Relaciones sexuales después del parto o la cesárea: lo que deberías saber
El posparto abre muchas dudas: cuerpo que cambia, cicatrices que duelen y deseo que tarda en volver. Hablamos de tiempos, recomendaciones médicas y emociones tras un parto o cesárea.
Quienes no han pasado por un posparto no se hacen una idea de lo que supone para una mujer. El cuerpo cambia mucho, a veces demasiado, la energía se reordena, las prioridades cambian y la vida se mueve hacia un lugar completamente nuevo. Después del parto sobran cantidades exageradas de cansancio, emoción, dudas y, casi siempre se tiene la sensación de no llegar a todo.
Volver al sexo después de ser padres es un temazo. ¿Cuándo podré volver a tener relaciones?, ¿duele mucho?, ¿y si el deseo sexual no vuelve nunca? A muchas parejas les cuesta retomar las relaciones sexuales después de ser padres y es que el sexo no es solo una cuestión física, es también una experiencia emocional, hormonal y relacional.
Cada pareja es un mundo y no hay una fecha universal para retomar las relaciones sexuales. Cada posparto es distinto y cada mujer atraviesa esta etapa a su propio ritmo pero según cómo ha sido el parto hay unas pautas diferentes. Te contamos cómo volver a retomar el sexo después del parto y cuáles pueden ser los plazos razonables según el tipo de parto.
La sexualidad no desaparece después del parto, pero puede cambiar de forma, de ritmo y de significado durante un tiempo. Y eso también es parte del proceso.
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¿Cuándo es seguro tener relaciones después de un parto vaginal?
Seguro que has oído hablar de la cuarentena. Ese periodo de unas seis semanas que el cuerpo necesita para recuperarse después del parto. Pero hablemos claro: la cuarentena no es una fecha exacta para volver al sexo, es simplemente el tiempo aproximado que tarda el útero en volver a su tamaño y cerrar el cuello del útero, el sangrado en disminuir y los tejidos en empezar a cicatrizar después de un parto.
La revisión posparto con el equipo médico, que suele hacerse entre las cuatro y seis semanas, sirve para evaluar esa recuperación. Es un momento para comprobar cómo está el periné, cómo evoluciona la musculatura y si todo se está recolocando en su sitio de forma adecuada y en el tiempo adecuado.
Si todo está correcto y tienes el ok de tu gine, a partir de ahí, el ritmo para volver al sexo lo marca tu cuerpo. Puede que te apetezca antes, puede que necesites algo más de tiempo o puede que simplemente tengas la libido por los suelos o no sea tu prioridad durante unos meses. Y todas esas posibilidades son completamente normales.
Eso sí, ten en cuenta que, durante las primeras semanas (sobre todo si hay lactancia) es muy habitual notar sequedad vaginal o una sensación diferente en la zona íntima. No es porque haya un problema, es una adaptación fisiológica del cuerpo en este momento. La American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) explica que los estrógenos bajan notablemente en el posparto, especialmente durante la lactancia, lo que puede reducir la lubricación vaginal y hacer que la zona esté más sensible.
De forma natural, esa escasa lubricación puede hacer que, al intentar retomar el sexo, aparezcan molestias, escozores o una sensación de tirantez incómoda que puede solucionarse muy fácilmente con lubricantes e hidratación vaginal enfocada al posparto.
En el caso de que el dolor es demasiado intenso o se mantiene en el tiempo, puede que los tejidos o la musculatura del suelo pélvico estén más tensos de lo normal tras el parto. En esos casos, una fisioterapeuta especializada en suelo pélvico puede ayudar mucho, no solo para aliviar las molestias, sino también para recuperar la confianza y la seguridad en tu cuerpo.
Volver a la intimidad no tiene por qué significar volver “a saco” (a no ser que te lo pida el cuerpo). En muchos casos, es mejor empezar poco a poco, con contacto suave, caricias, piel, permitiendo que la cosa fluya de forma natural antes de volver a la penetración. La sexualidad también es eso.


¿Y de un parto con episiotomía o con desgarro?
Cuando ha habido una episiotomía o un desgarro en el parto, la recuperación puede necesitar algo más de tiempo que si el parto ha sido vía vaginal y sin desgarros. No solo por la cicatrización externa, sino por lo que ocurre en el tejido interno y en la musculatura del suelo pélvico. Al final, la zona ha sido cortada o se ha roto y, aunque cicatrice rápido y bien, es muy frecuente que aparezca sensibilidad, tirantez o incluso miedo durante un tiempo.
Sobre todo al principio del posparto, es muy habitual que la cicatriz se note muy tirante o dura o que dé una sensación de quemazón y que moleste especialmente cuando se intenta la penetración. Por suerte, suele ser cuestión de tiempo.
Aquí lo más importante no es el número de semanas que han pasado, sino cómo responde la zona al contacto. Una prueba sencilla es colocar la mano sobre el pubis o el periné y notar si la zona se relaja o se contrae de forma natural. Si aparece tensión, tirantez o molestia, es señal de que necesitas un poco más de tiempo antes de retomar las relaciones sexuales, al menos con penetración.
Por supuesto, si te apetece volver a la intimidad, puedes hacerlo cuando lo sientas. Pero mejor empieza de fuera hacia dentro, con caricias, contacto suave, presión ligera alrededor y respiración lenta. Sin forzar.
Si pasados unos meses las sensaciones no han cambiado, las molestias siguen siendo las mismas, existe mucho dolor, la libido no ha vuelto y no te ves capaz de retomar las relaciones sexuales, consúltalo con un especialista. Pero ten en cuenta que volver no significa hacerlo como antes, significa adaptarse y disfrutar desde donde estás ahora.
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Recuperación tras la cesárea: tiempos y cuidados
Después de una cesárea, la recomendación general también es esperar entre cuatro y seis semanas antes de retomar las relaciones sexuales con penetración, es decir, los 40 días que dura la cuarentena o puerperio fisiológico. Pero en este caso, además de respetar ese tiempo, es importante tener en cuenta la cicatriz abdominal.
Si has pasado por una cesárea, es muy habitual que notes tirantez en la zona, una sensación de rigidez alrededor de la cicatriz o incluso cierta falta de sensibilidad durante los primeros meses. Esto ocurre porque los tejidos están cicatrizando y recuperando sensaciones poco a poco. También puede aparecer cierta dificultad para activar el abdomen o miedo a hacer fuerza con esa zona al moverse o cambiar de postura. En las primeras semanas, es importante seguir las indicaciones de la matrona o del gine sobre la cicatriz (cómo limpiarla, cómo secarla y cuándo empezar a tocarla o movilizarla con suavidad). Estos cuidados iniciales ayudan a que la zona recupere flexibilidad con el tiempo.
A la hora de retomar el sexo, la referencia es clara: si hay dolor, tirantez que incomoda o el cuerpo se contrae, es mejor esperar un poco. Y cuando te apetezca volver, lo más cómodo suele ser empezar poco a poco con posiciones en las que el abdomen no tenga que soportar el peso, sobre todo al principio. Prueba a hacerlo de lado o en posturas donde puedas tener el control para regular la profundidad y el ritmo con más control.


Cómo retomar la sexualidad tras el parto
En el posparto, es muy habitual que el deseo tarde en aparecer. «El deseo puede disminuir de forma temporal en los primeros meses tras el parto; es una respuesta habitual al cansancio, la lactancia y el proceso de adaptación” , explican los expertos de AulaGinecología. El cansancio hace mella, la falta de sueño se arrastra, aparecen nuevas responsabilidades, el cuerpo sigue en recuperación y las hormonas van ajustándose poco a poco. Esa sensación de estar desbordada y de no llegar a todo es completamente normal y lleva un tiempo asumir la nueva normalidad.
A muchas mujeres les cuesta reconocer su cuerpo después de ser madres y esos problemas de autoestima, se convierten a veces una barrera para el sexo. Además, es muy habitual que exista miedo a que duela, a que no sea igual que antes, a no sentirse deseada.
En esta etapa complicada, lo más importante es que exista una buena comunicación entre la pareja. Se trata de no obsesionarse porque la intimidad suele recuperarse de forma progresiva, a medida que el cuerpo se va recuperando y sin presión. Muchas veces, la clave no está en volver al sexo entendido como penetración, sino en volver al contacto, a la complicidad, a las caricias lentas y los abrazos y todo llega solo.
Eso sí, ten en cuenta que el posparto no es un método anticonceptivo. Habla con tu matrona o gine sobre opciones de antoconcepción compatibles con la lactancia porque el miedo a quedarse embarazada de nuevo puede ser también un motivo de bloqueo del deseo.
Y si nada fluye de forma natural, lo más recomendable es acudir a un especialista en terapia de pareja para que os de las herramientas necesarias para superarlo. No se trata de volver a lo de antes sino de reparender a disfrutar. Porque la sexualidad después del parto no desaparece. Se transforma.



























