¿Qué es la relaxina? Todo sobre la llamada «hormona del parto»
La hormona conocida como relaxina se encarga de inhibir las contracciones espontáneas del útero y de favorecer el parto. ¡Te contamos más!
Si estás embarazada, especialmente si eres primeriza, seguro que estás descubriendo todo un mundo nuevo… ¡y lo que te queda! El embarazo te está enseñando muchísimo y nosotras queremos poner nuestro granito de arena para que sigas aprendiendo. ¿Sabes qué es la relaxina? Hacemos zoom a esta hormona.
Si nunca has oído hablar de la hormona de la relaxina y cómo influye en el embarazo y el parto… ¡siéntate que en Bloom te vamos a dar una masterclass exprés! Es una hormona súper importante que te va a ayudar mucho en el momento del parto… pero que te puede traer alguna que otra complicación en el embarazo. Lo mejor es conocerla para tenerla como aliada. La información es poder.
Descubre la relaxina: así influye en el embarazo y parto
¿Qué es la relaxina?
La relaxina es una hormona cuya función principal es preparar el cérvix (o cuello del útero) para el parto. De ahí a que muchas personas la llamen coloquialmente “la hormona del parto”, pero en realidad hay mucha más miga detrás de este concepto. Esta es una visión muy reducida de cómo actúa sobre nuestro cuerpo, aunque sin duda es su labor más importante.
Expresado de un modo genérico, podemos indicar que al inhibir las contracciones del útero, se favorece el trabajo del parto.
Relaxina sin embarazo: una hormona que crece en los primeros días del ciclo
No, no solo producimos relaxina cuando estamos embarazadas. De hecho, todos los meses tenemos un vaivén de esta hormona (y de tantas otras). Y es que durante el ciclo menstrual pasamos por diferentes fases y a ellas van asociados ciertos cambios hormonales.
En este caso, la relaxina es una de las hormonas que aumenta su presencia principalmente durante la ovulación y disminuye en los días de la menstruación, cuando el cuerpo ya sabe que no ha tenido lugar la gestación.
¿Cuándo es más elevada la concentración de la hormona relaxina en el embarazo?
Pero, ¿qué pasa si sí nos hemos quedado embarazadas? Pues que empieza a rodar la maquinaria.
En el primer trimestre del embarazo comenzamos a tener un aumento de la hormona relaxina (de hecho, es uno de los síntomas de embarazo en las primeras semanas). Pero, debido a su función principal, es en el último trimestre cuando mayores son sus niveles. Y esto tiene mucha lógica, precisamente porque como te decíamos es la “hormona del parto” y, por ende, ya está trabajando para preparar a nuestro cuerpo para lo que se viene…
¿Para qué sirve exactamente la relaxina en el embarazo?
No nos podemos olvidar de la hormona hCG tan importante en esta etapa, de la que también es interesante que aprendas más. Pero hay otras hormonas relacionadas con el embarazo a las que hay que prestarles la atención que merecen y que injustamente suelen caer en el olvido. ¡Equipo Bloom al rescate!
La relaxina es una de las más importantes. Su función principal es la de dar mayor elasticidad a los músculos y articulaciones, además de favorecer el trabajo del parto. Ayuda a la dilatación y prepara a nuestro cérvix para el momento de parir.
No todo es positivo… ¿por qué están tan relacionados relaxina y dolor articular?
Pero no nos podemos olvidar de que no todo es color de rosa. El embarazo puede ser una etapa preciosa… pero también tiene sus inconvenientes para nuestro cuerpo. Por ejemplo, el acné en el embarazo es bastante habitual, pero también los dolores musculares, el dolor de espalda o incluso podemos ser más propensas a sufrir lesiones o esguinces.
Y aquí entra muy en juego la relaxina. Estas lesiones pueden estar ocasionadas por la ya mencionada elasticidad que nos aporta esta hormona. Ya ves, tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes… Y es que con el aumento de la relaxina disminuye la producción de colágeno y este es uno de los motivos por los que aumenta la elasticidad a la vez que podemos ser más vulnerables.
Por eso, es importante que durante el embarazo seamos más cuidadosas con los movimientos que realizamos, que cuidemos una buena higiene postural y que, si vamos a hacer ejercicio (siempre moderado y adaptado a esta etapa), no nos olvidemos del calentamiento al comenzar y los estiramientos al terminar.