¿Qué significa tener las defensas bajas? Toma nota de estos consejos para fortalecerlas
¿Cuántas veces has echado la culpa a las «defensas bajas» de una infección o un llaga? Hablamos de qué es tener las defensas bajas y por qué ocurre.
Seguro que más de una vez (y más de dos) has comentado con alguna amiga que tienes las defensas bajas. Pero, ¿sabes qué significa esto exactamente? Tal vez te sientas más cansada, se te cae el cabello o incluso vas saltando de infección en infección y tiro porque me toca.
Te hablamos de los síntomas de las defensas bajas, qué significa exactamente, cuáles son sus riesgos y qué puedes hacer tú para volver a subirlas y estar más fuerte que el vinagre. Let’s go!
¿Qué significa tener las defensas bajas? Síntomas y principales características
Vamos a empezar con un poco de literatura o de teoría, como lo prefieras llamar. ¿Qué significa tener las defensas bajas? Se trata de un estado de debilidad inmunológica, es decir, nuestro cuerpo no tiene la “fuerza” suficiente para defenderse ante agentes externos como bacterias, virus, etc.
¿Sigues una dieta rica en vitaminas y nutrientes esenciales? La alimentación es muy importante para tener las defensas bien arriba
Tener las defensas bajas, en sí mismo, no es un problema. El problema es todo lo que puede acarrear, ya que nos hace ser más propensas a contraer infecciones o enfermedades que sí nos pueden poner en peligro.
Una analítica de sangre puede indicarnos de un modo fiable si tenemos las defensas bajas o no, sin embargo, nuestro cuerpo es nuestro mayor sereno y nos puede lanzar mensajes de aviso para que entendamos que algo pasa y busquemos solución.
Así, entre los principales síntomas de las defensas bajas, podemos incluir una lista enorme. Estos son los más habituales:
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Fatiga, cansancio, anemia, problemas de concentración…
Si notas que tu cuerpo y tu mente no están al 100%, es uno de los primeros y principales síntomas de las defensas bajas. Estás más cansada (todo el rato y todos los días), te cuesta un mundo hacer las actividades normales, te encuentras apática, no te concentras… Puede ser por una bajada de defensas.
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Eccemas, llagas en la boca, granitos…
Nuestra piel también refleja nuestro estado de salud. Si últimamente te salen muchos granitos, dermatitis, eccemas, ronchas, incluso llagas en la boca o hasta granos en la vulva, puede ser un indicador más de estas defensas bajas. Vigílalo.
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Caída del cabello o uñas más débiles
La caída del pelo en mujeres puede tener un alto componente psicológico, pero también físico. Y las defensas bajas son uno de sus principales culpables. ¿El motivo? El pelo es un “lujo”, por lo que, cuando nuestro cuerpo no tiene la suficiente energía para mantener todo, es una de las primeras cosas de las que se desprende. También ocurre algo similar con las uñas.
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Falta de apetito y problemas digestivos
A cada una nos puede afectar de una manera diferente. Hay quienes pueden experimentar estreñimiento, mientras que otras personas pueden sufrir diarrea, calambres abdominales, falta de apetito…
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Más infecciones de forma más frecuente
Otro de los síntomas de las defensas bajas más habituales (y peligrosos) es que somos más propensas a contraer infecciones de todo tipo. Tiene su lógica: como hemos explicado, al cuerpo le resulta más difícil defenderse de agresiones externas y deja la puerta abierta a que entren virus y bacterias (entre otros). La cistitis suele ser una infección por defensas bajas bastante habitual.
Causas de las defensas bajas: el estrés como punto de partida
Ya sabes qué significa tener el sistema inmunológico bajo. Ahora, vamos a hablar acerca de por qué bajan las defensas para tratar de evitarlo en el futuro (si está en nuestra mano, claro).
El estilo de vida que llevamos es SÚPER importante para tener una buena salud y un ejército de defensas bien fuertecito. Una correcta alimentación rica en nutrientes (más frutas y verduras y menos ultraprocesados vacíos), ejercicio para mantener nuestros tejidos a tope de oxígeno y dormir bien son los tres pilares más importantes.
No estamos descubriendo la pólvora: alimentación + ejercicio + descanso. Es la fórmula “mágica” para todo.
Además, el estrés baja las defensas. Cuando estamos estresadas, baja la producción de glóbulos blancos y nuestro sistema inmunitario se debilita. Estar estresada continuamente puede llegar a ser muy peligroso, así que, amiga, keep calm. Por tu bien.
Y, por supuesto, otra de las causas de las defensas bajas es tener algún tipo de enfermedad que afecte a nuestro sistema inmunitario. En estos casos, además de seguir las recomendaciones médicas, no podemos hacer mucho más que cuidarnos el doble.
Por qué es importante vigilar las defensas bajas
La puerta de tu casa es la barrera que impide que alguien que no ha sido invitado se pueda colar hasta la cocina. Tenerla cerrada no te asegura que nunca nadie vaya a entrar, porque nada es indestructible, pero al menos se lo pones más difícil. Pero si la dejas abierta, la posibilidad de que se cuelen es mucho mayor.
Algo similar pasa en nuestro cuerpo y ese es el motivo por el que es peligroso tener las defensas bajas. Estamos más expuestos a infecciones y enfermedades (leves y graves).
Las enfermedades que bajan las defensas son principalmente las autoinmunes, pero también una sencilla infección o una anemia pueden ponernos en riesgo.
Qué tomar para las defensas bajas
Las vitaminas naturales para las defensas bajas son muy buenos aliados para cuidar nuestro organismo. Aunque todos los tipos de vitaminas son importantes, las principales para este tema son las vitaminas A, C, D y E.
Si te preguntas qué tomar para una bajada de defensas, los complementos a base de estas vitaminas y por supuesto los alimentos que las contienen de forma natural son el primer mejor tratamiento para darle a tu sistema inmunitario el empujoncito que necesita. Si vas a tomar un tratamiento específico, recuerda que siempre debe ser prescrito por un profesional de la salud.