Sí, el pene se puede romper y estas son las posturas más propensas
No hace falta hacer acrobacias: aunque es poco común, el pene se puede romper en las posturas más “básicas”
Escrito por Sara G. Pacho
Redactora de Bloom especializada en salud femenina, estilo de vida y feminismo. Licenciada en Sociología por la Universidad de Salamanca y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Máster en Comunicación como Agente Histórico-Social, especialidad en Lenguaje Audiovisual por la Universidad de Valladolid.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
A menudo hablamos de la importancia de no ponerse límites a la hora de tener relaciones sexuales, de ser imaginativas y de dejarse llevar, pero, ojo: el sexo también puede tener sus riesgos a nivel físico (más allá de las ITS). Una de las posibles lesiones -no muy habitual- es la fractura de pene, que, aunque no tiene hueso, se puede partir en algunas de las posturas que se consideran más habituales. Te contamos cuáles son las posiciones más peligrosas, cómo identificar esta lesión y qué hacer en caso de que pase.
¿Qué es la fractura de pene?
Es una lesión traumática poco frecuente aunque bastante temida entre los hombres. No se trata de una fractura ósea -el pene no tiene hueso-, sino de una lesión que afecta a los tejidos blandos del pene cuando está erecto. Es por eso que puede darse durante las relaciones sexuales: durante la erección, la sangre fluye hacia al pene a más velocidad de la que sale. Esto provoca que el tejido esponjoso se hinche.
En este momento, si se dobla o golpea fuerte contra algo, se puede romper este revestimiento exterior. Cuando esto pasa, es frecuente escuchar un chasquido, sentir un dolor muy intenso en la zona y observar cómo se inflama casi al momento. En los casos más graves, es posible que la uretra también resulte dañada y aparezca sangre en la abertura urinaria.
¿Qué posturas sexuales aumentan el riesgo de fractura de pene?
Al hablar de fractura de pene, seguramente hayas pensado en posturas imposibles, las más difíciles del kamasutra y no: esta fractura se puede producir con las posiciones más básicas.
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En relaciones heterosexuales, la postura más propensa es cuando la mujer se pone encima
Al apoyar todo el peso sobre el pene erecto y dejarse llevar por el momento, puede acabar en fractura, por ejemplo, si de repente el pene se sale de manera brusca. Esto puede suceder tanto de frente como de espaldas al hombre. Es una postura muy placentera para nosotras porque, además, podemos controlar en ella el ritmo de la relación buscando el placer. Eso sí: ojo con la búsqueda de ese clímax… para no acabar en urgencias.
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A cuatro patas
En este caso, aplica a relaciones hetero y homo. El hombre realiza la penetración anal o vaginal desde detrás de su pareja y esos golpes, si no son muy controlados, pueden acabar también con la fractura del pene.
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El misionero
Ya te dijimos que en esta lista no ibas a encontrar posturas circenses. La tercera postura con más probabilidades de acabar en lesión es el misionero de toda la vida, por las mismas razones que las dos anteriores: demasiada intensidad.
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Masturbación demasiado “enérgica”
Aunque todo el rato hemos hablado de penetración, lo cierto es que con la masturbación también se puede perder el control del ritmo y acabar causando este daño.
Aunque la fractura de pene no es una lesión menor, el sexo puede ser disfrutado de manera segura y sin riesgos siguiendo algunas recomendaciones simples, como prestar atención a la posición del pene durante las relaciones sexuales y tomar precauciones para evitar lesiones.
No es cuestión de dejar de practicar estas posturas ni mucho menos de tener miedo del sexo, sino de ser conscientes de este riesgo y medir la fuerza en algunos momentos para evitar un final doloroso.
¿Qué hacer si se produce una fractura de pene?
Ahora bien: ¿qué hacer si, en mitad de un encuentro apasionado, se produce el temido chasquido?
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Como siempre que ocurre un accidente, lo primero que debemos intentar es mantener la calma.
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Lo siguiente es vestirse e ir al médico inmediatamente: no acudir a consulta puede conllevar consecuencias indeseadas, por lo que es importante que sea un profesional que valore cómo tratar la lesión con exploración y, en su caso, otras pruebas de diagnóstico, como una ecografía.
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Nada de automedicarse: esta fractura tiene mucho que ver con la sangre y tomar medicinas no pautadas podría producir una hemorragia y aumentar el riesgo de complicaciones.
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Una fractura de pene no tratada puede complicarse: es posible, por una parte, que el pene cambie su forma provocando dolor al mantener relaciones e, incluso, perder la capacidad de tener erecciones.
Mitos y verdades sobre la fractura de pene
Mitos
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Mito #1: El pene tiene un hueso que puede romperse. El pene no tiene hueso, pero eso no quiere decir que no pueda romperse el tejido eréctil.
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Mito #2: La fractura de pene solo ocurre durante la penetración. También puede producirse en la masturbación.
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Mito #3: Se oye chas. Aunque puede haber chasquido, también puede ser una lesión silenciosa -o que en ese momento no se escuche.
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Mito#4: La fractura de pene siempre requiere cirugía. A veces sí, a veces no.
Verdades
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Verdad #1: La fractura de pene es una emergencia médica.
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Verdad #2: Las posturas sexuales donde el pene fuerza mucho el ángulo o hay mucha intensidad y puede “salirse” aumentan el riesgo de rotura.
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Verdad #3: La fractura de pene puede causar disfunción eréctil.
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