Alopecia femenina: cuando la calvicie también afecta a las mujeres (y cómo es convivir con ella)
Sí, las mujeres también tienen alopecia. Descubrimos cuáles son los tipos más comunes y charlamos con una joven que la vive desde los 14 años. ¿Nos acompañas?
Si algo bueno nos ha dejado el caso del bofetón de Will Smith a Chris Rock en los Oscar (mejor dicho, la agresión verbal disfrazada de chiste sin gracia a Jada Pinkett Smith) es un impulso a la visibilidad de la alopecia femenina. Sí, las mujeres también se quedan calvas. Y a su afección suman el estigma social.
Porque no negamos que para muchos hombres sea doloroso perder el pelo, pero en el caso de las mujeres la combinación reúne factores estéticos, psicológicos, sociales y una sensación generalizada de lástima (efectivamente, muy paternalista).
No hemos venido aquí a hablar del episodio Smith-Rock, sino a ahondar en una cuestión, la alopecia femenina, con la que muchas mujeres se familiarizan incluso desde su más incipiente juventud. Y, como bonus track, tenemos el testimonio de Carlota Quiroga, que convive con la alopecia desde los 14 años. Keep on reading!
Tipos de alopecia femenina: de la areata a la androgénica
Dependiendo de sus causas, podemos diferenciar dos tipos de alopecia en mujeres, la alopecia areata y la alopecia androgénica o androgenética. ¿Cuál es la que tiene Jada Pinkett Smith? La primera. Y sobre ambas vamos a aprender un poquito más.
Alopecia areata en mujeres: la afección que visibiliza Jada Pinkett Smith
Este tipo de alopecia tiene una causa autoinmune, lo que significa que el sistema inmunitario se ataca a sí mismo y destruye los folículos pilosos sanos, de tal modo que el pelo no crece y tampoco se desarrollan cabellos nuevos. Y eso desemboca en la calvicie femenina que Jada Pinkett Smith paseó con elegancia en la alfombra roja de los Oscar.
Hay ciertos factores de riesgo que pueden potenciar el desarrollo de la alopecia areata en mujeres, como son otras enfermedades autoinmunes, los antecedentes familiares o padecer diabetes de tipo 1.
Algo que caracteriza a la alopecia areata es la forma en la que el pelo se cae, disminuye su densidad o deja de crecer, y es que tiende a hacerlo en parches de 1 a 4 centímetros. Si esos parches van creciendo, pueden unirse y desembocar en lo que se conoce como alopecia areata total, que cubre toda la cabeza.
¿Y cuál es la solución para este tipo de alopecia en mujeres? Tanto en esta como en la androgénica, hay que tener en cuenta que los efectos persistirán únicamente mientras se aplique el tratamiento en cuestión. Hay diversas opciones, desde inyecciones de corticoides para tratar de estimular el crecimiento hasta medicamentos orales (como inmunosupresores), cremas o sesiones de fototerapia con luz ultravioleta.
En cualquier caso, y si te preocupa la salud de tu cuero cabelludo (o has visto tu raya del pelo menos poblada de lo habitual y te ha dado un microinfarto), es fundamental que visites a tu médico para que realice un diagnóstico y te indique, si procede, el tratamiento que más se adecue a tus necesidades.
Alopecia androgénica femenina: la causa más común de la calvicie en mujeres
Aunque la alopecia femenina de la que más se habla estos días es la areata, la más común entre las mujeres es la androgénica o androgenética. Se debe, como nos indica su nombre, a cuestiones genéticas y hormonales y se manifiesta como una pérdida de la densidad capilar. Poco a poco, la zona de la raya del pelo se va haciendo más ancha y se va viendo más el cuero cabelludo.
Pero ¿cómo de común es este tipo de alopecia femenina? Se estima que más de un 40 % de mujeres se pueden ver afectadas durante y tras la menopausia (sí, el baile de hormonas es el responsable), pero también un 20 % de las mujeres jóvenes. Don’t panic! Hay que tener en cuenta que tener alopecia no significa automáticamente quedarse calva, sino que hay muchas fases intermedias y puede que esa pérdida total del cabello no llegue a producirse.
Los tratamientos para la alopecia androgénica en mujeres van desde fármacos (de algunos de uso tópico a otros orales, incluyendo antiandrógenos) hasta trasplantes capilares. Y, si nos ceñimos a lo estético, existen también diversas opciones, como la micropigmentación. Siempre, siempre, siempre convendrá consultar con un especialista antes de tomar cualquier decisión. ¡No te cortes a la hora de hablar sin tapujos de tus miedos y tus opciones!
Viviendo con alopecia femenina: el testimonio de Carlota Quiroga
Como decíamos al principio, si algo bueno nos ha traído la polémica de los Oscar es que estamos hablando más de la alopecia en mujeres y conociendo a quienes conviven con ella. Un ejemplo es Carlota Quiroga, detrás del perfil @tengoquenayque y quien ejerce como altavoz de la alopecia femenina.
“A mí todo esto me da una cierta sensación de poder: pienso en cuánto podemos hacer por muchas mujeres que tienen alopecia y pueden sentirse solas”, nos cuenta Carlota, que insiste en la importancia de las palabras para definir esta realidad.
“Tenemos que cambiar el vocabulario y dejar de decir que una mujer padece o sufre alopecia. Es una afección, sí, pero no una enfermedad. Lo que puedes sufrir es la inseguridad que te provoca, pero con la alopecia en sí se convive, la habitamos, la experimentamos”.
Carlota Quiroga
Carlota convive con su alopecia androgenética desde los 14 años. Después de un duro diagnóstico –“Me dijeron que era una enfermedad crónica y degenerativa y que no había nada que hacer al respecto”, cuenta–, probó diversos tratamientos, hasta que un día decidió abrazar su singularidad y su alopecia.
“Estuve años y desde muy joven tomando píldoras anticonceptivas, crecepelos, vitaminas… Pero decidí que no me compensaba. Que todo aquello me afectaba anímicamente y en realidad no solucionaba la raíz del problema, porque el estigma social y cómo afectaba a mi salud mental seguía ahí”, explica.
Desde entonces, Carlota avanza en su propio proceso de deconstrucción y reconstrucción (¿acaso no lo hacemos todas a nuestra manera?). “Yo misma estoy redefiniendo lo que es para mí el concepto de sensualidad y trabajando en disociarlo del pelo. Creo que aquí hay también una responsabilidad individual y es que cada una nos expongamos (en redes sociales, por ejemplo) a realidades que no tienen que ver con nosotras, cuerpos que nos incomoden al principio o con los que no nos identifiquemos para así normalizarlos”, analiza.
Y en toda esta reconstrucción, ¿dónde queda el término “calva”? En palabras de Carlota: “Calva no se usa ni siquiera como un insulto poque hay mucha compasión en él. Ocurre como con la palabra ‘gorda’. Si los hemos sufrido como insultos, podemos apropiarnos de los términos y hacerlos nuestros para, simplemente, definir nuestra realidad”.
Tras media vida conviviendo con la alopecia, el consejo de Carlota para las mujeres que se están familiarizando con esta afección es claro: “Que sigan los consejos de sus médicos y prueben qué les funciona a ellas y con lo que se sienten mejor. Todas somos distintas, también en esto, y lo importante es sentirse a gusto con una misma”.