¿Cómo salir de una relación tóxica?
Las señales para identificar el problema son desde la pérdida de confianza en una misma a la violencia verbal o física. ¿Y la clave para salir? Lo primero es reconocer esas señales, apoyarte en un entorno que esté de tu lado y anteponer tu bienestar físico y emocional. ¡Descubre más claves aquí!
Las relaciones no son siempre una luna de miel. Eso está claro. Pero, a pesar de los altibajos, lo importante es que al final la persona con la que has decidido compartir tu vida (o al menos, un ratito de ella) sume y no reste. Si estar con tu pareja te produce ansiedad, si sientes miedo, si te gustaría hacer cosas pero no las haces por él o ella, o si simplemente te miras al espejo y ya no te reconoces, ¡cuidado, amiga! Sabemos que no es fácil identificar que algo está mal y más difícil es saber cómo salir de una relación tóxica, pero aquí estamos para ayudarte.
¿Qué es una relación tóxica?
Vamos a ser directas: una relación tóxica es una relación que destruye y que te genera un daño. Cuantificar este daño puede ser difícil, pero te proponemos un juego para que puedas detectar si te está pasando. Imagínate que tu mejor amiga te cuenta con pelos y señales lo que tú estás viviendo. ¿Qué te parecería? ¿Le dirías que su relación es sana o tratarías de abrirle los ojos?
Como comenta la psicóloga María Esclapez, las señales de emergencia deberían activarse si tu pareja no te deja hacer ciertas cosas, si te grita, te miente, te humilla o te hace luz de gas (gaslighting). La red flag definitiva es si en algún punto cruza la línea y pasa al maltrato (físico o verbal). Cualquiera de estas actitudes se relacionan con una relación tóxica. Si ya no tienes ilusión por nada, si incluso has perdido la libido, si todo lo haces por complacer o si te sientes juzgada, también. Y saber cómo salir de una relación tóxica y abusiva es muy difícil, porque se genera cierto síndrome de Estocolmo, una dependencia emocional hacia esa persona que no te hace ningún bien.
Si te identificas con algo de lo que describimos, busca ayuda a tu alrededor, siempre hay alguien dispuesto a tenderte una mano. Hablar con quienes te conocen puede ser clave para acabar con el autoengaño. «Quien te quiere, no te hace daño». Y cuando estés lista para darte prioridad, antepon tu bienestar, aléjate de esa pareja y acude a un terapeuta si no puedes hacerlo sola.
Quien te quiere de verdad, no te hace daño. Grábate esto a fuego.
¿Y si soy yo la que tiene actitudes tóxicas con mi pareja?
Hay otros tipos de relaciones tóxicas: por ejemplo, tú misma puedes estar propiciando esta situación, si toda tu vida la basas en la otra persona y sientes que tienes dependencia de tu pareja. ¡Date (y dale) aire! En este caso, lo que tendrás que pensar es cómo salir de una relación tóxica y dependiente. Haz cosas por ti mismo, amplía tu círculo social y olvida la idea de que sin tu pareja no eres nadie. Si en este proceso te das cuenta que esta dependencia está marcada por la actitud de la otra persona, háblalo. Eso sí, si no ves mejoras… ¡puerta! Y si es por tus propias inseguridades, tal vez sería interesante tener la ayuda de un tercero para que te haga ver las cosas con más claridad.
Cómo ayudar a alguien a salir de una relación tóxica
En este caso, amiga, tienes que andar con pies de plomo, porque no todo el mundo acepta la ayuda a la primera. Si eres muy directa, tu intento de colaborar puede interpretarse como una crítica. Consigue que sea esa persona quien te cuente cómo se siente, escúchala, empatiza con ella y ofrécele tu ayuda. No puedes forzar a nadie a dejar una relación, pero si le das tu apoyo tendrás mucho ganado.
No trates de forzar nada, ofrece tu ayuda, ESCUCHA y acompaña en el proceso
Cómo salir de una relación tóxica cuando hay hijos
Es más complicado porque algo te va a atar siempre a esa persona. Apóyate en tu familia, tus amigos y en algún profesional que te ayude a afrontar esta nueva etapa. Habla con tus hijos, minimiza todo lo posible los cambios que afecten a su vida y no trates de ponerles en contra de la otra persona. Ante todo, va a seguir siendo su padre y los problemas de los adultos no les deben afectar.