¿Por qué se sincroniza la regla? Un mito clásico de la salud femenina, a examen
La regla se «sincroniza» cuando se convive con otras mujeres que ovulan y esto podría ser porque los estímulos externos afectan al hipotálamo. ¡Descubre más!
Escrito por Noelia
Redactora de Bloom especializada en salud femenina. Diplomada en Turismo por la UNED, Máster en Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa por la Universitat Jaume I y Posgrado en Periodismo Digital por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactora en medios de comunicación digitales desde 2011.
Revisado por el equipo de expertas de Bloom, plataforma especializada en salud femenina.
Seguro que lo has escuchado alguna vez, incluso, tal vez, lo has vivido en tus propias carnes: se dice que la regla se sincroniza entre mujeres. No va a suceder por irte de viaje una semana con tu grupo de amigas (y, si ocurre, es simple casualidad), pero en el caso de mujeres que conviven juntas es algo que suele suceder a menudo. Cada una llega con sus ciclos y, ¡zas!, al cabo de unos meses comparten compresas y tampones durante los mismos días.
¿Es un mito o es real que la regla se sincroniza? Ni una cosa ni la otra. Vamos a ver qué dicen los (escasos) estudios que hay sobre el tema para tratar de buscar una respuesta basada en la ciencia.
Por qué se sincroniza la regla: ¿es una cuestión de feromonas?
La menstruación es un proceso biológico que tiene ciertas características comunes en todas las personas menstruantes, pero también diferencias. Regularidad, duración, abundancia (no hay una respuesta única a cuánta sangre se pierde durante la regla), posibles síntomas como dolor de cabeza con la regla, incluso tonalidad…
Y entre estas diferencias encontramos que a cada una nos viene en un momento diferente. Sin embargo, es bastante habitual que las mujeres que conviven juntas experimentan una sincronización de la regla. Los calendarios se van moviendo hasta que, al cabo de un tiempo, les viene prácticamente a la vez.
Pero, ¿por qué se sincroniza la regla? Lo cierto es que, hasta la fecha, hay muy pocos estudios sobre el tema. La primera persona que trató de buscar una explicación fue la psicóloga estadounidense Martha McClintock, quien, en 1971, realizó un estudio entre 135 personas menstruantes y apuntó como posible causa a las feromonas y el olor que pueden desprender.
Sin embargo, con el tiempo este estudio ha quedado en entredicho por contener importantes errores estadísticos. Simplemente, es una teoría que no se sostiene, por lo que esta sincronización no tendría nada que ver con las feromonas.
La respuesta podría estar en el hipotálamo
En España, destaca la figura de Luis Chiva, de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), quien ha desarrollado una tesis sobre el hipotálamo y la apunta como posible responsable de por qué se sincroniza la regla.
No hay suficientes evidencias científicas como para considerar la sincronización de la regla como una verdad absoluta, pero los estímulos externos pueden influir.
El hipotálamo es la glándula endocrina del cerebro que se encarga (entre otras cosas) de regular el ciclo menstrual. Esta glándula no funciona por libre, sino que le afectan ciertos estímulos externos, como las horas de luz, la temperatura, el estrés…
Hay que tener en cuenta que, cuando convivimos con alguien, estamos compartiendo espacio y precisamente también estos estímulos externos. Solemos tener un ritmo de vida similar, compartimos horarios y alimentación y estamos sujetas a las mismas condiciones ambientales.
Esta sería la explicación a la pregunta de por qué se sincroniza la regla, pero, siendo puristas, no hay ninguna evidencia científica que lo avale 100%.
No, los úteros no se hablan
Si creías que tu útero y el de tu compi de piso estaban “conectados”, nada más lejos de la realidad. Cada cuerpo es un mundo y la regla no siempre es un reloj. Lo que a ti te puede funcionar (por ejemplo, algún “truco” para adelantar la regla) no tiene que hacer el mismo efecto en tu BFF.
Por lo tanto, si vuestras reglas se sincronizan, se trata en realidad de una respuesta biológica a estímulos externos. Si compartís estos estímulos, la probabilidad de sincronizarse es mayor. Sentimos quitarle romanticismo a la historia, pero no, vuestros úteros no están conectados por una fuerza todopoderosa. En el fondo, daría un poco de cringe esto, ¿no crees?
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