Afrontemos el tabú: ¿cómo prevenir y aliviar las hemorroides en el embarazo?
Es normal que aparezcan hemorroides durante el embarazo o en el postparto. Te contamos cómo evitarlas y tratarlas para evitar que te molesten.
Las hemorroides suponen uno de los síntomas menos apetecibles del embarazo, probablemente en el mismo nivel que las náuseas y los vómitos. Da bastante pudor y también pereza hablar de almorranas y hemorroides, pero lo cierto es que muchas de nosotras las padecemos (“en silencio”) en el embarazo o después del parto.
Si tienes tendencia a tener hemorroides, puede que no te libres de ellas en el embarazo, pero existen maneras de prevenirlas, controlarlas y tratarlas para que no te amarguen la existencia. ¡Hemorroides a examen!
¿Qué son las hemorroides y cómo saber si tienes?
Has oído mil veces el término pero, ¿sabes realmente qué significa tener hemorroides? Una hemorroide es una dilatación de las venas del ano y de la parte inferior del recto. Estas dilataciones en forma de bulto o protuberancia pueden ser externas y mostrarse visibles (prolapso hemorroidal) o internas y mantenerse ocultas dentro del ano, pero siempre son igual de puñeteras.
¿Es lo mismo hemorroides que almorranas? Sí, es la misma dolencia con dos nombres. Digamos que almorrana es el nombre popular de las hemorroides.
Las hemorroides no siempre se dejan notar de forma clara, por eso puede que percibas una ligera molestia en la zona y, sin embargo, no estés segura de si tienes o no una enfermedad hemorroidal. Lo normal al tener hemorroides o almorranas es sentir dolores o molestias (más o menos intensos), picores, escozor en el ano y en el recto, ligeros sangrados y tener ciertos problemas a la hora de hacer caca.
¿Por qué salen las hemorroides o almorranas en el embarazo?
Desde luego, si tienes propensión a las hemorroides o antecedentes familiares de tenerlas, has comprado bastantes papeletas para padecerlas durante el embarazo.
Pero, además, es muy común que las mujeres padezcan almorranas en el embarazo, especialmente son frecuentes en el final del segundo trimestre y durante el tercer trimestre de embarazo. Esto ocurre por la presión cada vez mayor que ejerce el útero sobre la zona del recto, pero también por el aumento de la progesterona en el organismo, la mala circulación y otros síntomas propios del embarazo, como el estreñimiento. A veces, las almorranas aparecen como respuesta a un sobreesfuerzo físico y también hay otros factores como los problemas vasculares, el sedentarismo o la obesidad, que favorecen también la aparición de hemorroides en el embarazo.
Como no podía ser de otra manera, el parto empeora las hemorroides de muchas embarazadas. El esfuerzo que se hace para empujar en un parto vaginal hace que las almorranas se presenten. Por eso, las hemorroides son también una complicación en el postparto con bastante frecuencia.
Los síntomas de las hemorroides en el embarazo son muy similares a las hemorroides fuera de la gestación (picor, escozor, dolor…), con la única diferencia de que tienden más al prolapso, al sangrado y a generar algunos problemas como la trombosis hemorroidal.
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¿Cómo prevenir las hemorroides del embarazo?
No siempre es posible, pero hay algunos consejos que pueden ayudarte a prevenir las hemorroides en el embarazo:
- Dieta equilibrada para el embarazo y rica en fibra para evitar el estreñimiento
- Beber mucha agua
- No te aguantes las ganas de ir al baño
- Duerme de lado para aliviar el peso en la zona rectal y anal
- Procura no pasar demasiado tiempo sentada
- La vida activa favorece la buena circulación
- La fisioterapia y los ejercicios de kegel son bastante útiles para prevenir las hemorroides
¿Cómo tratar las hemorroides en el embarazo?
Lo más importante es que vigiles tus hemorroides una vez que ya han aparecido, así podrás controlar si crecen, sangran o duelen en exceso en un momento determinado. Acudir a un médico especialista cuando vivir con las hemorroides se convierte en un calvario puede salvarte de padecer un problema mayor.
Aunque no consigas evitar su aparición, hay algunos tratamientos que pueden ayudarte a solventar los problemas derivados de las almorranas. Toma nota:
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Dieta anti estreñimiento
Sobre todo, bebe mucha agua e incrementa el consumo de frutas, verduras y alimentos ricos en fibra. También puedes tomar (bajo supervisión médica) suplementos alimenticios a base de fibra.
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Ejercicio regular
Para favorecer una correcta circulación de la sangre.
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Evita sentarte mucho rato en el WC
La postura que adoptamos en el WC es maligna para las hemorroides, no te entretengas más de la cuenta haciendo caca.
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Higiene
Limpia la zona muy bien todos los días y siempre después de hacer caca. Mejor con una toallita o una esponja suave. Si tienes la zona sensible, el papel higiénico podría irritarte más.
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Pomadas y ungüentos
Existen en el mercado algunas pomadas y cremas antihemorroidales realmente efectivas para aliviar el dolor, pero úsalas con moderación porque podrían llegar a ser antiproducentes.
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Evita el calor
Evita sentarte cerca de una fuente de calor y las duchas o baños con agua caliente porque el calor es vasodilatador.
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Frío para bajar la inflamación
En los peores momentos, las almorranas se inflaman mucho. Puedes bajar la inflamación aplicando hielo en la zona, siempre durante periodos cortos de tiempo o dándote baños de agua fría sentada.
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Tratamientos médicos
Cuando no queda más remedio, existen algunos tratamientos médicos que se emplean para curar las hemorroides como el láser quirúrgico o la cirugía de hemorroides o hemorroidectomía. Evidentemente, en caso de las embarazadas, estos tratamientos médicos tendrán que esperar hasta después del postparto.