Propósitos de año nuevo: cómo conseguir que no se queden solo en una lista
Te contamos cómo conseguir que este 2025 tus deseos se transformen en logros tangibles
Cada fin de año nos llenamos de buenas intenciones para la “nueva temporada”: hacer más ejercicio, comer más sano o dejar de fumar son algunos de los propósitos más recurrentes, pero no los únicos. En cualquier caso, si algo tienen todas estas metas en común es que, aunque los primeros días vayamos a tope, con el paso de las semanas nos vamos desinflando y en febrero quién se acuerda ya de aquello que queríamos conseguir o cambiar con el nuevo año.
Nos prometemos que, con la última uva/campanada, iniciaremos una nueva etapa llena de cambios positivos. Sin embargo, la experiencia nos demuestra que, con frecuencia, estos objetivos se desvanecen antes de que finalice enero.
¿Por qué sucede esto y cómo podemos romper el ciclo? Para averiguarlo, hemos recurrido a Natalia Zaira Pedrajas Sanz, psicóloga sanitaria, directora clínica en Miinta y cofundadora La Psicóloga en Casa y la Escuela Emocional.
¿Qué hay detrás de nuestros propósitos de Año Nuevo?
Establecer metas al inicio del año funciona como un ritual que simboliza renovación. Según explica Pedrajas Sanz, psicológicamente, al empezar el año entendemos que hay un cambio de ciclo y, con ese cambio de ciclo, la oportunidad de un nuevo yo. “Esto ocurre al inicio del año, en septiembre, en cada cumpleaños… cuando hay una nueva temporalidad o una nueva forma de estar, diferente a la anterior”, añade.
Sin embargo, estos propósitos suelen ir apagándose poco a poco. Pensamos que tenemos buenas intenciones, pero nos falta fuerza de voluntad para cumplirlos. Según la psicóloga, esto no es más que un mito. “La fuerza de voluntad no consiste en mantener o no mantener esos propósitos o retos, sino en por qué lo haces”, señala. Y es que, muchas veces, esos objetivos anuales se desgastan porque están vacíos o porque no sabemos cómo llevarlos a cabo. Hace falta, más allá de la manida lista, preguntarnos para qué hacemos algo, qué esperamos conseguir con ello.
Además de una buena intención, hace falta un plan de acción y sentirse capaz, saber que vamos a lograrlo, en lugar de saber que, al cabo de los días, lo daremos por imposible.
Cómo cumplir de una vez por todas con tus propósitos este 2025
Ya sabemos lo que pasa con los propósitos, ahora bien, ¿es posible no sucumbir a la desmotivación? Estos son los consejos que nos ha dado nuestra experta para que este año cumplas con tus propósitos sí o sí.
Claves para cumplir los propósitos de año nuevo
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Metas claras y realistas.
Huye de enunciados vagos, sin aterrizar. Establece objetivos “medibles” si es posible. Así no perderás de vista la dirección y podrás hacer un seguimiento de tu progreso. Por ejemplo: si mi objetivo es aprender a bailar bachata, lo aconsejable es que busque una escuela para comprometerme a ir regularmente y que otros planes no le pasen por encima.
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Constancia, pero sin obsesionarse.
Efectivamente, para no abandonar un hábito (si es que hacer algún cambio de este tipo es lo que nos hemos marcado de cara al nuevo año), es interesante ser constantes, pero buscando un punto lejos de la obsesión. No perder de vista el objetivo, pero tenernos paciencia.
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Friendly reminders.
Utiliza recordatorios o señales para reforzar tus nuevos hábitos. Si vas a empezar a hacer ejercicio y tu intención es ir a un grupo de entrenamiento por las mañanas, deja la ropa preparada la noche anterior, a modo de recordatorio y compromiso. Si lo que estás buscando es leer más, deja el libro con el que comiences en un lugar visible o llévalo en el bolso para aprovechar los ratitos en el transporte público, por ejemplo.
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Celebrar cada logro.
¿Cómo? Reconociendo lo que hemos conseguido gracias a nosotras mismas. A menudo somos nuestras peores enemigas e invalidamos nuestros avances.
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Compartir los propósitos con nuestro entorno.
Recuerda: sola no puedes, con amigos sí. Saber que estamos acompañadas nos refuerza en nuestra intención y evita que nuestro propio entorno social sea el que nos boicotee. Por ejemplo: si mi propósito es preparar una carrera y me he marcado los sábados por la mañana como un día de entrenamiento y se lo comento a mis amigos y familiares, evitaré que el viernes por la noche me insistan para trasnochar o para hacer algún plan que me impida cumplir con mi objetivo.
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¿Hacer una lista? Sí, pero con matices.
Pedrajas Sanz nos recomienda diferenciar aquello que quiero conseguir porque es visto como algo “socialmente exitoso” (comprar una casa, tener un hijo…) y otra lista más personal dónde hagamos ese difícil ejercicio de mirar hacia adentro y preguntarnos qué es aquello que queremos para nosotras y solo para nosotras. No tienen por qué ser grandes planes ni metas grandilocuentes: cada una sabemos el valor que tienen nuestros logros (o deberíamos).
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Sé flexible sin renunciar.
A veces nos olvidamos de tenernos compasión, cuando lo más habitual es tener que enfrentarnos a obstáculos o tener días menos productivos. En lugar de desanimarte y tirar la toalla, aprovecha para reconocer tus esfuerzos y, si es necesario, reajusta tus rutinas.
Es muy recomendable compartir los objetivos y propósitos, sobre todo cuando necesitas de otras personas para conseguirlos, para que te acompañe su energía.
Cada pequeño paso que damos estamos un poco más cerca de nuestras metas: en la constancia y en la paciencia reside la clave del éxito. Este 2025, celebra tus logros, busca apoyo y disfruta del proceso de crecimiento personal.