Sexo, verano y calor: ¿y si el hielo es el recurso perfecto para refrescar nuestras relaciones?
El calor del verano puede ser un aliado para avivar la pasión, pero también puede resultar agobiante a la hora de tener relaciones
Las vacaciones son, por definición, un momento para desconectar de la rutina diaria, relajarse, realizar otras actividades y disfrutar al máximo de la buena temperatura. Será por eso que nos apetece casi más que nunca tener encuentros sexuales, ya sea con nuestra pareja habitual con quien quizá no siempre disfrutamos del tiempo y el espacio deseados, o conociendo a gente con quien pasar un rato divertido.
Sin embargo, la temperatura no solo sube en nuestros cuerpos, también se nota en el ambiente y es posible que, en lugar de querer acercarnos más, acabemos diciendo aquello de aparta, que me das calor. ¿Tenemos que renunciar al fuego de la pasión cuando estamos a altas temperaturas? Te proponemos incluir un elemento que no solo romperá un poco la rutina habitual, sino que además refrescará el momento de la manera más sexy: el hielo. Veamos cómo podemos añadirlo a nuestras relaciones para experimentar placer y diversión también durante el verano.
Sexo y hielo: ¿preparada para derretir?
El verano despierta nuestros sentidos: nuestra piel se vuelve más receptiva y hay algo en el aire que nos dice que es momento de darle al cuerpo alegría macarena en todos los sentidos. El calor nos hace liberar endorfinas y, como es un momento que normalmente asociamos a estar más relajadas y disfrutonas, vamos por la vida derrochando hormonas del bienestar. Todo en el ambiente ayuda a que nuestra libido aumente, pero, de repente lo mismo que nos ha impulsado a sentirnos unas divas del sexo nos hace caer a los infiernos. El calor.
El hielo como elemento refrescante y estimulante
Aquí es donde el hielo entra en juego como un aliado inesperado para aliviar ese calor a menudo insoportable. Y es que incorporar hielo en las relaciones es, además de una manera de luchar contra la canícula, una manera de continuar experimentando sensaciones y creando experiencias placenteras e inolvidables. ¿Te atreves a jugar con hielo?
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Masajes refrescantes
Utiliza cubitos de hielo para dar un masaje sensual que recorra suavemente el cuerpo de tu pareja. Puedes utilizar tus manos o tu boca, o ir cambiando. Sentir el frío deslizándose por la piel puede generar una sensación muuuy sexy.
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Besos helados
Experimentar con cubitos de hielo en la boca durante los besos puede ser una forma divertida y refrescante de intensificar la pasión y la cercanía.
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Solo para valientes
Descubre el efecto de un cubito de hielo sobre las zonas erógenas. Puedes humedecer previamente la zona para evitar daños: recuerda que el hielo puede quemar la piel y son zonas sensibles. El contraste entre el frío del hielo y el calor del cuerpo promete.
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Hielo y sexo oral
Añade una nueva dimensión de placer al sexo oral intercalando momentos de estimulación con la lengua y el frío del hielo para generar una explosión de sensaciones.
Algunas precauciones y consejos
Los límites los marcas tú, como siempre (o lo que tarde en derretirse el hielo, también), pero hay algunas peculiaridades de estos juegos que debes conocer antes de lanzarte a experimentar.
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Es fundamental comunicarse con la pareja y asegurarse de que ambos estáis cómodos con la idea antes de experimentar con el hielo.
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Utilizar hielo limpio y libre de impurezas es crucial para evitar irritaciones o infecciones.
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No es recomendable mantener el hielo en una misma zona del cuerpo durante mucho tiempo, ya que puede causar quemaduras leves debido al frío extremo.
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El uso de hielo puede disminuir la lubricación natural, por lo que es aconsejable tener a mano un lubricante de base acuosa.
El verano ofrece la oportunidad perfecta para explorar nuestra sexualidad y avivar el fuego de la pasión. Incorporar el hielo en las relaciones sexuales puede ser una forma excitante y refrescante de disfrutar de momentos íntimos y sensuales durante las vacaciones.