
Del ‘spanking’ a los tríos: ¿cuáles son las fantasías sexuales más repetidas? La comunidad Bloom, al habla
¿Alguna vez te ha excitado la idea de dar o recibir azotes durante el sexo? Hablamos del spanking y de todo lo que nadie te cuenta de este juego erótico
Incluso aunque tengas toda la confianza del mundo con tu mejor amiga, hay cosas que te guardas para ti, bien sea porque pertenecen a tu intimidad o porque te da algo de “vergüenza”. Seguro que tú también, como todas, tienes prácticas sexuales con las que fantaseas, pero no te atreves a contar.
Os hemos preguntado a través de Instagram si fantaseais mucho en lo relativo al sexo y el 75% habéis respondido “sí, a lo loco” o “alguna vez”. Además, amparadas en el anonimato que dan las redes sociales, nos habéis contado cosas muy curiosas. Desde el spanking, los tríos o el BDSM. Spoiler: muchas de esas fantasías se han repetido, así que ha llegado el momento de romper tabúes.
Una de las fantasías que se repite: ¿qué es el spanking?
“Un nalgazo de vez en cuanto”, “sentirme dominada”, “me imagino que soy sexoservidora” son algunas de las respuestas que nos habéis dado cuando os hemos preguntado cuáles son vuestras fantasías. Y aquí entra en juego una palabra que tal vez no conocías, pero que responde a estas pulsiones: el spanking.
De un modo muy resumido, el spanking consiste en dar o recibir azotes durante el sexo. La fantasía es más amplia que este acto en sí y en realidad es un juego erótico de dominación, donde una parte adopta el papel de dominante y la otra, el de sumiso.


¿Cómo practicar el spanking con seguridad (o cualquier otra fantasía)?
Si quieres saber cómo iniciarte en el azote erótico, déjanos que te recordemos la clave de cualquier cosa que quieras hacer durante el sexo: comunicación.
Es muy importante que tanto tú como la/s otra/s persona/s tengáis muy claro dónde están los límites. En este sentido, si vais a subir un poco la intensidad, os recomendamos que acordéis una palabra de seguridad para, inmediatamente, parar si alguien la pronuncia.
Preacordar una palabra de seguridad puede ser una buena opción por si necesitas usarla cuando estés metida en el papel
No es malo fantasear con cosas aparentemente prohibidas. Por ejemplo, una de vosotras nos ha contado: “Fantaseo con que me obligan a hacerlo”. Otro testimonio decía: “Quiero que me ate a una cama y que me haga todo lo que quiera”. Todo esto está genial, pero, en la práctica es importante que todas las partes lo disfrutéis de forma segura.
Además de la comunicación y de dejar acordados ciertos matices, es importante prestar atención a la pareja. El lenguaje no verbal también te hará saber si todo va bien o no. En el caso concreto del spanking o azote erótico, es importante controlar la intensidad.
Beneficios de las fantasías en la vida sexual
Tener fantasías es buenísimo. La imaginación juega un papel muy importante durante el sexo, por lo que, cuanto más desarrollada la tengas, mejor.
Además, si os animáis a probar cosas nuevas podréis descubrir nuevos límites y placeres, lo que hará que el sexo no sea monótono y repetitivo. También favorece la confianza con tu pareja, al sentiros libres de expresar lo que os gusta, lo que queréis o, simplemente, lo que os da curiosidad.


Más experiencias personales de fantasías y prácticas sexuales “inconfesables”
Además del spanking o el BDSM, como ya te adelantábamos los tríos es algo que se repite mucho, pero también lo de repetir con un ex. Nos quedamos con el mensaje de esta chica que nos ha hecho sonreír: “Los pinchitos con mi ex, ¡qué placer!”.
El voyeurismo también es algo común: “Muchas veces me imagino que estamos grabando una escena de peli porno o en un lugar público”. “Los sitios públicos”. “Los espejos, me encantan, me apasionan”. “Que alguien esté mirando”. “Lugares prohibidos o donde nos puedan ver”. Así son vuestros testimonios.
¿Qué pasa si llevas a cabo tus fantasías? Por ejemplo, ¿el spanking es para ti?
Puede que sí o puede que no. Nunca lo sabrás hasta que lo pruebes. Los límites en el sexo los pones tú y nadie va a saber decidirte de antemano si es algo que te va a gustar o no.
Hay quien prefiere dejar sus fantasías solo en su imaginación y simplemente las disfruta así; otras personas buscan hacerlas realidad. Todas las opciones están bien. Lo más importante es que, hagas lo que hagas, donde lo hagas y con quien lo hagas, estés 100% cómoda.