recurrir a una crema para el picor vulva o una crema para el prurito anal

Y, por supuesto, hay que evitar rascarse, ya que es un camino sin salida: cuánto más nos rascamos, más nos pica, y vuelta a empezar. 

Siempre es mejor prevenir que curar

La prevención de los picores vaginales y anales incluye una buena rutina de cuidados. Es interesante evitar la humedad (por ejemplo, permanecer mucho tiempo con el bañador mojado), utilizar materiales como el algodón para la ropa interior, priorizar los jabones naturales y limpiarse siempre desde delante hacia atrás

Evitar las duchas vaginales y, durante el período, cambiarse con frecuencia los tampones o compresas también son formas de prevenir este problema. En la lista de gestos a evitar, insistimos de nuevo en que rascarse la zona puede producir heridas y agravar la situación, por lo que hay que luchar contra el impulso. 

Las relaciones sexuales también tienen mucho que decir en este tema y por eso hay que priorizar el uso de métodos de barrera, como el preservativo, para evitar contagios e ITS (como gonorrea, el VPH o la clamidia y su, a veces, consecuente vaginitis bacteriana). No, las ITS no son algo menor: de hecho, entre 2012 y 2019 se multiplicaron por 10 entre las mujeres, como se extrae del Observatorio Bloom sobre ITS en mujeres en España. ¡No te lo pierdas!

Y, por supuesto, también es esencial acudir a revisiones periódicas con el ginecólogo para descartar posibles problemas de salud futuros, que pueden comenzar sus síntomas con el prurito vaginal o prurito perianal y genital.

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