El preservativo femenino y los anticonceptivos de una noche para tener (tú) el control
¿Has oído hablar de los anticonceptivos de barrera? Descubre qué ponerte para protegerte tú de embarazos y ETS ¡y preocúpate solo de disfrutar!
Un rollo de una noche puede ser divertido, espontáneo, fogoso e incluso un desastre. En cualquier caso, pocas veces hay intención de que acabe en embarazo o ETS. No permitas que la noche te confunda: los anticonceptivos de barrera son una manera de tener bajo control lo que pasa y evitar sorpresas.
Eso sí: no todos protegen de las enfermedades de transmisión sexual ni tienen la misma eficacia que el clásico preservativo.
¿Qué son los métodos anticonceptivos de barrera?
Los métodos anticonceptivos de barrera son aquellos que impiden al espermatozoide llegar al útero. El objetivo es precisamente ese: reducir al máximo la posibilidad de embarazo en una relación sexual vaginal. Aunque el más extendido es el condón masculino, hay otras opciones que, además, dependen totalmente de nosotras. Tener la seguridad de que tú controlas es un plus.
¿Un rollo de una noche? Sí, claro. ¿Un embarazo no deseado? No, thanks.
Es por eso que estos métodos son un must en relaciones esporádicas, pero, ¡ojo!, no todos protegen de enfermedades de transmisión sexual o ETS.
[inpost]Ventajas de los anticonceptivos de barrera
Las principales ventajas de los anticonceptivos de barrera es que son accesibles (no requieren receta médica) y que no tienen efectos secundarios (no son hormonales). Algunos de ellos también actúan como protección de ETS, como los preservativos. Por lo general, son sencillos de utilizar y, como hay varias opciones, resulta fácil encontrar el más compatible con cada una. Si no lo tienes claro, no dudes en preguntar a tu ginécologa: ella sabrá aconsejarte.
¿Qué métodos anticonceptivos de barrera elegir para una noche?
Si hablamos de un rollo de una noche seguramente pensemos en algo divertido, informal y sin compromiso que no termina ni en boda ni en embarazo, ¿verdad? Los anticonceptivos de barrera pueden ayudarnos a evitar que las noches de pasión y desenfreno sin compromiso tengan un final no deseado en forma de ETS o de embarazo.
Preservativo masculino, el todoterreno
Es uno de los métodos anticonceptivos no hormonales más extendidos. El preservativo masculino o condón es una funda de látex que se coloca en el pene erecto o en los juguetes sexuales antes de tener relaciones sexuales. Son de un solo uso. Actúa como anticonceptivo y como protección frente a las ETS. Es fácil de encontrar (se vende en farmacias, supermercados, máquinas expendoras) y no es caro. No tiene efectos secundarios ni afecta al placer de las relaciones.
- Eficacia del preservativo masculino: su eficacia —bien usado— es superior al 98%. Todo ventajas, ahora solo tiene (o tienes) que ponérselo.
Preservativo femenino, tú tienes el control
Su aspecto es similar al masculino, pero es de poliuretano y tiene dos anillos: uno se coloca en el interior de la vagina y el otro permanece en el exterior. Es decir, recubre el recorrido del pene en la penetración. Igual que el condón masculino, también previene de las ETS. Su utilización requiere un pelín más de aprendizaje y su precio es algo más elevado, pero tiene otras ventajas: no provoca alergias, se puede colocar horas antes de la relación sexual y nos da mayor autonomía y seguridad.
- Eficacia del preservativo femenino: su eficacia ronda el 95% y actúa tanto para protegerte de embarazos como de enfermedades de transmisión.
Esponja anticonceptiva, madres abstenerse
Es una pequeña esponja de espuma que se coloca en el interior de la vagina antes de mantener relaciones. Funciona cubriendo el cuello uterino de espermicida para evitar el embarazo, pero NO las ETS. Se puede comprar sin receta médica. Su uso como anticonceptivo único no está demasiado extendido y es que su eficacia es inferior a los anteriores.
- Eficacia de la esponja anticonceptiva: para mujeres que no han sido madres el riesgo de embarazo es del 4%, sin embargo para las que han parido el error ronda el 25%.
Diafragma anticonceptivo
Es un aro flexible de silicona o látex que se sitúa en el cuello del útero e impide a los espermatozoides continuar su camino. Tampoco protege contra las ETS. Después de mantener relaciones, tiene que permanecer en su sitio entre 6 y 8 horas más. Puede lavarse y reutilizarse.
- Eficacia del diafragma anticonceptivo: el riesgo de embarazo puede alcanzar el 12%. Suele utilizarse con espermicida para aumentar su eficacia.
Capuchón cervical
Es similar al diafragma, pero más pequeño y rígido. También puede colocarse horas antes del sexo y debe permanecer en su lugar unas horas después del coito. Es habitual acompañarlo de cremas o geles espermicidas.
- Eficacia del capuchón cervical: para mujeres que no han dado a luz el riesgo de embarazo es del 8%, mientras que para quienes sí lo han hecho aumenta.
Espermicida, mejor acompañado
Se comercializa en gel o crema y se aplica en la vagina antes y después del coito. Actúa como una especie de barrera química contra la espermatozoides. Eso sí, debes tener en cuenta que su uso prolongado puede irritar la vagina y dañar sus tejidos.
- Eficacia del espermicida: por sí solo no es un método muy fiable (el riesgo de embarazo alcanza el 20%).
¿Todos los anticonceptivos de barrera protegen frente a ETS?
No. La principal función de los métodos anticonceptivos es evitar el embarazo, no proteger de enfermedades de transmisión sexual. Las únicas opciones que protegen también de enfermedades tanto de tipo bacteriano (gonorrea, sífilis) como de tipo vírico (VPH, VIH) son los preservativos masculino y femenino.
¿Y para el sexo oral?
Para disfrutar del sexo oral sin miedo a contraer una enfermedad venérea, existe el Dental Dam o barrera bucal. Se trata de una película de látex que se coloca entre la boca y aquello que vayas a chupar: ano, vagina… Aunque existe desde hace tiempo no es muy conocido, pero se ha convertido en todo un símbolo del sexo no heterosexual.
Seas como seas y sean como sean tus relaciones, no debes ignorar el riesgo de contraer una ETS. Por ello, en Bloom, haya o no penes de por medio, nos quedamos con el preservativo femenino y masculino. Y por supuesto, trata de mantener una higiene íntima adecuada y ¡lávate las manos antes de meterlas en harina!